El Renault Clio de Carlos Bianco estaciona en la plaza 1810 de la localidad de Lobos. La gente, que espera al candidato a gobernador por el Frente de Todos, Axel Kicillof, se agolpa sobre el auto gris que parece pedir un descanso. Pero el hombre al que fueron a buscar se baja de otro auto. Esta vez, Kicillof no viajó en el Clio: lo hizo en su auto particular, una Volkswagen Suran, y el volante no está a cargo de Bianco, quien suena para un lugar importante en el gobierno peronista que espera la confirmación de las urnas del 27-O. Es Soledad Quereilhac, esposa del candidato, la conductora de la última gira del predikador que contaría horas más tardes con el contundente respaldo de Cristina Fernández de Kirchner. “Estoy acompañando a una nueva generación de dirigentes que no van de relleno”, diría la ex presidente para explicar su presencia en el acto final en La Plata. Con el antecedente de la holgada victoria de las PASO, Kicillof va este domingo por la consagración.
“Qué mejor lugar para empezar a cerrar la campaña que un lugar peronista como Lobos”, dice el candidato en la localidad donde el ex presidente Juan Domingo Perón pasó sus primeros años de vida.
En Lobos, el candidato a gobernador fue a respaldar al ex intendente Gustavo “Tacho” Sobrero, que buscará regresar a la intendencia. El sol empieza a levantar la temperatura de la ciudad ubicada a 124 kilómetros de distancia de la capital bonaerense. Antes de las PASO, Kicillof no había visitado Lobos, era una de sus cuentas pendientes y ahora la está saldando. Pero cuando el postulante baja de su auto, el intendente anfitrión no está en la plaza. Lo había ido a buscar a otro acceso de la ciudad. Luego de unos minutos, Sobrero sube al trote al escenario.
Primera parada, en Lobos.
“Nosotros no tenemos que esconder a nadie, tenemos que acompañar a los candidatos. Tenemos que poner el hombro para recuperar lo que se perdió. Necesitamos a todos, acá están los intendentes de la región”, dice Kicillof antes cientos de personas en la plaza del pueblo. Es de los actos que más le gusta hacer, incluso a su equipo de trabajo. Consigue ahí el contacto que busca tener con el electorado.
De la plaza de Lobos a Brandsen. Antes, una escala en el PJ lobense, donde graba un video junto a Sobrero. Ya en Brandsen, a Kicillof lo esperan, en un acto en el Club Social, algunos intendentes del PJ de la Tercera sección electoral: Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Andrés Watson (Florencio Varela), además de diputados provinciales como Julio Pereyra y Federico Otermín.
Acalorado, Kicillof pide pasar al baño. La remera manga larga color gris ya pide un cambio. El candidato se lava la cara y sale a dar su anteúltimo discurso de campaña en sintonía con todos los que hizo durante el último tiempo luego de las PASO. Cuenta por qué la gente votó a Todos, señala lo que suele llamar “una estafa electoral” de Cambiemos durante la campaña de 2015 y advierte que “no será fácil lo que viene”.
También, como viene haciendo y haría en su último acto de cierre, cuestiona la actitud de algunos intendentes de Cambiemos de desmarcarse de María Eugenia Vidal y de Mauricio Macri. Uno de los casos más visibles es el jefe comunal de La Plata, Julio Garro. Y ahí va Kicillof a cerrar el último acto de su campaña como candidato a gobernador bonaerense.
El escenario antes de que empiece el acto (Foto: AGLP)
TODOS, POR LA PLATA. Una evidente demostración de fuerza del kirchnerismo fue el acto de cierre bonaerense del Frente de Todos. La organización y la logística corrió por entera responsabilidad del Instituto Patria. Detrás de escenario principal, montado en el corazón del bosque platense, el ex titular de la AFI Oscar Parrilli ordena hacer lugar para la llegada de Cristina. A un costado, Andrés Larroque se abraza con el consultor catalán Antoni Rubí. Para ese entonces, Kicillof y su compañera de fórmula, Verónica Magario, esperan en una de las carpas que funcionan como VIP. También está la candidata a intendenta local, Florencia Saintout.
Todos en el escenario (Foto: AGLP)
Entre Brandsen y La Plata, el candidato cambia de atuendo. Para su acto de cierre viste camisa blanca y suéter de cuello redondo color esmeralda. Es el orador final. Saintout es la primera en hablar. Como hiciera este martes cuando recibió al candidato a presidente por la coalición peronista, Alberto Fernández, saca a relucir los índices de desocupación de La Plata, la cantidad de comercios que cerraron y cómo Garro quiere despegarse de Vidal y Macri. En las calles de la capital bonaerense hay una guerra de carteles que, por ahora, viene ganando el intendente. Pero el optimismo, mezclado con el nerviosismo previo a la elección, ronda en la órbita de Saintout.
La foto final es meramente kirchnerista. Cristina, Kicillof, Magario y Saintout. La ex presidenta vuelve a dar a entender que su tiempo “ya estaba”, como lo había dicho cuando presentó su libro "Sinceramente" en esa misma ciudad. Kicillof le agradece una y otra vez. Cada vez que la candidata a vicepresidenta habla, el público estalla. Eso no se agota.
“Venimos a reparar lo que rompieron, a recuperar los derechos que sacaron, a acompañar a los que sufren y sufrieron, y después de eso venimos a integrar a la Provincia de Buenos Aires para devolverle su identidad. Queremos una Provincia distinta, más justa; y esa Provincia está llegando”, cerró el candidato por el Frente de Todos. El grueso de intendentes aplaudía en la tribuna.
La preferencial. A un costado del escenario central, intendentes, legisladores y dirigentes VIP.
Son 4.921.536 votos los que consiguió la fórmula Kicillof-Magario en las primarias. En el entorno del candidato hay expectativa, tranquilidad y obediencia. Nadie se sale del libreto. Fue el propio ex ministro quien le repitió a su entorno, desde que se impuso por 18 puntos en las PASO, que “todavía no se ganó nada”.
La campaña no se alteró. La fórmula prendió. Kicillof se subió a un auto, inició la gira por la provincia hace casi cuatro años y empezó predicar la crítica al modelo Cambiemos. Este miércoles, dio su última gran prédica como candidato. El domingo por la noche, si los votos lo acompañan, dejará de ser candidato y se convertirá en el próximo gobernador de la provincia con mayor atención política, económica y social del país.