El senador peronista Miguel Ángel Pichetto, uno de los anotados del peronismo para ir por la sucesión de Mauricio Macri en 2019, se lanzó a la pesca de votos en el inmenso río verde anaranjado del movimiento de mujeres y se anotó para liderar la discusión que se viene: la separación de la Iglesia y el Estado. En el cierre de la maratónica sesión por la legalización del aborto en el Senado, pronunció un discurso anticlerical y feminista para defender su postura a favor de la interrupción voluntaria del embarazo, que finalmente fue rechazada por 38 votos negativos contra 31 positivos.
Pocas semanas antes de que la iniciativa llegara a la Cámara alta, el legislador rionegrino sorpendió cuando adelantó que votaría por la legalización del aborto. En el marco del debate en el recinto, volvió a sorprender y encaró un mensaje duro contra la Iglesia, cargado de citas a pensadores ilustres (Montesquieu, Unamono) y cargado de épica feminista, bajo una premisa: "Esto es un debate estructural que tiene que ver con la Argentina moderna y la Argentina del atraso".
"El siglo XXI es el siglo de la mujer y el que no comprenda esto va a quedar afuera de la historia", sentenció el senador que inició su discurso con una crítica sobre la ausencia del debate de la interrupción del embarazo en la gestión de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner.
"Este tema se nos pasó, debemos hacer una autorítica", reconoció el senador, que habló luego de la ex presidenta, que ensayó una pirueta para justificar su cambio de postura. "No la abordamos antes, lamentablemente. Hubiera completado un círculo de derechos humanos, de reconocimientos en términos del debate ciudadano", se lamentó el senador.
Por otra parte, el dirigente peronista cuestionó el rechazo de la Iglesia al avance del aborto en la Argentina y las presiones del sector eclesiástico hacia el Poder Legislativo. "La religión no puede imponerle al conjunto del país y el Estado el pensamiento, la visión religiosa sobre normas de naturaleza civil del estado laico. Este es el verdadero corazón del debate", marcó Pichetto.
Según el senador, la legalización del aborto "implica la libertad y el derecho de la mujer como un nuevo reconocimiento social". Pichetto cuestionó que, de acuerdo a la legislación vigente, "la mujer que tiene recursos puede hacerse una interrupción del aborto en una clínica y pagar, mientras que la pobre tiene que ir a la clandestinidad, con una curandera o con un médico con pocos recursos". "Y que a lo mejor termina con lesiones graves, permanentes o la pérdida de su vida. No es una cuestión únicamente de derechos, en nuestro pais es una cuestión de salud pública, de política de salud pública", subrayó.
En ese sentido, volvió a cuestionar la actitud del kirhnerismo ante el debate por el aborto: "Tal vez le tuvimos miedo a estructuras dominantes y viejas que permanecen siempre en posiciones retrógradas en la Argentina". Para el senador, ese "ha sido el rol y el comportamiento de la Iglesia Católica en nuestro país". "Y otros credos evangélicos que también juegan, algunos de ellos, con la inocencia de la gente, como dice la canción de León Gieco", disparó.
Por último, Pichetto cuestionó al presidente Mauricio Macri por habilitar el debate pero no marcar una posición clara. "Rescato la decisión de Macri de poner este debate en la sociedad. Había y hay una demanda fundamental, que está en la calle. Los grandes cambios se producen cuando hay un fuerte decisionismo. La opinión del presidente no puede ser abierta ante la instalación de un tema de esta naturaleza", sostuvo y, luego, consideró que el Presidente "debería haberse comprometido con todo para que esta ley saliera porque la Argentina hubiese sido un poquito más justa".