ENTREVISTA. GABRIEL MARTINO

“Si hay una crisis, es de transformación y crecimiento”

El CEO del HSBC, uno de los banqueros que escucha Macri, niega una situación terminal porque el Gobierno tiene resuelto el financiamiento "de los próximos 18 meses". La corrida y el precio del dólar.

El presidente Mauricio Macri y buena parte de sus ministros lo escuchan. Estuvo cerca de ser parte del gabinete de Cambiemos en su génesis, cuando las turbulencias no estaban en el horizonte. Gabriel Martino, el CEO del HSBC, se transformó en uno de los hombres del cada vez más pequeño círculo de llegada a los oídos de de la Casa Rosada. Fue uno de los más requeridos en los pasillos del Hotel Alvear, donde una manada de empresarios contrariados celebró el encuentro anual del Consejo de las Américas. En este contexto, dejó definiciones en charla con Letra P y otros colegas, asegurando que “no es necesario” hacer cambios a nivel político para aplacar los efectos de la crisis cambiaria.

 

En paralelo, el banquero afirmó que “el Presidente no tiene que hablar de estas cosas”, en relación a la exposición del primer mandatario sobre la negociación de un adelanto con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Especificó que el “mercado no está pidiendo más ajuste” y a la vez aclaró que “el dólar de hoy es competitivo” pero hay que “pensar en cómo tener superávit antes de discutir dólar caro o dólar barato”.

 

BIO. Comenzó su carrera como trainee en el Grupo Roberts de Argentina en 1989 y en 1996 fue trasladado a los Estados Unidos para representar a la organización en ese país. Luego de la compra del Grupo Roberts por parte de HSBC en 1997, y ya de regreso en Argentina, en 2003 Martino fue nombrado Head of Global Markets de HSBC Argentina. En 2010 se trasladó a México para asumir como Head of Global Markets en aquel país. Desde principios de 2012 se desempeña como CEO de HSBC Argentina. Es integrante del Cicyp y el Foro de Convergencia Empresarial.

 

-Cristiano Rattazzi, de la FIAT, pedía que el Banco Central deje de rifar reservas, dejando correr al dólar.

 

-Esos son tecnicismos del mercado y de cómo le gusta operar al Banco Central. Yo no soy quién para decir qué es lo que tiene que hacer el Banco Central. Lo que sí creo es que tenemos un dólar muy competitivo. Los fundamentos de la economía están muy sanos: tenés un sistema financiero sólido, las necesidades financieras cubiertas para el 2018-2019; en 2020 Argentina va a ir a un déficit cero. Entonces, va a necesitar de alguna manera hacer una renovación de sus deudas. Y la realidad es que cuando mirás las provincias, tienen superávit en su agregado. Casi todas las que fueron fuentes de crisis en el pasado estarían bastante cubiertas. El dólar es el único dólar, por suerte es uno solo y no como en otras épocas, que teníamos 55 dólares y no sabíamos cuál era el real.

 

-¿Al precio cómo lo ve?

 

-Yo soy un hombre de mercado, el dólar vale lo que diga el mercado. El que habla es el mercado. Cuanto dólar más alto, más competitiva la economía, pero también tenemos que sentarnos a controlar un poquito la inflación.

 

"El dólar es el único dólar, por suerte es uno solo y no como en otras épocas, que teníamos 55 dólares y no sabíamos cuál era el real."

-Se habló mucho sobre la exposición del Presidente hablando del tema. ¿Le pareció correcto?

 

-Creo que el Presidente no tiene que hablar de esas cosas, para eso tiene un ministro que puede hacerlo. La noticia es muy positiva pero el Presidente tiene que hablar en otro contexto.

 

-¿Alcanza con el financiamiento del FMI?

 

-Las necesidades de financiamiento argentino están cubiertas. A los mercados hay que darle un poquito de tranquilidad, hay que esperar que el mercado vaya evolucionando.

 

-Hubo mucho ruido político de cambios de ministros a raíz de la crisis. ¿El político le parece un factor a mirar en este contexto?

 

-No comparto con los que dicen que hay una necesidad de un cambio político. El mercado no está mirando eso. Lo que mira es la convicción de un presidente y un gobierno de hacer las cosas de determinada manera. Yo no me metería con los nombres, los nombres no hacen al cambio. Tenés técnicos de primera línea. De vez en cuando, los cambios vienen bien, como fue con la salida de (el ex ministro de Energía, Juan José) Aranguren, pero hoy no creo que haya un ciclo cumplido de los que ponen la cara para tomar decisiones. Ahora la pelota está más del lado de la Argentina. Tenemos todo el apoyo político y económico del mundo para seguir adelante. De alguna manera, dependemos de nosotros para ver qué modelo queremos para salir adelante.

