Designación frustrada

El PJ expuso la debilidad de Sica en sesión tensa del Consejo del Trabajo

El ministro quiso poner a un oficialista al frente del organismo que reúne a las carteras laborales de las provincias, pero se llevó un duro revés. El centrismo santafesino y la "traición" cordobesa.

Esta vez, los correos electrónicos con información sobre las actividades oficiales que habitualmente envía el Ministerio de Producción y Trabajo, que dirige Dante Sica, no llegaron y evitaron hacer públicos los resultados de la última reunión del Consejo Federal del Trabajo (CFT). El olvido oficial esconde que el encuentro, que la semana pasada reunió en Corrientes a casi la totalidad de los ministros de Trabajo de las provincias, casi termina en escándalo cuando el secretario nacional de la cartera laboral, Lucas Fernández Aparicio, fracasó al intentar ungir al subsecretario de Trabajo correntino,  Jorge Rivolta, como nuevo titular de ese organismo.

 

La pelea entre los funcionarios provinciales de origen peronista y los de Cambiemos, que por momentos amagó en terminar a las trompadas, abortó toda la agenda prevista para los dos días que duraba el plenario del CFT, en un contexto marcado por la crisis económica que, según datos oficiales, destruyó 191.300 puestos de trabajo el año pasado. La falta de acuerdo provocó que no se renovara la presidencia del Consejo Ejecutivo y se prorrogaran los mandatos un mes, el plazo en el que van a tratar de cerrar acuerdos.

 

La ausencia de negociaciones previas para acordar quién debe conducir durante el próximo año el organismo, encargado de consensuar políticas públicas en materia laboral, consolidó la lista peronista que, curiosamente, respalda la continuidad de un funcionario no peronista al frente del comité Ejecutivo: el subsecretario de Trabajo neuquino, Enrique Seguel.

 

 

Sin llegar a una votación formal, los peronistas contaban con una mayoría propia para imponer a Seguel. Pero los representantes de la Nación advirtieron que, si se llevaba a votación, no iban a alcanzar los dos tercios necesarios para definir las autoridades, sobre todo porque los gobiernos de San Luis, Santa Cruz y Chubut no enviaron a sus delegaciones porque están en medio de la discusión paritaria.

 

"Si sos tan peronista no se entiende por qué estás en el gobierno de Macri", le gritaron al dos de Sica en medio de un escándalo.

Eso recalentó el clima del Salón Gran Paraná del Hotel de Turismo de la capital correntina y provocó un tenso cruce entre los funcionarios peronistas y Aparicio, después de que el número dos de Sica apelara a su origen peronista para acercar posiciones. "Si sos tan peronista no se entiende por qué estás en el gobierno de (MauricioMacri", le gritaron en medio de la picante discusión y le advirtieron que "el peronismo no va a entregar la mayoría en el Consejo".

 

"Lamentablemente, la resistencia del oficialismo postergó los temas más importantes que tenemos que afrontar, que son la realidad de los trabajadores y la creación de fuentes de empleo", lamentó Seguel en diálogo con Letra P y reconoció que se trató de "una reunión tensa, donde faltó la tranquilidad, el diálogo y la mensura que precisa un cuerpo colegiado de este tipo".

 

"Todos sabían que el primer tema que se iba a tratar era el recambio de autoridades. Tratamos de encontrar consensos, pero no se logró", señaló el dirigente neuquino que será anfitrión del próximo encuentro, pautado para fines de abril.

 

 

 

Durante la fallida reunión también quedó en evidencia que las tensiones del año electoral se van a replicar en todos los frentes posibles. Eso quedó expuesto con la posición de dos provincias que desde la llegada al poder de Cambiemos apoyaron la posición oficial: Córdoba y Santa Fe. Por primera vez en tres años, los representantes de Córdoba se incorporaron a la lista de provincias peronistas, algo que fue leído por el Ministerio de Producción como una "traición". En contraste, el movimiento fue festejado por el peronismo, que lo consideró "natural y parte de los reacomodamientos que están ocurriendo a nivel nacional".

 

La posición de los santafecinos, aunque más moderada, también sorprendió, ya que, cuando se hizo un recuento para evaluar una votación, los funcionario socialistas avisaron que se iban a abstener. Si hubiese prosperado la votación, esa abstención podría haber debilitado aún más los votos del oficialismo.

 

Dentro de un mes y medio, los funcionarios van a volver a verse las caras en la capital neuquina sin garantías de que la situación económica y el calor del año electoral se conviertan en los elementos que alejen la posibilidad de un acuerdo entre el oficialismo y la oposición.

 

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