Tras el acuerdo entre Carrefour y el gremio de Comercio, los supermercados del interior expresaron su “preocupación” por las ventajas concedidas por el Gobierno a la firma francesa y reclamaron un trato igualitario para todos los comercios que sufren la baja del consumo.
La Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA) consideran que las beneficios que le fueron otorgados a la firma francesa exceden lo previsto en un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) normal.
El acuerdo prevé retiros voluntarios de hasta 150% del sueldo para los que están cerca de la jubilación, el pago del 50% de las carga patronales de la compañía a cargo del Estado por 18 meses, la reconversión de una docena de hipermercados en mayoristas y el cierre de las bocas de expendio que funcionan en locales en alquiler solo cuando venzan los contratos.
Las cámaras señalaron que “en caso de no otorgarse las mismas facilidades a todas las empresas del sector que lo soliciten, se estaría frente a un tratamiento discriminatorio hacia los supermercados pymes y cadenas regionales de todo el país” que enfrentan situaciones críticas de igual o mayor magnitud.
En ese sentido, remarcaron que los supermercadistas del interior “vienen sobrellevando dificultades a raíz de la caída del consumo y los desmesurados aumentos de costos”, pero recalcaron que además deben enfrentar “la competencia del comercio ilegal y de grandes cadenas cuyo objetivo es apoderarse de la totalidad del mercado”.
Asimismo, advirtieron que existe “un riesgo concreto” de que esta situación de crisis del sector supermercadista “termine favoreciendo una vez más al proceso de concentración que destruye a empresas nacionales que reinvierten el país en lugar de enviar regalías al exterior”.