La transición rosarina transcurría medianamente encauzada entre el socialismo, que dejará el poder tras 30 años, y su socio en el Frente Progresista, Pablo Javkin, pero se picó a diez días del cambio de gobierno. La transferencia de responsabilidades de manera pública sobre un tema candente cayó mal en el próximo intendente, quien recogió el guante y fijó límites. Se viene un sprint final tirante.
Las tensiones entre las partes venían siendo disimuladas hasta que este jueves el secretario de Gobierno, Gustavo Leone, le quitó responsabilidad a la gestión actual sobre el conflicto por el pase a planta permanente de empleados contratados y le tiró la pelota al próximo gobierno. "Ese es un tema que corresponde más a la resolución del futuro de la nueva gestión municipal", soltó en LT8.
Esta declaración resonó en el equipo de Javkin y en el propio intendente electo, que apeló a su cuenta de Twitter para contestar, aunque sin mencionar directamente a Leone. “Gobernar es hacerse cargo de los problemas y eso haré desde el 10 de diciembre. Me queda claro que me dejan cosas sin resolver. Voy a ser muy responsable, voy a cuidar los recursos de los rosarinos y, sobre todo, voy a hablar con la verdad. Siempre”, disparó, ácido, Javkin.
La reacción no responde a un simple botón automático de contestar ofensivas, sino que generó en el entorno del intendente electo una sensación de falta de tacto a diez días del traspaso de mando. En la declaración, el secretario de Gobierno sostuvo que "se está a muy poquitos días del cambio y ellos (nuevo gobierno) lo valoran en este sentido". Si bien en términos fácticos el reclamo de los trabajadores quedará para la próxima gestión, quienes asumirán entienden que hubo un gesto deliberado y ajeno al esperado de un socio de espacio político en las declaraciones.
En las últimas semanas, la Municipalidad de Rosario se encuentra en un brete financiero importante, lo que implica llegar a fin de año con la lengua afuera respecto a los pagos de los empleados municipales. El desdoblamiento de las horas extras generó a mediados de noviembre un paro con movilización ante las puertas de la intendencia por parte del Sindicato de Trabajadores Municipales, que pronunció fuertes mensajes hacia la gestión saliente y la que asumirá.
A esto se le sumó el reclamo de trabajadores precarizados que, junto al gremio ATE, ingresaron esta semana al palacio municipal, generando tensión en el lugar y un ruido político en el fin de gestión. En ese marco, el secretario de Gobierno criticó la ocupación del patio del Palacio de los Leones y declaró sobre el futuro gobierno.