“Tienen razón y son víctimas de las políticas del Gobierno. Si mi palabra pesa, les pido que no tomen esas medidas, no es un buen momento. Si podemos hacer algo para no tener un conflicto el fin de semana, se los voy a agradecer”. Con estas declaraciones, el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, se lanzó a intervenir personalmente en el recalentado conflicto aeronáutico que amenaza con paralizar los vuelos durante el próximo fin de semana. Poco tiempo después, los gremios ratificaron las medidas de fuerza.
Durante el round anterior entre los sindicatos del sector y el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y a través de sus interlocutores y del propio Héctor Daer, Fernández ya les había trasmitido a los gremialistas que consideraba inoportuno realizar medidas de fuerza durante la campaña electoral. Ahora, el reclamo fue en primera persona.
La medida fue lanzada por el poderoso sindicato de pilotos, que conduce Pablo Biró, y ocurre en medio de intrigas y especulaciones sobre cuál será la política del próximo gobierno en un sector ultra intervenido por Cambiemos. Por eso, el reclamo en curso tiene aristas diversas y arrastra mensajes para el oficialismo pero también para el candidato presidencial del peronismo.
Al igual que en otros sectores, las organizaciones aeronáuticas vienen reclamando definiciones de Fernández sobre cuál será su política de transporte y, en particular, la aerocomercial, una vez que llegue a la Casa Rosada. Hasta ahora, el ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner dio escasas señales, más bien generalidades sobre su intención de que la aerolínea de bandera sea protagonista en el desregulado mercado aéreo, pero no mucho más que eso. Esto no conforma a los gremios, sobre todo porque están convencidos de que hay una crisis en curso en el sector que se expresará inicialmente en las empresas de bajo costo.
La dinámica de la campaña electoral y la definición de no mostrarse con dirigentes sindicales hicieron que, hasta el momento, Fernández no haya concretado reuniones públicas con las caras visibles de la mesa de gremios aeronáuticon ni con el dirigente moyanista Juan Pablo Brey, que conduce a los aeronavegantes. No obstante, en los últimos días, trascendió que Fernández iba a reunirse con los sindicalistas que mantienen diálogo sostenido con hombres de su confianza pero, hasta ahora, la reunión no ocurrió.
"Me parece muy bien que Alberto nos pida que no tomemos medidas, pero nosotros tenemos que recuperar nuestros salarios. Cuando sea el momento nos llamará, por los medios no", disparó Biró a primera hora del miércoles en respuesta a los dichos de Fernández.
La ausencia de definiciones del candidato peronista sumerge en un mar de incógnitas a un amplio abanico de medidas que permanecen en suspenso y agitan la acción gremial. Sin definiciones, al menos públicamente, sobre quién estará a cargo de conducir Aerolíneas Argentinas ni que pasará en la próxima gestión con las ultra subsidiadas empresas low cost, los gremios se centran en la defensa del salario frente a un oficialismo nacional que deja correr el conflicto.
En la conducción de la Asociación de Pilotos de Líneas Aérea (APLA) señalan que la medida de fuerza que amenaza con parar los aviones el fin de semana busca resolver la pérdida de unos 15 puntos que, calculan, separan lo abonado durante este año en Aerolíneas Argentinas, tanto en aumentos porcentuales como sumas fijas, y el cálculo de inflación anual.
La demanda salarial borra los matices que existen entre los gremios, que presumen que lo que no cosechen ahora, no se va a recuperar después.
“Pasados ya 11 meses de una ronda paritaria inconclusa, es un hecho inédito desde 2007, cuando se reanudó este mecanismo anual de discusión salarial y convencional. La empresa muestra un absoluto desinterés en alcanzar acuerdos o brindar siquiera la más mínima certeza de cara al futuro inmediato”, señaló Brey que no suele coincidir en los planteos de APLA.
Los gremios, sin embargo, no sólo quieren llevarle el diagnóstico sobre la situación del sector, también quieren acercarle al candidato algunas soluciones para evitar una crisis terminal en las empresas low cost y propuestas para fortalecer la aerolínea del Estado.
"La llegada de las low cost es un hecho y estamos a favor de la creación y del mantenimiento de las fuentes de trabajo, por eso queremos acercarle algunas ideas", señalan en relación a la postergada reunión.
Entre esos proyectos figura la posibilidad de unificar los servicios de rampa que maneja el Estado hoy a través del control de Aerolíneas e Intercargo, la continuidad de las operaciones del aeropuerto de El Palomar y la creación de una empresa pública que brinde un servicio aéreo de bajo costo, absorviendo a las demás empresas.