El senador nacional Miguel Ángel Pichetto tiene un mente un escenario electoral en el que el peronismo iría dividido en dos propuestas, una kirchnerista y otra basada en una alianza entre el peronismo de los gobernadores y el Frente Renovador de Sergio Massa, algo que debería ser suficiente para enfrentar a un Mauricio Macri que llegaría debilitado a las urnas por los rigores del ajuste.
De ese y otros asuntos habló en una entrevista publicada este domingo en el diario Clarín, en la que también se refirió a su relación con Cristina Kirchner. Me la crucé el otro día en el ascensor, y la saludé, por supuesto. No puedo ser irrespetuoso, pero no tengo diálogo político. Simplemente me he saludado.
“El Gobierno está colocado en una lógica del ajuste. Inmolarse en el altar del ajuste lleva a la gran frustración y al fracaso, y además le va a sellar el destino y la suerte al Gobierno en 2019, no tengo ninguna duda”, sostuvo.
Consultado por la posibilidad de una confluencia de todo el peronismo en las urnas, incluido el kirchnerismo, Pichetto señaló que “lo veo difícil. Creo que la ex presidenta va a ser candidata y Unidad Ciudadana va a ser su expresión política. El peronismo del espacio federal de los gobernadores tendrá una expresión electoral importante en 2019”.
Con respecto a las versiones de que el peronismo federal quiere que Massa sea candidato a gobernador para contar con una figura de peso en el fundamental distrito bonaerense, Pichetto afirmó que el tigrense “es una figura importante del espacio federal y lógicamente sería un gran candidato en la provincia, pero no puedo hablar por él”.
Admitiendo las aspiraciones presidenciales de Massa y de varios jefes provinciales, agregó que “creo que él tiene algunas expectativas que me parecen legítimas, también los gobernadores (Juan) Schiaretti, (Juan Manuel) Urtubey, (Sergio) Uñac, (Juan) Manzur y (Gustavo) Bordet (y) hay figuras resonantes como el (ex) ministro (Roberto) Lavagna y su hijo (Marco).
En lo que respecta a la aprobación del proyecto de Presupuesto 2019, que contiene el fuerte ajuste negociado con el Fondo Monetario Internacional, el jefe de los senadores peronistas señaló que “la prorroga sería un grave error y tendría una lectura muy negativa en el marco internacional y fundamentalmente en el FMI. El Gobierno debe procurar arribar a un acuerdo con los gobernadores, por encima incluso de los posicionamientos políticos (…) y distribuyendo adecuadamente las cargas para que no haya provincias que estén privilegiadas por encima de otras”. Se refirió así a los reclamos de las provincias del interior de que la de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires se hagan cargo de los servicios de luz, agua y transporte, de modo que la Nación no deba hacerse cargo de los subsidios hoy vigentes que, en definitiva, imponen un recorte de los recursos disponibles para los demás distritos.
“El Gobierno debe salir del tono electoral, del cuestionamiento al peronismo, ese discurso que el Presidente muchas veces hace cuando va al interior y ataca al peronismo en forma conjunta”, completó.
Luego trazó una crítica a la política económica oficial y puso presión por un congelamiento de las retenciones a la soja en sus niveles actuales, esto es terminar con el sendero descendente de 0,5 punto porcentual por mes establecido por el Gobierno nacional.
“Hay que tratar de ayudar a que el dólar no se siga viralizando. Tenemos tasas de interés que son de los países más pobres de África, lo que impacta sobre la industria y la actividad económica. Hay una actitud de persistir en seguir bajando retenciones después de la devaluación. Hoy el campo tiene un tipo de cambio altamente competitivo con lo cual no sé si habría que pensar en suspender las bajas”, dijo.
Al respecto, Pichetto sugirió que la cuestión podría ser parte de las negociaciones por el Presupuesto.
“Ni digo subirlas, (sino) suspender la baja, repensar que hay sectores que se ven beneficiados por políticas de incentivo como la minería. El campo tiene que liquidar las divisas en un período no mayor a los 6 meses”, opinó. “Todo esto tiene que estar en la mesa.
En relación con el pliego de Luis Caputo como presidente del Banco Central, el senador rechazó que se lo vaya a cuestionar, por ejemplo, por las denuncias de conflicto de interés en su contra e indicó que se va a aguardar a ver su desempeño.
“No vamos a interferir en su accionar. El presidente del Banco Central tiene una prueba de fuego consigo mismo y con el país, le vamos a dar tiempo. Se tratará en agosto, septiembre, veremos. El Senado va a evaluar al presidente del Central sobre la realidad directa, más importante que la audiencia pública es lo que pase en la Argentina en los próximos 90 días”, sostuvo.
Con respecto a la finalización de su mandato el año que viene, dejó la puerta abierta a un retiro del Senado. “Son especulaciones”, dijo sobre una eventual nueva candidatura. “Estoy trabajando decididamente en el armado de la opción del peronismo como alternativa política para la Argentina. También es cierto que hace muchos años que estoy en el Congreso y creo que los ciclos se cumplen”, remató.