“Crisis Humanitaria”. “Herencia tremenda”. “Situación muy grave”. Con esas tres definiciones el ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Julio Alak, confirmó que la administración del flamante gobernador Axel Kicillof prorrogará la emergencia penitenciaria que fue decretada por la ex mandataria María Eugenia Vidal.
En rueda de prensa en Casa de Gobierno, Alak reiteró que conformará la mesa de diálogo dispuesta por la Suprema Corte de Justicia bonaerense (SCBA) para comenzar a encontrar una solución a uno de los problema crónicos de la administración provincial: la sobrepoblación carcelaria.
Según los datos revelados por Alak, el sistema penitenciario provincial tiene una capacidad de alojamiento para 23 mil personas pero en la actualidad hay 49 mil internos en penales, cuatro mil con arrestos domiciliarios y cuatro mil en comisarías. “Es la sobrepoblación más alta de Argentina” expresó Alak. “La cifra es alarmante para la estructura heredada”, resaltó.
El funcionario también señaló que la provincia de Buenos Aires “es la única denunciada y sancionada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en relación a su sistema carcelario”.
El sistema de encierro bonaerense tiene una tasa de sobreocupación que trepa hasta el 110%. “La situación es muy grave” subrayó el ministro y calificó de “tremenda” a la herencia recibida de parte de la gestión Vidal en materia carcelaria, cuyos máximos responsables fueron el ex ministro de Justicia, Gustavo Ferrari y su par en Seguridad, Cristian Ritondo, creador de la doctrina “los prefiero amontonados y no sueltos” en referencia a las personas en conflicto con la ley penal.
Alak también se refirió al informe de Casación bonaerense en el que se habla de “crisis humanitaria” en las cárceles, “agudizada por la falta de alimentos y medicamentos”. Desde principios de diciembre, miles de internos se encuentran en huelga de hambre en reclamo por las condiciones de detención a las que se ven expuestos, tal como Letra P reflejó en ediciones anteriores.
El titular de la cartera de Justicia sostuvo que están en proceso de analizar la información recibida y no descartó que la situación pueda ser más grave que la informada en los documentos oficiales. “Primero analizaremos la situación global y sectorial para ver dónde están las unidades de mayor sobrepoblación”, expresó.
En relación a la jefatura del mando del Servicio Penitenciario Bonaerense, Alak confirmó a los actuales funcionarios y, una vez encausada la crisis para su solución, analizarán si es necesaria una nueva conducción y vaticinó que la actual gestión va en camino de “una normalización progresiva de la situación".
El día de su asunción como ministro, sentenció que "el sistema democrático no pudo resolver la situación carcelaria, es una deuda de la democracia, merece una reforma profunda que llevará tiempo, pero en lo inmediato, una vez notificado el gobernador de esta convocatoria a una mesa de diálogo, la misma se conformará con representantes de los tres poderes, organizaciones de derechos humanos y la Iglesia, queremos que esté la Iglesia", precisó el flamante ministro.
Alak consideró que la situación carcelaria implicará la adopción de "una política criminal adaptada a los tratados internacionales, a los fallos de la Corte Nacional de Justicia y al fallo Verbitsky".