LA GUERRA FEDERAL

Los gobernadores también quieren su 2019 y evalúan suspender el pacto fiscal

Darán en bloque la batalla por el Presupuesto. Temen que Macri financie su reelección con los fondos que el Gobierno planea recortar a las provincias. Buscan que la tijera alcance a Vidal y Larreta.

En silencio, mientras el Congreso sigue sumergido en el debate por la ley de interrupción voluntaria del embarazo y el Mundial de Rusia hegemoniza las noticias, los gobernadores peronistas empezaron a delinear su estrategia de cara a la batalla más fuerte que tendrán con el Gobierno nacional este año: el Presupuesto 2019. Durante la reunión que mantuvieron el martes en la Casa de Entre Ríos, los mandatarios provinciales que componen el grupo de diálogo más fluido con la Casa Rosada acordaron que negociarán en bloque, pedirán “equidad” en el ajuste y hasta barajaron la posibilidad de pedir la suspensión del Pacto Fiscal como último recurso para amortiguarlo.

 

El comienzo de las negociaciones por el Presupuesto 2019 comenzó el martes al mediodía, durante un almuerzo que compartieron los gobernadores Juan Schiaretti (Córdoba), Juan Manuel Urtubey (Salta), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Domingo Peppo (Chaco) y el anfritrión, Gustavo Bordet (Entre Ríos), con los jefes del interbloque Argentina Federal en el Senado y en Diputados, Miguel Ángel Pichetto y Pablo Kosiner, respectivamente.

 

Durante el almuerzo, los gobernadores volvieron a plantear la necesidad de empezar a armar una agenda de trabajo conjunto que tendrá como objetivo “cuidar los ingresos de las provincias” frente al pedido de ajuste del Gobierno. “Los gobernadores quieren colaborar, no van a trabar la gestión de gobierno, pero quieren que haya equidad en los esfuerzos”, explicó a Letra P un dirigente de confianza de uno de los mandatarios que participó del encuentro.

 

 

 

En la reunión, los mandatarios provinciales volvieron a poner la lupa sobre los subsidios que reciben la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, que gobiernan los alfiles de Cambiemos, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. Según la cuenta que tienen los mandatarios, el Estado nacional podría ahorrar unos 60 mil millones de pesos si recortara las partidas destinadas a subsidiar el transporte –unos 40 mil millones- y las empresas Aysa, Edenor y Edesur.

 

Además, los gobernadores resolvieron que ahora mirarán con detalle cada una de las obras que el Ejecutivo incluya en el Presupuesto 2019 para esos dos distritos y evaluarán si corresponde -o no- probar el desembolso de fondos nacionales. “Si el Gobierno le va a pedir ajuste a las provincias, habrá que asegurarse que la Ciudad y la provincia de Buenos Aires no estén libradas de ese compromiso en año electoral”, sintetizó un senador peronista.

 

En el interbloque que conduce Pichetto ya quedó descartada la posibilidad de no votarle el Presupuesto 2019 al Ejecutivo, algo que algunos senadores habían imaginado como un camino para evitar convalidar con los votos el ajuste. Todos en el peronismo comprenden que, sin la ley aprobada por el Congreso, el Gobierno apelará a la prórroga del Presupuesto 2018, algo que en los hechos sería un ajuste mucho mayor, con una inflación del 30 por ciento. “Eso ya está descartado, no hay chances”, confirmó a Letra P un legislador cercano a Pichetto.

 

 

 

En las provincias ya saben que el acuerdo con el FMI implica un recorte en el gasto de capital del 81% de acá a dos años y de un 74% del monto que se les destina a las jurisdicciones en concepto de transferencias. Pero temen que esos recursos queden finalmente en manos de la Nación y que la Rosada los termine administrando y repartiendo de manera discrecional en un año electoral. Según evalúan en el peronismo federal, los recortes que anuncia el Gobierno son “maquillaje” y “difíciles de comprobar”, al margen de que el Ejecutivo nacional "se queda con más dinero del que le corresponde en concepto de coparticipación, reparte menos de lo que debería". 

 

En este contexto, los gobernadores pusieron por primera vez una opción sobre la mesa, que les permitiría a las provincias compensar el recorte que les exige el Ejecutivo: pedir la suspensión del Pacto Fiscal, que los mandatarios firmaron con la Rosada en noviembre de 2017, y en el cual se comprometieron a reducir el impuesto a los Ingresos Brutos en sus distritos. "Sería hasta tanto esta situación se normalice", explicaron desde una de las provincias cuyo gobernador participó del encuentro. 

 

Los mandatarios esperan que el Ejecutivo los convoque a negociar a Presupuesto 2019 a la Casa Rosada antes de enviarlo al Congreso, el 15 de septiembre. En tanto, ya fijaron un cronograma de trabajo, que comenzará la próxima semana, con una reunión de los ministros de Economía provinciales que empezarán a evaluar el escenario. 

 

El Congreso Nacional del PJ se realizó en simultáneo al del Frente Renovador.
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