La victoria del diputado nacional Daniel Kroneberger en la interna de Cambiemos por la candidatura a gobernador de La Pampa develó un sinfín de especulaciones dentro de las fuerzas políticas que integran la alianza de gobierno y un simbronazo en el tablero político que controla el PRO desde Casa Rosada. Sin embargo, las replicas de ese movimiento no penetran en las fronteras de la provincia que gobierna María Eugenia Vidal. O al menos eso intentaron mostrar.
Un día después de la victoria del radical Kroneberger sobre el macrista y ex secretario de Deportes Carlos Javier Mac Allister, el jefe de Gabinete bonaerense y persona de mayor confianza de Vidal, Federico Salvai, reunió en la misma mesa a los principales referentes de los partidos aliados en territorio bonaerense: el vicegobernador Daniel Salvador y la diputada provincial por la Coalición Cívica, Maricel Etchecoin Moro.
Para diluir cualquier intento de sublevación radical, los tres dirigentes ratificaron la paz.
El encuentro se desarrolló en el despacho de Salvai y se extendió por casi una hora y media.
"Venimos de distintos espacios políticos pero tenemos el mismo objetivo: trabajar juntos para construir consensos y seguir fortaleciendo", sostuvo Etchecoin Moro.
La dirigente que responde a Carrió también agregó que se "conversó sobre el avance de las obras hidráulicas y de las obras en escuelas de la provincia".
Los intendentes del radicalismo reclaman mantener la vicegobernación bonaerense en manos del partido y que sea otra vez Salvador el compañero de fórmula de Vidal. Por su parte, un puñado de intendentes del PRO no descarta que ese lugar pueda ser ocupado por uno de los suyos, puntualmente el mandatario de Vicente López, Jorge Macri.
