Televisión Digital Abierta: ¿Una oportunidad perdida?

2019 es la fecha prevista para el apagón analógico, casi tres años de inmovilismo ponen en riesgo éste y otros objetivos postulados hace nueve años al inaugurarse la plataforma.

La Televisión Digital Terrestre (TDT) es el proceso mediante el cual se digitaliza la televisión de aire (hertziana/analógica) y plantea ventajas importantes, tanto tecnológicas como de contenido. En el primer caso, porque la transmisión digital permite que datos, sonidos e imágenes sean convertidos y transmitidos a través de una serie de dígitos en código binario, los cuales pueden ser comprimidos y descomprimidos al momento de la retransmisión, economizando y aprovechando la capacidad de las redes. Además, la digitalización permite la convergencia de contenidos y plataformas, ya que las señales originales pueden ser retransmitidas por medio de distintos soportes (televisores, PC, Tableta, celulares) y través de múltiples tipos de redes, sean ondas hertzianas, cables ópticos o emisiones satelitales. Como resultado, se produce un ahorro en el uso de las frecuencias radioeléctricas que permitirían obtener más señales de televisión con menos espectro. Es decir, permite una óptima calidad de transmisión sin necesidad de reducir el número de canales, cuestión importante, ya que se relaciona con el ahorro de recursos, escasos y de mucha importancia, como el espectro radioeléctrico.

 

Desde el punto de vista de los contenidos, la producción digital de los mismos facilita dicho proceso y favorece en grado sumo la calidad de la imagen con la que miramos televisión, diferencia que se nota por ejemplo, al ver un partido de fútbol o una película con calidad HD, o en un estándar analógico que es el que todavía miran (y padecen) la mayoría de los argentinos. De allí que hay un impulso internacional por realizar lo que se conoce como “encendido digital” y el “apagón analógico”, proceso mediante el cual los hogares estarían preparados para recibir en sus dispositivos sonido, imagen o datos de forma digital. Los países más desarrollados en el mundo ya realizaron la migración y el apagón, América Latina se encuentra en un considerable atraso, a excepción de Brasil y Uruguay que lo iniciaron parcialmente… 

 

 

 

En nuestro país, el Decreto 1148 de 2009 estableció las bases para el despliegue de infraestructura y equipamiento de la televisión digital terrestre, y el 2019 el plazo para realizar el apagón analógico, objetivo que, dada la parálisis del proceso desde 2015, difícilmente se concrete.

 

¿Cuáles son los motivos que impiden que se realice “el círculo virtuoso” de una migración en la que aparentemente todos ganan?

 

Fernando Krakowiak, en Letra P, detalló la parálisis en la que se encuentra la TDA desde 2015: desmantelamiento del área de contenidos con el despido de 180 trabajadores, paralización de la puesta en marcha de nuevas torres de transmisión así como también la comercialización de los decodificadores (STB). Si bien hasta 2016 se habían colocado 1,6 millones de decodificadores (1,2 millones que la gestión anterior repartió a jubilados y sectores de menos recursos, y 400 mil a través de las tres empresas encargadas de comercializarlos), en la gestión Cambiemos ya no se comercializa y el Estado dejó de proveerlos.

 

Se da la paradoja que en la región, nuestro país, que siguiendo a Brasil había picado en punta en la implementación de la TDT, a partir de 2015 se quedó rezagado. El impulso inicial había logrado que en 2016 la plataforma estatal de distribución nacional transmitiera las siguientes 16 señales digitales: Estatales: Canal 7, Canal Encuentro, PakaPaka, Tatetí, INCAA TV, Tec TV, Telesur, DeporTV, ACUA Federal y ACUA Mayor. Privadas (sin relación con licenciatarios de televisión abierta analógica): Construir TV (sindicato de la construcción), Rock & Pop, Arpeggio, Viajar, C5N, CN23, 360 y RT (Informe TV digital argentina 2016- Observacom-). En el interior del país, a los dieciséis canales nacionales, se agregan los canales regionales que corresponden a cada una de esas localidades. En área metropolitana y Buenos Aires, hay que agregar  los canales privados 13, 11, 9 y 2; PerfilTV y el Canal QM de La Plata, que fueron re-distribuidos en la grilla por el Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom – Res. 10090/16). 

