La Casa Rosada apuesta a implementar desde esta semana dos nuevas herramientas de presión para destrabar la negociación que mantiene con los gobernadores, con el fin de diseñar el presupuesto 2019, que deberá cumplir con una reducción del déficit fiscal del 1,3%, de acuerdo al ajuste acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Uno de los recursos que barajan cerca del presidente, Mauricio Macri, gira en torno a una posible reunión de la directora gerente del organismo, Christine Lagarde, con distintos mandatarios, con el fin de persuadirlos para que apoyen el recorte acordado entre el Gobierno nacional y el Fondo. La otra pieza incluirá reuniones del jefe del Estado con los mandatarios, “aunque para eso falta un poco de tiempo, porque todavía tenemos un camino por recorrer”, confió a Letra P un funcionario de la Casa Rosada, en referencia a la posible intervención de Macri en los intercambios con los caciques provinciales.
Lagarde llegará este jueves a Buenos Aires para participar de la tercera reunión de ministros de Finanzas y Hacienda del G-20, que se realizará en Buenos Aires durante el fin de semana, antes de la cumbre de presidentes, prevista para fines de noviembre y principios de diciembre. Sin embargo, fuentes oficiales confiaron a Letra P que no descartan una posible reunión de la directora gerente con distintos gobernadores y con representantes de la oposición, una versión publicada por el diario Clarín.
“Nosotros no estamos aportando contactos ni haciendo gestiones con ellos para que se reúnan con Lagarde, pero sería muy bueno que ella pudiera encontrarse con la oposición responsable de este país, en vista del crédito que estamos recibiendo”, explicó a este medio un colaborador del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, que será el encargado de recibir a la funcionaria parisina antes de la cumbre preparatoria.
En otras oficinas del Poder Ejecutivo buscaron mantener la misma distancia sobre un encuentro de Lagarde con gobernadores, aunque arriesgaron que los de Salta, Juan Manuel Urtubey; de Córdoba, Juan Schiaretti y de Tucumán, Juan Manzur, podrían aportar su presencia a una cita de este tipo.
En diálogo con este medio, los voceros provinciales consultados no aportaron precisiones sobre un posible encuentro con Lagarde antes o después de la cumbre de ministros de este fin de semana. Para los próximos días la agenda del Ejecutivo incluye, además de negociaciones bilaterales con algunos gobernadores, dos reuniones de Dujovne y su par de Interior, Rogelio Frigerio, con ministros de Hacienda provinciales. La primera se concretará este miércoles y será con los ministros de los territorios que gobierna Cambiemos, es decir, con los titulares de las carteras de Hacienda de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, Mendoza, Jujuy y Corrientes. El jueves, cuando Lagarde esté por aterrizar en suelo argentino, la negociación continuará con los funcionarios económicos de distintas provincias gobernadas por el PJ.
En la mayoría de los casos la preocupación de las administraciones provinciales gira en torno al freno de obras públicas federales para los próximos 16 meses y al escepticismo de los mandatarios sobre la verdadera realización del plan de Participación Público Privada (PPP), que el Gobierno ofrece como sustituto ante el freno de trabajos de infraestructura. En esa mesa de negociación hay un ajuste previsto de 150 mil millones de pesos para las provincias, que la Casa Rosada buscará recortar de acuerdo a las cuotas de coparticipación federal. Uno de los argumentos que el Ejecutivo ya puso en juego tiene que ver con "unos 250 mil millones de pesos de fondos coparticipables extra que recibirán las provincias en 2019 como beneficios del Pacto Fiscal firmado en 2016", explicó un vocero oficial.
“Tenemos una serie de detalles técnicos que hablar con cada ministro de Hacienda provincial. Será la antesala a las reuniones que continuaremos con los gobernadores. Todas serán bilaterales, pero no descartamos que en algún momento sea con todos”, arriesgó una fuente del Palacio de Hacienda que también confirmó la presencia del Presidente en esos intercambios para definir la letra chica, “pero cuando sea el momento para cerrar un acuerdo, y sin desgastarlo”, apuntó el funcionario consultado, que se mostró confiado sobre las posibilidades de arribar a un acuerdo en base a las exigencias del Fondo, que esta semana contará con la auditoría directa de Lagarde.