El apoyo público y explícito del gobernador mendocino y presidente del Comité Nacional de la UCR, Alfredo Cornejo, a la negociación para contraer un nuevo endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), desnudó y profundizó las internas de la Convención Nacional del partido centenario. El blanqueo de esas diferencias corrió por cuenta del titular de ese organismo, Jorge Sappia, que se reunió con la Comisión de Economía del Instituto Radical de Políticas Públicas para cuestionar el alineamiento de Cornejo y lanzar una propuesta alternativa a la política de Cambiemos, integrado por el radicalismo.
“Frente a la apertura de las negociaciones del gobierno nacional con el FMI, corresponde poner en claro que esa resolución oficial representa el condicionamiento de las decisiones políticas y económicas argentinas a la lógica del Stand By. Sostenemos que antes de esa determinación deberían haberse intentado otras medidas menos gravosas para el pueblo, sus trabajadores, sus empresarios, sus jubilados. Ahora, existe un riesgo cierto de recesión, y con ella, la caída del consumo, la parálisis económica y la pérdida de fuentes de trabajo y de empleo”, afirmó el presidente de la Convención Nacional de la UCR, desde una inusual declaración pública que contradijo al apoyo del titular del partido y también de su segundo: Agustín Campero, vicepresidente 1° de la Convención Nacional, que también ocupa el cargo de secretario de Articulación Científico Tecnológica de la Nación, del ministerio de Ciencia y Tecnología que encabeza Lino Barañao.
Campero es un hombre que responde a otro radical mendocino: el ex titular de la UCR, Ernesto Sanz, que redobló su influencia en el partido para que la Convención se pronuncie a favor del endeudamiento. Fuentes partidarias confiaron a Letra P que Campero le prodigó su apoyo al Gobierno, pero Sappia salió de inmediato a desautorizarlo mediante el comunicado, donde le reclamó al Gobierno “afrontar esta situación con valentía y coraje” y lanzó una alternativa pública para la alianza que integra su partido.
“La propuesta que ponemos a consideración de la opinión nacional, es comenzar impulsando una reforma fiscal que grave a los sectores que exhiben mayor capacidad tributaria, originando, a la vez, una compensación para aquellos que aseguran producción y trabajo. No podemos consentir que solo el 0,4 por ciento de los recursos de la administración nacional, provenga del impuesto a los bienes patrimoniales”, detalló.
Para Sappia, de origen cordobés y ex ministro de Trabajo de Eduardo Angeloz, “esta realidad, producto de la improvisación y la multiplicación de errores, generados por ausencia de apertura y consultas, debe ser corregida por una convocatoria a todos los sectores involucrados, a un amplio Acuerdo Político, Económico y Social, para lograr objetivos de convergencia que faciliten políticas de Estado, capaces de otorgarle contenido a la necesaria gobernabilidad y consolidación institucional del país”.