El presidente Mauricio Macri convocó a la cúpula de la UCR para la semana próxima con el objetivo de descomprimir la tensión en la coalición Cambiemos y evitar que un sector disidente se encolumne detrás de la candidatura del economista Roberto Lavagna.
El macrismo quiere incluir a los radicales en la discusión de la estrategia electoral, en tanto que no se descarta una negociación por el precandidato a vicepresidente.
En una entrevista con el periodista Luis Novaresio, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, dijo el pasado lunes que el diputado Martín Lousteau no tiene "ningún impedimento" para sumarse a Cambiemos a nivel nacional.
Si bien en un primer momento se evaluó que el encuentro se iba a realizar el próximo lunes, por el momento no se confirmó la fecha del encuentro político.
De la reunión participarían el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; y los cinco gobernadores de Cambiemos: la bonaerense María Eugenia Vidal, el porteño Horacio Rodríguez Larreta, el mendocino Alfredo Cornejo, el jujeño Gerardo Morales y el correntino Gustavo Valdés.
En los últimos días crecieron las críticas de dirigentes radicales al rumbo de la economía y al funcionamiento de la coalición oficialista.
La presión aumentó cuando Enrique "Coti" Nosiglia pasó por Casa Rosada para exigir mayor espacio en la toma de decisiones. El histórico operador radical se reunió por separado con Marcos Peña, y luego con Rogelio Frigerio.
La semana pasada, el dirigente Federico Storani admitió que "no es una locura pensar que la UCR se vaya de Cambiemos". Por su parte, Ricardo Alfonsín cuestionó a los radicales que "le dicen todo que sí" al Gobierno y les advirtió: "Van a tener que rendir cuentas".
Esas señales, sumadas a la visita de Nosiglia a la Casa Rosad, terminaron por darle forma al ofrecimiento que realizaría el PRO a sus aliados.