 

-El Fondo Monetario pide un ajuste más severo. ¿Es viable políticamente?

 

-Ya ir a un ajuste de 1,3%, 1,4% a cero es más que interesante. Cuando ves que Argentina tiene un superávit provincial y el nacional con déficit, cuando hablás de ajuste, un poquito más se puede hacer. No creo que el mercado hoy esté pidiendo eso, si se da es un bien adicional. Pero depende de lo que quieran los argentinos, que se junte la política y decida qué país queremos.

 

-El dólar de equilibrio, para usted, ¿cuál es?

 

-Cuando mucha gente habla de dólar alto tiene que entender que Argentina necesita un dólar competitivo. Y saber dónde tiene que estar el dólar sin superávit fiscal es difícil. En una economía tan dolarizada, como la argentina, hay que tener cuidado cuando se habla de dólar caro o dólar barato, porque tenés la inflación que la vas corriendo de atrás. Realmente, el de hoy es bastante competitivo, las economías regionales pueden exportar. Pero la discusión debe ser, primero, tener un superávit fiscal para recién empezar a pensar en qué dólar queremos.

 

 

 

-La suba del 100% en el tipo de cambio pone a los sueldos en un lugar peligroso.

 

-Sí, por supuesto. Los sueldos no tienen que acompañar al dólar, los sueldos tienen que acompañar a la inflación. Es decir, nosotros vivimos acá, consumimos acá y ahorramos acá. Los sueldos no tienen que seguir al dólar.

 

"El mercado no está mirando eso (los rumores de cambios en el gabinete). Lo que mira es la convicción de un presidente y un gobierno de hacer las cosas de determinada manera. Yo no me metería con los nombres, los nombres no hacen al cambio. Tenés técnicos de primera línea."

-¿El Gobierno debería dar señales?

 

-Yo no hago política, la política la hace el gobierno, tendrán que hacer lo que tengan que hacer. Lo que digo es que, desde el lado empresarial, tenemos que discutir qué país queremos. Qué industrias son competitivas, qué podemos venderle al mundo. Argentina es un país cerrado y para que crezca y todos tengamos trabajo y distribución, la salida es insertarse al mundo.

 

-Hay acciones de bancos que, en medio de esta crisis, valen la mitad que en enero de este año, incluso menos.

 

-Se cayeron más del 60% algunas acciones, no solo de bancos sino de empresas. Hay dos temas: uno de expectativas y otro de tecnicismos. Lo que llamamos acción de mercado fue, en la última semana, 100% tecnicismo, mucha gente que tuvo que salir. Así como era irreal que un banco Galicia valga lo que valió en la época de (Néstor) Kirchner, 500 o 600 millones de dólares, con lo que vale hoy estamos más cerca de que esté barato que caro. El sistema financiero está muy sano, creo que desde la crisis del 89 nunca tuvimos un sistema financiero tan sano, porque prácticamente no hay sistema financiero. Acá a la gente no le hace nada que un banco valga más o menos, porque no ahorra en acciones, como sí ocurre en otras economías desarrolladas.

 

-¿Ve una crisis que llega hasta dónde?

 

-Yo a esto no lo llamo crisis. O si lo llamo crisis, es la de la transformación y el crecimiento. Lo que nosotros tenemos que entender es que, hoy por hoy, las cosas dependen de los argentinos. Y no solo del Gobierno, sino de nosotros, el sector privado, también.

 

-¿Si no es una crisis qué es? Hay caída fuerte del PBI, la industria, la construcción.

 

-Llamala como quieras, pero vos tenés distintos tipos de crisis. Una si tenés un país que se hundió y los fundamentos son malos; y otra como la de Argentina: tiene un sistema financiero capitalizado, no tiene problema de financiamiento por los próximos 18 meses, que fue el problema de los últimos años. No estamos en default, es decir que todos tienen acceso al mercado; las provincias que han sido motorizadoras de necesidades financieras, en estos momentos, tienen excedentes. Yo recorro las sucursales del banco en el norte y el sur y hay obra pública en todos los lugares. Lo podes llamar crisis porque la economía cae, pero tenemos que discutir qué tipo de crisis es.

 

-¿El mercado confía en el Gobierno o no?

 

-Yo creo que confía y mucho en el presidente Macri, en la convicción que tiene de sostener las reglas de juego a pesar de todos estos problemas que estamos teniendo.

 

-¿Y en el Gobierno no cree?

 

-En el presidente Macri y en el Gobierno.

 

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