 

De estos canales se discontinuaron Arpeggio, Viajar, Telesur. También ACUA Federal y ACUA Mayor, que constituían un proyecto inclusivo e innovador por sus contenidos federales y para los adultos mayores. Se incorporó en 2017 Paraguay HD TV digital, contemplando al millón y medio de paraguayos que viven en Argentina y con el acuerdo que la TV Pública estará disponible en el vecino país. Sin embargo, se trata de un acervo que no es aprovechado por la administración actual, así lo ve el ingeniero Luis Valle, experto en telecomunicaciones digitales, que viene batallando hace años por el aprovechamiento de la TDA: “En Argentina, el servicio de TV Digital está a cargo de ARSAT, empresa de propiedad estatal. Opera las 94 estaciones en servicio, pero no hace ninguna publicidad. Aunque parezca increíble, no hay ningún anuncio durante la programación de la TV Pública que avise que la señal se puede captar de manera gratuita mediante la TDT. En definitiva, el servicio de TV Digital Terrestre Abierta Gratuita se presta en Argentina de modo casi furtivo, como a escondidas, está pero no está. Muchos periodistas no conocen el tema. Pero que existe “existe”. Y se va extendiendo su uso.” (Plural Noticias 01/08/2018).

 

Desgraciadamente, no existen ponderaciones nacionales para saber hasta dónde se ha extendido su uso, sí algunos estudios regionales como el de la Maestría en Industrias Culturales de la Universidad Nacional de Quilmes (2014) que da cuenta de una penetración, para fines del 2012, del 5% del total de los televidentes. Otros informes realizados por Sistema de Información Cultural de la Argentina (SinCA) y Arsat, ambos de 2014, refieren a una penetración de TDA del 7%. El primer estudio concluye que si se toma en cuenta como universo sólo a quienes cuentan con televisión abierta, la penetración de la TDT se acerca al 20% (Observacom). Hay datos actualizados que alertan acerca de la potencialidad en el uso de TDA, como es el aumento en la compra de televisores digitales que provoca cada mundial de fútbol, “en seis meses de enero a junio de 2018, se vendieron 2,4 millones de aparatos, 51% más que en Brasil 2014. Y hubo un salto a las pantallas smart gigantes, de 44 a 60 pulgadas” (Consultora Claves Información Competitiva para la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba).

 

Los medios comunitarios/alternativos y/o populares en la TDA

 

Los medios comunitarios tuvieron una actitud distinta a la mayoría de los actores privados de la industria audiovisual. Supieron aprovechar el resquicio que dejó el decreto de necesidad y urgencia 267 de 2015 al no afectar la reserva del 33% del espectro destinado a los prestadores sin fines de lucro. De esta forma, en junio de 2017 Barricada TV comenzó a salir en carácter de prueba en el canal digital 32.1 a pesar que durante 2016 sufrió la interferencia total producida por El Trece, perteneciente al Grupo Clarín

 

“La posibilidad de poner en el aire estas pantallas es el resultado de un largo camino de movilización y demanda alrededor de la democratización de la comunicación y al calor de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual”. Remarca Natalia Vinelli, referente de Barricada TV cuyos estudios y planta transmisora se encuentran en la fábrica recuperada IMPA, en el barrio porteño de Almagro. Junto a Pares TV  de la ciudad de Luján y Urbana TeVé de CABA, son las primeras televisoras alternativas en lograr licencias en TDA. A estas se suman Comarca SI en Vicente López y ENTV en Viedma. Otras esperan que se abran concursos para su pleno funcionamiento, como Surajó TV en el Partido de la Costa, Giramundo TV en Guaymallén, Mendoza y Proa Centro en Cura Brochero, Córdoba. 

 

Los medios comunitarios vienen demostrando que la TDA es una oportunidad en pos de la democratización de las comunicaciones, no se puede decir lo mismo de los otros actores. Aparentemente no “todos ganan” con la TDT, o al menos, el mantenimiento del status quo actual de concentración y conglomeración mediática, sumado a la altísima penetración de la televisión por cable, les permite a estos grupos pingues ganancias sin inversiones de riesgo.

 

En cuanto al Estado, para decirlo con sarcasmo, de “la pesada herencia” que recibió la administración Cambiemos, la TDA podría haberse aprovechado positivamente y no considerarla una “mochila de plomo” como públicamente refirieron a la TDA las autoridades salientes de ARSAT (Rodrigo de Loredo). Es así que la gran mayoría de la población debe seguir pagando muy caro el precio por acceder a una imagen de calidad, cuestión que debiera formar parte de los derechos ciudadanos.

 

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