La decisión de la Casa Rosada de correr a Mauricio Macri del acto oficial por el Día de la Bandera para preservar su seguridad trajo aparejada una controversia con el gobierno socialista de Santa Fe, que cuestionó a determinación y la ausencia del Presidente en el Monumento a la Bandera de la ciudad de Rosario.
De acuerdo al Gobierno, el faltazo de Macri se originó para garantizar la seguridad de los rosarinos por los disturbios que podían generarse en los alrededores al acto, en el marco de una convocatoria de la Multisectorial contra el Tarifazo hacia el Monumento Nacional a la Bandera. “Nuestra preocupación no es la seguridad del presidente para el acto de mañana (miércoles), porque en el acto iba a estar todo vallado: el Presidente iba a entrar y salir y no iba a tener ningún problema su seguridad; lo que nos preocupa es la seguridad de los rosarinos y todos los disturbios que querían generar para empañar esta fiesta”, consideró el secretario General de la Presidencia, Fernando De Andreis.
En su explicación involucró al kirchnerismo: “Son organizaciones sindicales, de izquierda, pero sobre todo kirchneristas que no se dieron cuenta todavía que la sociedad argentina votó un cambio”.
Sus declaraciones cayeron como una bomba en el socialismo santafesino. “La seguridad del Presidente estaba garantizada, lo que no se puede asegurar en estos casos es que no haya ningún tipo de incidente”, expresó el gobernador de la provincia de Santa Fe, Miguel Lifschitz.
En tanto, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, le respondió y detalló que el martes mantuvo una conversación telefónica con el mandatario socialista en la que ambos acordaron que “era mejor” para los vecinos no reforzar el vallado en el Monumento a la Bandera para que pudieran ver de cerca el acto.
“Me llama la atención el cambio de postura que tuvo en menos de 24 horas”, sostuvo el ministro en declaraciones a TN. El funcionario nacional insistió que en Lifschitz había acordado la ausencia de Macri. “Hablamos largamente con él y ambos decidimos que lo mejor era privilegiar el festejo de los vecinos antes que el acto político”, recordó Frigerio.