Minutos antes de la apertura de una rueda cambiaria que se anunciaba tensa, tras una semana en la que el dólar había subido más del 8% y con la posibilidad latente de una reedición de la corriente compradora, el Comité de Política Monetaria (COPOM) del Banco Central (BCRA) anunció este lunes que dispondrá de amplias facultades para intervenir en el mercado a través de la venta de divisas.
“Dado el aumento de la volatilidad cambiaria observado en los últimos días, el COPOM considera que el BCRA debe reforzar el sesgo contractivo de la política monetaria interviniendo en el mercado cambiario para reducir más agresivamente la cantidad de pesos y de esta manera contribuir al adecuado funcionamiento de dicho mercado”, dijo la autoridad monetaria en un comunicado.
“Estas intervenciones tendrán lugar tanto dentro de lo que se había definido hasta ahora como Zona de No Intervención (ZNI), como fuera de la misma”, explicó, dando por muerto en los hechos el sistema de bandas cambiarias pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Fondo prefería para la Argentina un esquema de libre flotación, pero dada la volatilidad cambiaria, anunció a través de su vocero Gerry Rice que “respalda estas medidas, que están perfectamente calibradas”.
En concreto, el Central “podrá realizar ventas de dólares aun si el tipo de cambio se ubicara por debajo de $51,448, cuyo monto y frecuencia dependerán de la dinámica del mercado!, señaló la entidad que conduce Guido Sandleris. Ese valor era el techo de la ZNI y, hasta ahora, las intervenciones en el mercado estaban limitadas a la venta, vía licitación, de 60 millones de dólares a cuenta del Tesoro. Esa operatoria continuará.
“En segundo lugar, si el tipo de cambio se ubicara por encima de $51,448, el BCRA incrementará de 150 a 250 millones de dólares el monto de la venta diaria estipulada hasta ahora”, añadió, dando una señal de autoridad antes del inicio de la rueda.
“Asimismo, podrá determinar la realización de intervenciones adicionales para contrarrestar episodios de excesiva volatilidad si lo considerase necesario”, sumó el BCRA en su intento de desalentar la dolarización de carteras de inversión.
Los dólares que se venderán corresponden, en su mayor parte, a préstamos del FMI, lo que abre el peligro, según analistas del mercado, de que ese dinero se dilapide en la financiación de la fuga de divisas que, se espera, se acentuará en vistas de la incertidumbre electoral reinante.
“En todos los casos, el monto de pesos resultante de estas ventas será descontado de la meta de base monetaria. De esta manera, las medidas aquí anunciadas posibilitan la absorción de liquidez de pesos cuando el tipo de cambio se ubique por debajo de $ 51,448 e intensifican dicha absorción cuando el precio del dólar se ubique por encima”, dijo el Central, reforzando, de paso, su compromiso con la meta de emisión cero pactada con el FMI.