

Hace casi un mes que finalizó uno de los espectáculos deportivos más convocantes del globo, el Campeonato Mundial de Fútbol, y la TV Pública en conjunto con DeporTV y la flamante plataforma digital Cont.ar trabajaron para que los televidentes asistieran a una experiencia multiplataforma y en diversas pantallas.
La señal en abierto de la TV Pública y el área de contenidos digitales del canal diseñaron una estrategia integral para afrontar las transmisiones en vivo de la vigésima primera edición de la Copa Mundial de Fútbol que se disputó en Rusia. Los números son elocuentes y demuestran que la creatividad y la innovación rinden sus frutos en los medios públicos, a pesar de las medidas impulsadas por el Gobierno para dejarlos en off side.
La cobertura del Mundial arrojó una serie de datos relevantes en la era de las redes. En primer lugar, como explicara para este medio Raúl Perea, el 95,3% de los hogares argentinos ve televisión en abierto, en un promedio superior a las tres horas diarias, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Consumos Culturales 2017, una iniciativa del Sistema de Información Cultural de la Argentina (SInCA), realizadas por la consultora Ibarómetro en el primer semestre de 2017.
Como sabemos, el siglo XXI trajo grandes transformaciones en la producción y consumo de los contenidos de los medios de comunicación. Los productos televisivos no quedaron exentos de los cambios, ya con el desarrollo de la televisión de pago (cable o satélite) las audiencias habían experimentado el consumo de una oferta ampliada de señales televisivas frente a la escasez de la televisión abierta. No obstante, el desarrollo del sistema streaming hacia 2010 y las mejoras en la calidad de la banda ancha habilitaron condiciones de recepción en línea y desprogramada. Los usuarios, por intermedio de las empresas de medios o los OTT (Over the top) como Netflix o YouTube pueden acceder en tiempo real a los contenidos que estas compañías ponen a disposición, hay que tener en cuenta que la oferta la determinan estos actores, en tanto que los públicos retienen para sí la posibilidad de elegir cuándo, dónde y en qué condiciones visualizaran los programas de su interés.
Ahora bien, analicemos los números de la TV Pública y el Mundial. En principio, debemos decir que desde el Mundial de Sudáfrica 2010 la emisora estatal ha intentado estar a la cabeza de las transformaciones tecnológicas, ese año apostó a televisión digital en abierto y en alta definición, tras la elección de la norma digital nipona-brasileña ISDB-Tb. En el Mundial de Brasil 2014 lanzó la aplicación de la Televisión Pública para la recepción en streaming y en teléfonos móviles de los partidos, y en la última edición mundialista se aprovecharon las capacidades instaladas para potenciar la performance de la emisora pública en la tradicional pantalla televisiva y en las redes sociales.
Durante el desarrollo del Mundial de Rusia 2018, la TV Pública alcanzó picos de rating de 50 puntos, algo inusual en la televisión argentina actual. Probablemente las cifras obedezcan al valor de mirar en vivo y en directo cada partido de uno de los espectáculos deportivos más convocantes del planeta. El Gobierno adquirió los derechos de trasmisión de 32 de los 64 encuentros. Hernán Lombardi, titular del Sistema Nacional de Medios Públicos (SNMP), informó que se pagaron 3 millones de dólares frente a los 18 millones que la administración anterior desembolsó para transmitir el Mundial en 2014. No obstante, el funcionario omitió las cláusulas del convenio, las cuáles establecían que además de los 3 millones iniciales, Radio Televisión Argentina (RTA) debía redirigir los primeros 5 millones de dólares que recaudase en concepto de publicidad para Torneos y Competencias (TyC), empresa que programó los 32 partidos restantes. Además, RTA debió pagar 2,5 millones de dólares en concepto de los derechos de la producción de TyC para la TV Pública, es decir que los montos sumaron 10,5 millones de dólares. Asimismo, la letra chica del contrato estableció otras clausulas por la cuales RTA de acuerdo a la recaudación final, debía compartir los beneficios con TyC. En el contexto descripto, la elipsis del funcionario no fue menor.
En relación a la disposición del material audiovisual en diferentes pantallas, el área de contenidos digitales diseñó una estrategia integral que sumó a la plataforma pública Cont.ar y a la señal DeporTV mediante la producción de contenidos exclusivos para la web y las redes sociales. En el sitio web del canal se podía leer que la cobertura digital se sostuvo en cuatro pilares: “la transmisión vía streaming de los partidos; el sitio web #SomosArgentina (con información exclusiva); la cobertura en redes sociales en los Puntos de Aliento de todo el país; y Argentina decime qué se siente, un programa crosssmedia donde la televisión, la radio (Nacional) y los medios interactivos convergieron en una misma producción audiovisual”.
En el gráfico que se muestra a continuación observamos las diferencias entre la participación en las plataformas digitales de la TV Pública en los mundiales Brasil 2014 y Rusia 2018.
Esquema de elaboración en base a datos de la TV Pública.
