“Estamos entrando en la peor etapa de impacto en actividad y estamos viendo con que herramientas compensarlo”. Con esa frase, el presidente del bloque del PRO en la Cámara de Diputados, Nicolás Massot, expresó la preocupación del oficialismo por la nueva fase de la crisis desatada a partir de abril con la aguda devaluación del peso.
“Más allá de algún equilibrio en las variables macroeconómicas, estamos ante algo preocupante que es el impacto que va a tener esto en la gente, en el poder adquisitivo”, señaló este domingo en una entrevista con el programa Toma y Daca, en Radio Cooperativa AM 770.
En efecto, el Gobierno se entusiasmó en la última semana debido a la mejora de indicadores financieros como la cotización del dólar, de los bonos y las acciones, pero sabe que el último conato devaluatorio, registrado del mes pasado, deprimirá más el nivel de actividad, el empleo y el consumo.
La discusión del proyecto de Presupuesto es crucial para el Gobierno, que necesita mostrar avances en esa discusión para terminar de destrabar esta semana la ampliación del acuerdo Stand-by con el Fondo Monetario Internacional. En ese sentido, el diputado Massot salió a tender lazos con la oposición dialoguista.
“Es entendible, dada la inestabilidad que han mostrado algunas variables, que exista cierta desconfianza. Pero lo importante es que el Presupuesto sea verosímil. Lo importante son las metas de gastos e ingresos”,aseveró.
“El Presupuesto prevé una baja de la inflación del 42 al 23%. Hay que tener en cuenta que de 2016 a 2017 bajó 15 puntos con emisión monetaria y que este año no hay emisión. Se puede bajar 19 puntos. Aparte, la contracción económica les quita presión a los precios y las tarifas van a crecer en línea con la inflación”, dijo en referencia a uno de los puntos más discutidos del texto.
Aclaró también la motivación del Gobierno para promover en el Presupuesto una reforma a la ley de Administración Financiera, destinada a flexibilizar las condiciones para eventuales reestructuraciones de deuda. Al respecto, indicó que “la reestructuración de deuda es absolutamente normal en situaciones normales. Si se quisiera pasar deuda de pesos a dólares sin modificar la ley no se podría hacer porque la ley no lo permite”.
Se refirió así a la exigencia de la normativa actual a que un proceso de renegociación de vencimientos mejore para el país criterios como los plazo, los monto y tasa de interés. “Si quisieras pasar la deuda a pesos habría que pagar una mayor tasa. Creo que se va a terminar de aclarar esta semana en comisión. Pero si la oposición tiene una opción superadora, que la explique”, señaló.
Massot apuntó también a una fragilidad estructural del gobierno de Cambiemos: la falta de mayoría parlamentaria.
“No creo que volvamos a ver mayorías automáticas obtenidas con facilidad. Los partidos vamos a tener que adaptarnos a esta nueva realidad”, evaluó.
“La ausencia de mayorías da inestabilidad política. Uno tiene que construir una mayoría estable y duradera”, dijo.
En la misma línea de no confrontar con el peronismo dialoguista, Massot aclaró los alcances de uno de los latiguillos predilectos del oficialismo: el de los 70 años de decadencia de la argentina.
“Cuando se habla de los últimos 70 años no se habla directamente contra el peronismo. El peronismo no gobernó ni la mitad de esos años”, enfatizó.