ELECCIONES 2019 | el debate

La visita fugaz de Macri, la pomelo de Fernández y la costilla de Lavagna

Al cierre de esta nota casi todos los candidatos ya estaban en Santa Fe. El exministro de Economía fue el primero en llegar. El postulante de Todos reconoció el terreno. El Presidente, sobre la hora.

SANTA FE (Corresponsal) Con todos los protagonistas, salvo Mauricio Macri, ya en Santa Fe, se contaban los minutos en esta ciudad para el inicio del debate de candidatos a presidente que se realizará desde las 21 de este domingo en el paraninfo de la Universidad Nacional de Litoral (UNL).

 

La puesta a punto de la sala arrancó hace varios días, pero los ajustes comenzaron a verse el viernes a la mañana en la recorrida de autoridades que lideraron el rector de la UNL, Enrique Mammarella, y el intendente José Corral. Durante la misma se conoció que el paraninfo debió ser acondicionado para el montaje de la producción televisiva, por lo que se redujo su capacidad, y que el músico referente de la "trova rosarina" Juan Carlos Baglietto se encargaría de la producción de sonido del evento.

 

 

 

El candidato de Consenso Federal Roberto Lavagna fue el primero en llegar a Santa Fe. Se hospedó el sábado a la mañana en el hotel Intertower, entrenó por la tarde con su equipo de colaboradores y degustó a la noche un asado cocinado por su aliado, el gobernador Miguel Lifschitz, en el que abundó la costilla por sobre otros cortes sin hueso.

 

El postulante del Frente de Todos arribó a Santa Fe a media mañana de este domingo. Temprano se había subido al avión y, ni bien arribó, hizo un reconocimiento de terreno en el paraninfo. Paró en el hotel UNL-ATE, una torre de 14 pisos ubicada frente al puente colgante. Dormirá allí esta noche y el lunes encarará una recorrida por la provincia, que cerrará en Rosario junto al gobernador electo, Omar Perotti.

 

 

 

 

Pese a que la dirigencia macrista le tenía preparada la reserva de hotel, Macri optó por hacer una visita fugaz a la ciudad. Llegará sobre la hora, alrededor de las 20, junto a su esposa, Juliana Awada, y apenas termine el debate regresará a Buenos Aires. Sin embargo, este lunes volverá a la zona para encarar un nuevo acto de #SíSePuede en Paraná, la capital entrerriana.

 

El debate acapara la atención de unos 300 trabajadores de prensa, de los cuales 46 son fotógrafos. Por otro lado, nueve canales de aire y cable montaron su propio miniestudio en el paraninfo. Habrá cobertura de medios de todo el país y del extranjero, como es el extravagante caso de Rusia.

 

Para evitar imprevistos, el sábado a la tarde se realizó un ensayo general. Los presentadores Rodolfo Barili y María Laura Santillán probaron sonido y ubicación y los candidatos presentes midieron sus lugares. El postulante del frente Despertar, José Luis Espert, asistió junto a dos asesoras principales y su mujer, “Mechi”. El liberal está a dieta y ella lo acompaña: pidieron fruta, yogures y mucha agua.

 

 

 

Cada uno de los candidatos tiene asignado un camarín, improvisado en las oficinas del ala oeste del Rectorado y donde permanecerán hasta el inicio del debate. No solo Espert hizo pedidos especiales; Fernández, por caso, solicitó que haya muchas Schweppes de pomelo sin azúcar en el camarín, mientras que Macri requirió Coca-Cola light y frutas.

 

En cada corte de transmisión, de doce minutos, los candidatos se retirarán del paraninfo. No volverán a sus camarines sino a una zona de pequeños livings donde recibirán retoques de maquillaje y podrán entrar en contacto con cinco asesores que quedarán fuera de la sala del debate.

 

Que comience el show.

 

 

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