Elecciones 2019. Buenos Aires

La discusión por las PASO tensa la relación entre Vidal y sus intendentes PRO

Los jefes comunales lamentan que no haya desdoblamiento y piden la suspensión de las primarias. La gobernadora se vuelve a encolumnar con Peña, quien desestimó una reforma.

El próximo viernes, los intendentes del PRO de la provincia de Buenos Aires van a plantear, de forma casi institucional, la necesidad de eliminar las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).

 

 

Los jefes comunales, que encuentran en Jorge Macri (Vicente López) casi un vocero del conjunto, pretenden torear un poco una situación que les resulta muy inconveniente.

 

 

La mayoría de los intendentes esperaba que Vidal ganara la pulseada y pudiera finalmente desdoblar las elecciones. Según este cálculo, la gobernadora volvería a ser el centro de la campaña y quedaría fuera de escena la candidatura presidencial de Cristina Fernández de Kirchner, una figura que en el conurbano tiene una base electoral que oscila entre el 30 y hasta más del 40%.

 

Sin la tracción de CFK y con el foco en la campaña local, los intendentes PRO del conurbano imaginaban una elección más aliviada, en un contexto donde tienen pocas obras para mostrar y mucho malestar del elector que los votó en 2015.

 

Los intendentes esperaban que Vidal ganara la pulseada y pudiera desdoblar las elecciones. Según este cálculo, la gobernadora volvería a ser el centro de la campaña y quedaría fuera de escena la candidatura presidencial de CFK, una figura que en el conurbano tiene una base electoral que oscila entre el 30 y hasta más del 40%.

La idea de eliminar las PASO había sido planteada en paralelo con el desdoblamiento, pero ahora, casi como un intento de plan B, los intendentes decidieron retomar con más fuerza este pedido.

 

En el actual panorama de elecciones paralelas, donde la atención se va a centrar en la presidencial, las primarias significan en el conurbano una tentación para el votante enojado con el presidente Mauricio Macri y algo olvidado de las rabias que le pudo haber despertado la ex mandataria nacional.

 

Si las PASO se inclinasen hacia CFK, la tendencia podria profundizarse en la elección general. Así lo indica la breve historia de las primarias en Argentina, donde el electorado altera su voto de acuerdo a esos números.

 

Las PASO traen, además, otro problema para los jefes comunales vidalistas que observan el filtro fatal que suelen ser las primarias para las terceras fuerzas.

 

El votante suele ser más rebelde en las PASO y más conservador en la general, por lo que un voto a una fuerza de menos intensidad puede mudarse a uno de los dos frentes de mayor potencia, como son Cambiemos y Unidad Ciudadana (si es que efectivamente conservan este nombre). Entonces, según evalúan los alcaldes PRO, corren el riesgo de que las terceras fuerzas – posibles aliadas – queden disminuidas o se extingan en favor del espacio opositor, es decir el peronismo.

 

Los intendentes PRO, aún con el gusto amargo de la muerte del desdoblamiento, planean entonces dar mayor visibilidad a su poder territorial. Según evalúan, la provincia le ha dado mucho al gobierno nacional, con una gobernadora impermeable al mal humor social y las jefaturas comunales del conurbano – las más difíciles por el poder del peronismo- que resisten con éxito la gestión y hasta mostraron una victoriosa elección en 2017.

 

 

 

Desde la casa de gobierno, en La Plata, deslizaron a este portal que la eliminación de las PASO, que implica modificar una ley nacional, no fue siquiera evaluada por Vidal.

 

“Es una discusión inútil”, sentencian. Y explican que Peña ya le bajó el pulgar. “No es un tema provincial”, concluyen. También remarcan que la reforma no es avalada por los demás integrantes de Cambiemos, como la UCR y la CC-ARI.

 

 

“En la gobernación no lo evaluamos porque no es posible”, remarcan cerca de Vidal respecto a la eliminación de las PASO.

 

Esta posición no altera la decisión de los intendentes, que el vienes se reunirán en Vicente López para expresarse al respecto. Tampoco los condiciona, ya que desde la gobernación no hubo ninguna orden de desactivar el encuentro ni de silenciar las expresiones públicas.

 

Es, por el momento, solo una tensa situación entre los intendentes y la gobernadora, aunque es la primera que se manifiesta de forma casi explícita. Y puede resultar una mala señal en un año electoral clave para la continuidad de Cambiemos.

 

Victoria Villarruel. 
Patricia Bullrich, ministra de Seguridad.

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