El peronismo federal, que responde a los gobernadores y forma en el Congreso los bloques de senadores y diputados que encabezan Miguel Ángel Pichetto y Pablo Kosiner, respectivamente, no estará presente en el Congreso del PJ convocado para el viernes en Ferro con el objetivo darle una señal de unidad peronista a la Cámara Nacional Electoral, que debe resolver sobre la intervención del partido.
Como publicó este martes Letra P, la desplazada conducción del partido, que responde a José Luis Gioja, decidió convocar a un Congreso ordinario pese a que el partido está actualmente intervenido por decisión de la jueza federal María Servini. Según explicaron a este portal fuentes partidarias, el sector del diputado sanjuanino considera que el Congreso es un órgano “no susceptible de intervención”, por lo que puede autoconvocarse.
En ese marco, el presidente del Congreso, el formoseño Gildo Insfrán, decidió llamar a una reunión que busca enviarle a la Cámara Electoral la señal de que el peronismo no respalda al interventor, Luis Barrionuevo, con el objetivo de que le ponga fin al proceso que puso en marcha Servini.
Sin embargo, la concurrencia al Congreso se verá afectada por la decisión de la mayoría de los gobernadores de no enviar a sus congresales el evento. Según dijeron a Letra P fuentes de Argentina Federal, solo Insfrán y Lucía Corpacci darán su respaldo a la convocatoria, ya que el resto quiere mostrar su disconformidad con la conducción de Gioja, que, sostienen, dejó al partido casi exclusivamente en manos del kirchnerismo.
Pese a eso, el Congreso será multitudinario ya que, de los poco más de 900 congresales, la mayor parte (247) corresponde a la provincia de Buenos Aires, donde el kirchnerismo tiene mayor predicamento. Lo mismo sucede con otros distritos, como Santa Fe, que aporta 81 congresales.
De esta forma, los mandatarios se mantendrían en línea con lo que hicieron en la última reunión del Consejo, el 22 de marzo, cuando se ausentaron masivamente y dejaron a Gioja rodeado por dirigentes más cercanos al kirchnerismo. La única gobernadora presente en esa oportunidad fue la catamarqueña Corpacci. El secretario político del partido, Miguel Ángel Pichetto; la vicepresidenta quinta, Rosana Bertone; el secretario de Relaciones Internacionales, Juan Manuel Urtubey, y el propio Insfrán no participaron. Por el sector de Argentina Federal estuvieron, en esa oportunidad, el riojano Luis Beder Herrera, el mendocino Pedro Miranda y el ex gobernador de Tucumán José Alperovich. Tanto Beder como el jujeño José Luis Martiarena podrían responder a la convocatoria del viernes.
Durante la última reunión del Consejo, el 22 de marzo, se decidió convocar a un Congreso nacional.
En tanto, con la intervención aún vigente, en el Peronismo Federal dudan de cuál será la validez jurídica que tendrá el Congreso, más cuando sostienen que no habrá oficiales de justicia que controlen la efectiva concurrencia de los congresales. “Va a terminar teniendo otro cuestionamiento judicial”, dicen.
En el sector que agrupa a los gobernadores creen que la decisión de Servini puso sobre la mesa la necesidad de cambiar la conducción del partido y que el fin de ese proceso puede ser la oportunidad para pedir la conformación de una comisión que tenga “volumen político”, en la que haya representación de tanto de los gobernadores, como de los bloques del Congreso. En este esquema, el kirchnerismo sería una parte más en una mesa plural pero dejaría ser la columna vertebral.