Volvimos al Fondo. Antes: tarifazo, inflación récord, despidos, recorte de las jubilaciones. En 2015 decíamos “no fue magia” y la usábamos para dar cuenta de las políticas que habían favorecido el crecimiento y la inclusión de los sectores populares. Lo que hace Cambiemos ahora tampoco es magia ni el destino. Es falso lo de “haciendo lo que hay que hacer”. Como si fuera algo inevitable. Es una decisión. Es un modelo que elige favorecer a algunos ricos a costa de perjudicar a la inmensa mayoría, en especial a los que menos tienen.
"Permanentemente el gobierno busca descontextualizar el carácter ideológico de sus decisiones para no hacerse cargo de lo evidente"
Nada es casualidad. Sin embargo, permanentemente el gobierno busca descontextualizar el carácter ideológico de sus decisiones para no hacerse cargo de lo evidente. Segundo semestre, Pobreza Cero, gradualismo. “Esta vez es en serio”, juran frente a cada nueva complicación. ¿Se acuerdan cómo sigue la canción del Pity?
Lo único “en serio” es que tenemos un gobierno que decidió desfinanciar al Estado de todos y hacerle pagar el ajuste a los ciudadanos en vez exigirles responsabilidad a los que más tienen. Y no hubo decisión en estos dos años que no haya tenido la misma lógica: cortar el hilo siempre por el lado más débil.
A la luz de nuestra memoria: el pueblo argentino sabe que volver al FMI es una mala noticia. En el año 2003, Néstor propuso un modelo de desarrollo con independencia económica e inclusión social. Ahora, con un video con un mal discurso leído peor, en tres minutos te meten el Fondo por la ventana después de una corrida cambiaria producto de la propia timba financiera generada por ellos.
La modernidad que dicen representar con una política de comunicación microsegmentada y discursos renovados, posmodernos, disfraza la antigüedad completa: es el largo camino para el ajuste de ricos contra pobres que existe “desde que el mundo es mundo”. ¿Qué hay de nuevo entonces en esto tan viejo? Ajuste pop.