El gobierno de Alberto Fernández continúa con la revisión de medidas de la administración de Mauricio Macri y, a 48 horas de asumir en la Casa Rosada, el presidente instruyó a su ministro de Salud, Ginés González García, para que restituya el protocolo de aborto no punible. Esta medida, que implica volver atrás con una derogación de la gestión de Juntos por el Cambio, se suma a la decisión del Presidente de eliminar el Decreto N°656, que autorizaba la utilización de fondos reservados para la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y fue redactado en 2016.
Fernández se comprometió a intervenir la AFI y cancelar sus fondos reservados durante su jura ante el Congreso, pero Ginés adelantó en los estudios de TN que restituirá el protocolo de aborto no punible. "Estuve hasta recién viendo la versión casi definitiva", sostuvo en diálogo con el programa A Dos Voces y prometió "novedades" para este jueves.
A dos semanas de dejar el gobierno, Juntos por el Cambio sorprendió con la resolución que autorizaba actualizar el protocolo. La medida se publicó en el Boletín Oficial bajo la firma del entonces secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, pero rápidamente desencadenó una ola de reproches internos que terminó con la salida -renuncia de por medio- del sanitarista vinculado a la Unión Cívica Radical (UCR). La eyección de Rubinstein dejó una foto clara de cómo culminó el gobierno de Macri: parte del PRO salió a cruzarlo públicamente al funcionario, el Presidente lo desautorizó y le pidió la renuncia, mientras que el radicalismo se abroqueló para respaldarlo. Un intríngulis de internas que desnudó las fisuras dentro de Juntos por el Cambio.
El tema escaló hasta un nivel supremo: la Iglesia salió con bombos y platillos a cuestionar al Gobierno y el Presidente, aduciendo que no sabía acerca de la resolución, decidió removerlo a Rubinstein a 11 días de dejar la Casa Rosada y, también, derogó la medida. Por otra parte, sobre el final de su campaña de cara a las elecciones generales Macri subrayó abiertamente su postura celeste ante la discusión por la legalización del aborto.
"Fue un mamarracho político que no tuvo ningún sentido, ha sido casi intimidatorio sobre los trabajadores de la salud lo que pasó con el anterior protocolo, les dio miedo, inseguridad, si el presidente se metió en cosas de este tipo. Esto es un apoyo, que sientan que el Poder Ejecutivo va a cumplir y tratar de hacer cumplir", reforzó el nuevo ministro.
"Más que una obligación, es una guía para los trabajadores de la salud. Lo que pasó, es que un hecho legal como la Interrupción Legal del Embarazo, absolutamente puesta en el código penal, con jurisprudencia de la Corte, tiene que ser actualizado a medida que se cambió el Código Civil y Comercial, y a su vez a medida que la innovación produce que haya nuevos medicamentos que actúan de una manera mucho más eficaz, todo eso lo incluye el protocolo", indicó.
Sobre la posibilidad de que el gobierno de Fernández impulse nuevamente el debate sobre la despenalización y legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, el flamante ministro afirmó que hará "todo lo posible para que sea pronto, tratando de no herir a nadie y de conversar para apaciguar los ánimos".