A menos de un año de su candidatura a diputado nacional, el economista Matías Tombolini puso primera y empezó a recorrer la Ciudad de Buenos Aires con aval de Sergio Massa y con el horizonte puesto en la elección 2019 por la Jefatura de Gobierno. Recostado en la gestión del Consejo Económico y Social de la Ciudad (CESBA), organismo al que llegó con la venia de Horacio Rodríguez Larreta, el economista de 44 años se mueve por los barrios y busca tejer con aliados del massismo porteño, sindicalistas y dirigentes del Partido Justicialista. Mientras tanto, el PRO celebra a sottovoce que una figura con características similares a Martín Lousteau y que acaba de inscribir el partido Avancemos por el Progreso Social (APPS) se calce el traje de candidato sin pruritos.
El CESBA, además de contar con un jugoso presupuesto de 75 millones de pesos, es un espacio de contacto directo y constante con gremialistas y empresarios. Una herramienta muy útil para engrosar su perfil de dirigente político que hasta el año pasado condujo el peronista Federico Saravia, expulsado por el larretismo tras el inicio de la caza de brujas para eliminar a todo aquel funcionario porteño vinculado a Lousteau.
Tombolini camina la Ciudad bajo el programa “CESBA en barrios”, que dos veces por semana contempla visitas a comunas porteñas, encuentros con comerciantes, recorridas por hospitales, clubes y escuelas. Esos minutos en escena, que repite rutinariamente los miércoles y viernes de cada semana, los comparte con un equipo de asesores que lo acompaña para “empaparse” de los temas locales.
Sus brazos políticos lo integran Rodrigo Herrera Bravo y Juan Saintotte, secretario Ejecutivo y jefe de Gabinete del CESBA, respectivamente. El primero tuvo un paso por el PRO, fue legislador porteño y ocupó distintos cargos en el Gobierno porteño durante la gestión de Mauricio Macri, además de conducir la campaña de Tombolini en 2017. En tanto, Saintotte fue presidente nacional de Juventud Universitaria Peronista (JUP), integra las filas del Frente Renovador y coordinó la juventud massista en 2015.
A pesar del seguimiento de la gestión porteña y el aprovechamiento de la pluralidad de información que se elabora desde el CESBA, Tombolini no podrá escapar a una elección que tenderá a nacionalizarse, teniendo en cuenta que Rodríguez Larreta podría, a regañadientes, unificar el calendario porteño con el nacional, como le sugirió Macri. Su perfil de economista encaja en un escenario en el que la oposición buscará polemizar con Cambiemos en torno a la inflación, el alza de dólar y un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyos impactos se sentirán el mismo año de los comicios.
Tombolini critica públicamente la marcha de la gestión nacional. Trata de seguir la línea nacional de Massa, aunque el tigrense permanece en las sombras y habla únicamente por medio de sus diputados nacionales. Buscará instalarse en el escenario porteño como un candidato que cuestiona con matices a Cambiemos desde lo económico. Estrategia que, involuntariamente o no, beneficia a Rodríguez Larreta.
La aparición de otro economista en la góndola porteña condice con el plan del oficialismo para que crezcan figuras que puedan hacerle sombra a Lousteau. Rodríguez Larreta lo intentó previamente con Matías Lammens, que rechazó la propuesta. Confía en que Tombolini logrará potenciar su figura y cuajará en su estrategia política para complicarle el escenario electoral al ex ministro de Economía, que incluso podría competir en la PASO de Cambiemos.
Curiosamente, los tres coincidieron en la charla del ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero en la provincia Santa Fe, organizada por el gobernador Miguel Lifschitz, que también sigue de cerca las aspiraciones de los dos economistas y el dirigente azulgrana. ¿De qué habrán hablado Lousteau y Lammens? En las huestes larretistas llamó la atención que se sentaron juntos y compartieron una charla prolongada.
Tombolini fue el candidato a diputado nacional por la Ciudad de 1País en 2017 y rozó el 5% de los votos en los comicios de octubre. No pudo ingresar a la Cámara de Diputados pero, según confiesan en el oficialismo porteño, su performance alcanzó para esmerilar a Lousteau.
En búsqueda de solidificar su armado, el economista abrió el CESBA a dirigentes del GEN, Libres del Sur y Proyecto Sur, que en 2017 integraron la campaña massista en la Ciudad. A su vez, Tombolini tiende puentes con dos legisladores porteños: María Rosa Muiños y Sergio Abrevaya. La diputada integra el PJ capitalino y Abrevaya, ex titular del CESBA, es el único legislador de Margarita Stolbizer en la Ciudad. Trabajaron un proyecto de ley en conjunto para crear un protocolo de acción ante casos de violencia de género en la administración pública porteña. El texto se votaría en breve. Esta sinapsis legislativa tendrá una connotación puertas adentro del peronismo y el massismo.
Como contó Letra P, el peronismo vinculado a UPCN acerca posiciones con el armado porteño de Massa. El vocal del Ente único Regulador de los Servicios Públicos de la Ciudad Fernando Barrera y el legislador Claudio Heredia, ambos del riñón de Andrés Rodríguez, animan esta probabilidad y apuestan por Marco Lavagna para dar la pelea por la Jefatura de Gobierno en 2019.
Por otra parte, Tombolini sumó al ex presidente del BAPRO Gustavo Marangoni y mantiene buen vínculo con el gremialista Hugo Quintana, titular de la Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC).