El ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, y su jefe de gabinete, Santiago del Solar, no reconocen públicamente que los cambios en las retenciones son un hecho. No obstante, intentan por estas horas una operación audaz para que las entidades del campo acepten la baja y llevarle al presidente Mauricio Macri ese triunfo para intentar seguir en el Gabinete y sobrevivir al ajuste y a la degradación de su área, que podría pasar de ministerio a secretaría.
El plan desesperado de Etchevehere incluye presiones de todo tipo a las entidades para que acepten el final de la baja de las retenciones a la soja como un gesto al Gobierno, en el medio de la crisis económica y fiscal. El ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne, admite que "está todo en estudio" en materia de derechos de exportación, pero es de su interés que subir las retenciones a la soja a un 27% y elevar a un 10% en concepto de maíz y trigo. En tanto, Etchevehere busca aminorar la protesta del campo ante está avanzada de la Casa Rosada y, para eso, apuesta por romper la unidad de la Mesa de Enlace.
“Buscamos que las entidades entiendan que esto es un hecho consumado y que lo importante es conservar un ministerio para el agro”, dijo a este medio un hombre del pequeño círculo del ministro. El operativo también incluye el apoyo al proyecto de Etchevehere y la industria sobre las semillas. Esta vieja promesa, del ministro a Macri, estaba encaminada y perdió el apoyo de Federación Agraria y CRA.
Los llamados de Etchevehere y del Solar a los dirigentes son diarios. El martes por la tarde, el jefe de Gabinete de Agroindustria logró morigerar la negativa de CONINAGRO a los cambios en los derechos de exportación con “una conversación cordial” con la principal empresa cooperativa exportadora de granos. “Fue un apriete en muy buenos términos y ahora CONINAGRO va a tener que rever su posición”, explicó una fuente de la entidad cooperativa. “Nos llamaron como en la época de Guillermo Moreno. Tanto no cambiamos”, ironizó.
Por el lado de la Sociedad Rural, donde se descontaba un apoyo al Gobierno y al ministro, la cosa no parece tan fácil. Fuentes de la entidad dijeron que “el consejo directivo ya viene con bastante mal humor con Etchevehere”. “Si bien el presidente Pelegrina banca al Gobierno, no tiene margen para acompañar esto”, agregaron.
“No podemos bajar esa bandera. El Gobierno está equivocado y hay que hacérselo saber”, marcó la fuente consultada.
En Federación Agraria (FAA), la posición contraria a cualquier cambio es inamovible. “Nos llaman todos los días tanto el ministro como Del Solar, pero acá no van a encontrar ningún apoyo”, sostuvo un directivo federado. El martes, Etchevehere intentó comunicarse con el presidente de FAA, Omar Príncipe, que evitó responder el llamado.
Hasta ahora, pese a las presiones, el intento desesperado de Etchevehere y su jefe de gabinete de que las gremiales del campo apoyen la quita parece lejos de lograrse. Sin embargo, en el entorno del ministro ven que un tibio apoyo al cese en la baja de retenciones por parte de CONINAGRO podría quebrar la unidad del campo en un tema muy sensible.
Etchevehere tiene varios frentes abiertos en el Gabinete. Por un lado, Marcos Peña nunca le perdonó el affaire del bono de 500 mil pesos que cobró y devolvió de la Sociedad Rural. Por el otro, enfrenta el rumor del retorno de Agroindustria al rango de secretaría y los probables cambios en las retenciones a la soja, la suba en trigo y maíz, que lo dejarían en un lugar muy incómodo.
PRESION POR SEMILLAS. El viernes pasado el mismo Del Solar inició la otra fase del operativo supervivencia. Recibió en la sede de Agroindustria en Paseo Colón al presidente de CRA, Dardo Chiesa, para que apoye el proyecto de Ley de Semillas de Etchevehere y la industria semillera. La presentación de ese proyecto es otra de las medallas que quiere llevarle el ministro al Presidente.
“Tenés diez días para ordenar a tu gente y respaldar el proyecto”, le dijo del Solar a Chiesa. La gestión parece casi imposible porque la entidad es, junto con Federación Agraria, la más opositora al proyecto. “Vamos a presentar uno propio”, dijo una fuente de la entidad, molesta con la presión oficial.
“Lo de Del Solar es particular. Tiene sembrada soja de Monsanto en su campo y no se deja fiscalizar, pero quiere que nosotros lo aceptemos”, dijo la misma fuente.
Ese mismo viernes el ministro Etchevehere llamó al presidente de CONINAGRO, Carlos Iannizzotto, para pedirle que “ayude a volver a sentar a CRA y Federación Agraria para que apoyen el proyecto”.
En el cierre de esta semana los cuatro dirigentes de las gremiales se van a reunir en la sede de la Sociedad Rural para fijar una posición sobre los dos temas y encarar el encuentro con Etchevehere del próximo martes con una posición firme.