En medio de un recrudecimiento de la violencia, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, hizo un llamado a todos los actores políticos para lograr tres grandes acuerdos que permitan superar la grave crisis social que afecta al país, los que se referirán a la paz, la justicia y a una nueva Constitución, que debería ser avalada en un plebiscito.
En un mensaje al país emitido el martes a la noche, el mandatario anunció la posibilidad de reintegración de policías de investigación (PDI) y carabineros que se hayan retirado recientemente con el fin de reforzar la labor de las fuerzas de orden, que una vez más se habían visto sobrepasadas por la acción de grupos violentos.
Entre ellos, se destacaron los que atacaron la residencia del embajador argentino en Santiago, ubicada a pocos metros de la céntrica Plaza Italia, donde se realizaba una masiva concentración contra Piñera. Se trata de la segunda agresión contra esa sede en menos de una semana.
En ese sentido, el canciller Jorge Faurie informó este miércoles que el embajador José Octavio Bordón se encuentra "bien" y "aguardando la normalización de la situación en otra dependencia diplomática”.
Sin embargo, más allá de los disturbios, el país vivió una nueva jornada de protestas masivas que hacen foco en la desigualdad social y económica imperantes y en el reclamo de renuncia del mandatario.
Piñera habló el martes a la noche tras una reunión de emergencia en el gubernamental palacio de La Moneda, tras una nueva jornada de tensión en la que, según admitió luego el presidente de Renovación Nacional (RN), Mario Desbordes, se evaluó decretar nuevamente estado de emergencia, pero que se optó por no hacerlo ponderando los efectos negativos de tal medida.
Una parte relevante de la intervención presidencial, de hecho, se centró en el repudio a los desmanes y al llamado a una condena transversal de la violencia.
“Hoy hemos vivido una nueva jornada de destrucción”, señaló el mandatario en su intervención, flanqueado por el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, y la vocera del gobierno, Karla Rubilar. “El orden público ha sido vulnerado”, manifestó Piñera, quien añadió que “esta grave situación de violencia y de delincuencia atenta gravemente contra la democracia”.
“Por esa razón, le he solicitado al ministerio del Interior que presente querellas por la Ley de Seguridad Interior del Estado contra aquellas personas que han promovido o fomentado” los actos de violencia, lo que implicaría un agravamiento de eventuales condenas, explicó el presidente en su intervención, que en sus últimos minutos tuvo un rating online de 62 puntos en los cuatro principales canales.
“Hemos decidido abrir la posibilidad de reintegración a Carabineros y la PDI a todas las personas que hayan tenido un retiro reciente, pero sin duda, esto no es suficiente”, anunció el mandatario. “Esta situación tiene que terminar, y tiene que terminar ahora”, planteó.
Acto seguido, hizo un llamado a concretar tres acuerdos nacionales para superar la crisis.
En el primero fue enfático: un acuerdo por la paz, “que nos permita condenar en forma categórica y sin ninguna duda” la violencia ocurrida en las manifestaciones.
En un segundo punto, Piñera apuntó que impulsará un acuerdo por la justicia, “para impulsar una robusta agenda social” y “un Chile con mayor igualdad y menos privilegios”.
Y como tercer acuerdo, mencionó la nueva Constitución, con un plebiscito ratificatorio. “La grave situación que vive nuestro país exige, y con urgencia, dejar de lado todas las pequeñeces y las miserias”, señaló.
La jornada de protestas y huelga general del martes dejó un balance de 46 civiles heridos, 849 detenidos y 19 comisarías de policía atacadas, según informó el cuerpo de Carabineros, que consideró que se trató "de uno de los días más violentos" desde que se desató la crisis en el país.