Los datos son elocuentes los partidos emitidos vía streaming tuvieron un total 67.069.290 de reproducciones y 12.187.839 usuarios únicos, frente a las 4.094.070 reproducciones y los 3.340.882 de usuarios de 2014. Con respecto a las visitas en la página web las mediciones son significativas en comparación con el mundial anterior, 30.741.598 de visitas en 2018 contra las 17.622.156, y el dato de los usuarios también arrojó un saldo positivo al duplicar los números de 2014. Estos resultados no llaman la atención si se efectúa una lectura cruzada con la Encuesta Nacional de Consumos Culturales 2017 en la cual se destaca que el 80% de los argentinos usa internet y que el 63,5% tiene conexión en su casa. Asimismo, la Encuesta revela que el tiempo promedio de conexión a internet supera las 4 horas, y es mayor al tiempo de consumo de música y de televisión.
Otro punto importante fue el uso de las redes sociales y del hashtag #SomosArgentina que fue mencionado en más de medio millón de publicaciones. Los contenidos generados para las redes sociales (Twitter, Facebook e Instagram) obtuvieron un alcance de 30.670.391 usuarios y 22.056.342 reproducciones de video on demand. Por otra parte, la cobertura digital se extendió a todo el país bajo la propuesta “Punto de Aliento”, en la cual se invitaba a los ciudadanos a alentar a la Selección antes de cada encuentro, en los móviles ubicados en distintas zonas del país. Se compartieron 627 historias en las redes sociales con un total de 3.775.908 reproducciones.
Una deuda pendiente es la federalización del acceso digital a los contenidos, según los datos informados por la TV Pública la distribución se concentró en CABA y la Provincia de Buenos Aires que sumaron 64%, detrás aparecen Córdoba con el 10,06% y Santa Fe 7,28%, en el resto de las provincias el acceso ronda entre los 2,75% de Mendoza y el índice más bajo en Catamarca fue 0,25%. Algo similar sucedió en 2014, puesto que en el área metropolitana se centralizó el 49% de los usuarios, mientras que en Córdoba y Santa Fe retuvieron el 6%, en tanto que en el resto de las provincias los porcentajes no superaron el 2%.
Los medios públicos juegan con marca personal
La lectura de los datos debe realizarse en el marco de la tortuosa relación que el Gobierno actual mantiene con los medios públicos, a través de la gestión de Lombardi. En medio de la euforia mundialista, se desvincularon a 357 trabajadores de la Agencia Nacional de Noticia Télam, este hecho profundizó el camino que se inició en 2017 con los medios de comunicación que integran el SNMP. De acuerdo con un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) entre 2017 y enero de 2018 se desafectaron 670 puestos de trabajo, distribuidos entre la TV Pública (204), Radio Nacional (233), la Televisión Digital Abierta (TDA) (180) y los canales Paka-Paka, DeporTV, Canal Encuentro y el Canal de la Ciudad que en conjunto sumaron 53 despidos.
En igual dirección, Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda, informó a comienzos de junio de este año que intentará "acelerar el equilibrio presupuestario de las empresas públicas", entre ellas las mediáticas RTA y Télam. En el caso específico de los medios públicos el recorte alcanzaría los 1.000 millones de pesos. Esta medida se suma al congelamiento de los salarios, a la eliminación de las horas extras y al plan de retiros voluntarios o jubilaciones anticipadas que ya se viene implementado.
Por su parte, los trabajadores del sector, nucleados en los principales sindicatos SiPreBa y SATSAID, organizaron la campaña “Sin trabajadores, no hay medios públicos. Sin medios públicos, no hay democracia” y durante la premiación de los últimos Martín Fierro lanzaron la consigna “Qué no te apaguen los medios públicos” para visibilizar el vaciamientos de este sector. La situación actual se ilustra con la disminución de la producción de contenidos propios y el fin de los noticieros de los fines de semana en la TV Pública, el traslado de empleados de Radio Nacional a la sede de Pacheco y la disposición de que 48 filiales de la radio repitan la programación de Buenos Aires, abonan el plan de achicamiento y fomentan el debilitamiento del federalismo para la generación de contenidos. Mientras que, en Télam la dilación de los funcionarios de primera línea del Gobierno para responder o dar notas en exclusiva a los periodistas de la agencia de noticias nacional, más la merma en el presupuesto y la notoria reducción del personal impactan en las coberturas clave y dan cuenta del no lugar para los medios públicos en la gestión Cambiemos. Hace algunas semanas Ezequiel Rivero y Juan Martín Zanotti, escribieron para Letra P acerca de los medios de comunicación y periodistas que el Poder Ejecutivo Nacional y el gabinete de ministros eligen como interlocutores.
Así, la austeridad, simbólica y económica, que el gobierno nacional despliega contra los medios públicos no se condice con las dadivas que otorga a los medios privados. La aprobación de la fusión entre Telecom-Cablevisión, la media sanción de la llamada “Ley Corta” y la distribución de la pauta oficial son algunos de los guiños para los empresarios mediáticos.
El análisis de los datos del Mundial deja al menos dos ideas fuerza. La primera se vincula al fortalecimiento que han tenido en los últimos años las estrategias de extensión de la televisión abierta hacia la web y la retroalimentación entre las redes sociales y la pantalla televisiva. En la TV Pública, los públicos utilizaron un 54% de soportes fijos de escritorio, el 44% optó por los teléfonos móviles y un 2% se inclinó por las tablets para las conexiones en múltiples plataformas. La segunda está ligada al debilitamiento que la gestión Cambiemos viene ejerciendo sobre los medios públicos, en contraposición a las medidas adoptadas que favorecieron el robustecimiento del sector mediático privado y comercial. A pesar de esto, los números gritan lo que las regulaciones callan y develan que la creatividad y las ideas no se manchan.