Contrarreloj, el albertismo define lugares estratégicos en una cartera clave para lo que se viene: el Ministerio de Agricultura que conduce Luis Basterra. La primera decisión importante es revivir un casillero del organigrama que se había cerrado en la gestión de Luis Miguel Etchevehere. Se trata de la Unidad de Financiamiento de Agro e Infraestructura, que solía trabajar en inversiones con proyectos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial y que por años manejó el tucumano Jorge Neme. De ahora en más, estará bajo la tutela de Gabriel Delgado, el ex INTA que en algún momento sonó para ministro y finalmente no lo será. Lo describen, los que conocen la operativa como una especie de INTA de la inversión.
Delgado, quien sonó para ministro, estará en una unidad especial.
El otro cargo de peso que está pendiente pero ya se prefigura es el de la mano derecha de Basterra, la Secretaría de Agricultura. El chaqueño de nacimiento y ex diputado por Formosa quiere poner allí al ministro de la Producción formoseño, Raúl Quintana, un veterinario que pocos conocen fuera de la provincia. En la otra esquina, entre los reclamados por el albertismo, surgen Javier De Urquiza y el ex INTA Marcelo Aló, actualmente al frente del Ministerio de la Producción de San Juan. De Urquiza está trabajando en la mesa agropecuaria de Fernández incluso desde antes de su elección.
Basterra quiere al formoseño Quintana en la secretaría de Agro.
Hay otros dos lugares importantes en definición. En el Senasa es casi una fija la designación de Carlos Paz y Carlos Milicevic, dos ex funcionarios de las administraciones de agro de Carlos Cheppi y Carlos Casamiquela. En este contexto, el dirigente social Emilio Pérsico, del Movimiento Evita, pidió la Secretaría de Agricultura Familiar. Aún no le contestaron.