Los intendentes oficialistas enrolados en el PRO ya tienen listo el proyecto de ley que suprime las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) en la provincia de Buenos Aires y trabajan en la construcción de consensos con el Ejecutivo bonaerense y la Nación para poder presentarlo. El borrador plantea la derogación de la adhesión provincial a la ley nacional que instituyó las primarias, modificar la ley orgánica de los partidos políticos y la ley electoral. Además del gasto económico que implican los comicios extra, el trasfondo de la iniciativa es esquivarle a la polarización con el peronismo y evitar potenciar a candidatos opositores.
Los jefes comunales por Cambiemos Jorge Macri (Vicente López), Ramiro Tagliaferro (Morón), Martiniano Molina (Quilmes), Néstor Grindetti (Lanús), Julio Garro (La Plata) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero) instaron a sus diputados a elaborar el proyecto de ley para suprimir las PASO. Los legisladores avanzaron en un borrador que ya está listo, a la espera de ser presentado en mesa de entrada en la Cámara de Diputados bonaerense.
Entre los argumentos que esboza este sector oficialista, se explica que el objetivo de las PASO fue “transparentar y democratizar la política dentro de los partidos políticos”, pero que dicho anhelo no se cumplió. En un tramo de los fundamentos del proyecto se sostiene que “resulta irracional obligar a los electores a que voten en la interna de un partido político del cual tal vez no los representa”.
A groso modo, una elección le cuesta al Estado entre 6.000 y 7.000 millones de pesos. “Esa plata se puede destinar a algún área que realmente la precise”, le dijo a Letra P uno de los diputados encargados de la redacción del proyecto. “Se utilizan estos recursos para censar en forma indirecta cuál es el candidato que puede sacar mayor cantidad de votos”, agrega el borrador del texto.
En lo reglamentario, son tres los principales puntos a discutir. Por un lado, se deroga el Capítulo I de la ley 14.086, que es la adhesión al sistema de Primarias; además se modifica en distintos pasajes el decreto ley 9889/82 -ley orgánica de los partidos políticos- y por último se reforma la ley electoral, con la eliminación del artículo 132 bis de la misma y otras modificaciones sobre dicha legislación.
El plan de los intendentes es volver al viejo esquema y que las elecciones internas de autoridades y candidatos sean regidas “por la respectiva Carta Orgánica”, de cada partido político.
El proyecto también remarca que el actual régimen electoral con primarias incluidas “atenta contra la libertad que consagra la Constitución bonaerense para los partidos políticos, entrometiéndose en su organización y funcionamiento democrático interno, haciéndolo extensivo a personas que no militan ni están afiliadas al partido en cuestión”. Fundamenta, también, que el 1.5% de votos necesario para llegar a las elecciones generales es “proscriptivo”.
El borrador sí obliga a respetar la paridad de género. Lo interpretan como una herramienta necesaria para ir a buscar el acompañamiento del Frente Renovador que en la Legislatura bonaerense oficia, por momentos, de socio político de Cambiemos.
Los intendentes sostienen que el plan es beneficioso incluso para el espacio de Sergio Massa. “Como la PASO es una gran encuesta, si el Frente Renovador no anda bien, la elección después se polariza y le baja las expectativas para las generales”, analizó uno de los diputados del PRO.
CUIDAR LO PROPIO. Entre los fundamentos no escritos, los intendentes tampoco quieren las primarias porque esa instancia puede potenciar e instalar a un candidato ajeno, principalmente del peronismo. En el análisis que hacen, unas primarias ajustadas le darían oxígeno a un opositor y la posibilidad de unir a todo el arco político que quede afuera de la discusión.
El tema fue planteado formalmente hace diez días en el último foro de intendentes de Cambiemos en Vicente López. Con el correr de los días, los intendentes avanzaron en la redacción de un proyecto de ley que no será tan simple de aprobar. En el foro, los mandatarios que integran la Unión Cívica Radical (UCR) no dieron una posición al respecto. Letra P hizo una ronda de consultas informales y algunos intendentes del partido centenario dijeron estar de acuerdo con la iniciativa pero informan que será una decisión orgánica. Sucede que hay una línea partidaria, que integra Cambiemos, que plantea que el radicalismo podría ir con "una fórmula propia" en 2019.
El plazo que se ponen los impulsores de la reforma es que sea antes de fin de año o, a lo sumo, los primeros meses del 2019. Sucede que el calendario electoral ya fue diseñado y una modificación en ese plano debe ser anterior al 30 de abril cuando se cierra el padrón provisorio y es la fecha límite para la inclusión de novedades registrales.
Según el calendario que oficializó el Gobierno nacional, las PASO serán el 11 de agosto de 2019, mientras que las elecciones generales fueron fechadas para el 27 de octubre. Los intendentes del PRO harán un esfuerzo para avanzar con su proyecto en medio de la negociación del Presupuesto bonaerense. Como ya lo hizo en otras oportunidades, el gobierno de María Eugenia Vidal dejará que los jefes comunales aten los consensos necesarios. Por el momento no bloqueará la iniciativa.