Acompañada por el ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro, y el titular de la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Sánchez Zinny, y apuntalado de forma virtual con el hastag #EmpezaronLasClases, la gobernadora María Eugenia Vidal puso en marcha este miércoles una estrategia política que busca deslucir el paro iniciado por los gremios docentes. El gobierno afirma que sólo el 38 % de los maestros adhiere a la huelga.
“Gracias a las familias por acompañar a los chicos hoy, a todos los docentes que abrieron las puertas de esta y de tantas escuelas de la Provincia para recibir a los chicos con todas sus ilusiones de primer día de clases. Todo se hace trabajando juntos, cada uno haciendo su parte”, afirmó la mandataria durante el acto de inicio de clases que comandó en la escuela primaria N° 37 “José Hernández”, en Tres de Febrero, el municipio comandado por el intendente PRO Diego Valenzuela.
En paralelo y con formato operativo, legisladores, intendentes y funcionarios del vidalismo participaban de actos similares en otras escuelas de la provincia con la intención de mostrar una realidad diametralmente opuesta a la exhibida por los gremios mediante sus medidas de fuerza: que los colegios de la provincia abren sus puertas y dan clases.
El plan incluyó la fuerte participación de diputados del bloque Cambiemos, quienes recorrieron escuelas en las que sí se dictaron clases. El encargado de coordinar las visitas fue el presidente de la Comisión de Educación, el marplatense Guillermo Castello. Llevó a cada legislador a un establecimiento, en donde dialogaron con autoridades, docentes, alumnos, trabajadores y padres. Cada legislador hizo, además, su trabajo en redes sociales, compartiendo sus visitas utilizando los hashtag #CadaDiaCuenta, #VolvemosAClase y #QueEmpiecenLasClases.
“Es importante seguir dialogando para alcanzar un acuerdo, pero no es bueno dejar a los chicos sin clases. Un día sin ir a la escuela es un día menos de conocimiento y aprendizaje. Esta iniciativa tiene como objetivo reconocer a aquellos docentes que concurren a las aulas a dar clases y que se comprometen con el cumplimiento de los 180 días de clases establecidos por ley. Los chicos deben estar dentro del aula”, destacó Castello.
El diputado Guillermo Castello, en una escuela.
Temprano, Sánchez Zinny había declarado en una amigable entrevista en radio La Red, que la jornada se iniciaba con “las escuelas abiertas y los comedores cocinando”, en alusión a la apertura de todos los colegios, más allá de la adhesión al paro, y la provisión de insumos en los comedores escolares durante las jornadas de protesta.
En la vereda opuesta, los dirigentes gremiales que participan del Frente de Unidad Docente difundían imágenes de escuelas vacías, y consignas que marcaban el sentido de la medida de fuerza definida en rechazo a la oferta salarial del gobierno de Cambiemos en la última reunión paritaria.
El gobierno había ofertado un aumento acorde con la inflación oficial y la incorporación de un 5 % a cuenta del poder adquisitivo perdido en 2018. Pero los gremios rechazaron el ofrecimiento: afirman que el año pasado perdieron más de 15 puntos.
Consciente de que la discusión va para largo, el gobierno decidió avanzar con una estrategia que corre el eje de lo salarial para centrar la atención en la “educación” y en lo “institucional”, conceptos más abstractos en comparación con las críticas por el mal estado de las escuelas o el reclamo por los sueldos.
Vidal y su tropa se mostraron agradecidos a los docentes que no hacen paro. Y a los padres que envían a sus hijos pese a la medida de fuerza. Los referentes gremiales mostraron la otra realidad. Se encargaron de recordar hasta con fotos la falta de obras en las escuelas, entre otros reclamos.
