Para el 50,9% de los entrerrianos la situación económica de su provincia es negativa, mientras que el 43,2% cree que es positiva. Entre las valoraciones críticas, el 34,6% considera que es mala y el 16,3% muy mala, mientras que el grupo de quienes la consideran positiva, el 39,1 % considera que es buena y el 4,1% que es muy buena. Esa polarización surge de un estudio reciente realizado por la consultora ARESCO, de Julio Aurelio & Asociados, entre el 6 y el 9 de marzo sobre una población mayor de 16 años en condiciones de votar, y sobre 3.000 casos efectivos.
El estudio no sólo aporta un pantallazo sobre el humor social, y el peso de la expectativa económica, sino que ofrece los contornos de opiniones en un año no electoral, previo a las ejecutivas de 2019. Entre los consultados, el 32,3% considera que el responsable de la mala situación económica es el Gobierno Nacional, el 21,1% se la achaca a la administración provincial, conducida por el peronista Gustavo Bordet, pero el 39,9% le carga las responsabilidades a ambos gobiernos por igual. Aún así,el 44,8 % espera que estará mejor, y el 42,3% cree que estará peor, aunque el 71% de los encuestados considera que la situación económica de Entre Ríos depende mucho y bastante del Gobierno Nacional: todo un costado revelador de las perspectivas políticas de los habitantes de una provincia gobernada por un mandatario peronista que mantiene un diálogo tan cercano con la Casa Rosada como el cordobés Juan Schiaretti o el salteño Juan Manuel Urtubey.
En ese contexto, el estudio también sondeó la imagen de los principales referentes provinciales y del presidente Mauricio Macri. Bordet tiene una imagen positiva del 57,2%, una negativa del 26,8% y una imagen difusa del 14,1%. Macri tiene una negativa del 57,2%, una positiva del 43,2% y un 4,1% de indecisos. Dentro de la provincia mesopotámica donde la Unión Cívica Radical decidió sumarse a Cambiemos para las presidenciales de 2015, la geografía política de la imagen presidencial es particular: Macri tiene un pico de imagen positiva del 63,9% en Gualguaychú (donde se realizó la convención partidaria que marcó el derrotero actual del radicalismo) y el menor pico de 46,1% en Concepción del Uruguay. En esta ciudad está la imagen negativa más alta del Presidente, que registra un 49,1% de opiniones adversas, mientras que en Gualeguaychú tiene un 34%.
Debajo del casi 60% de aprobación de Bordet, el dos veces intendente de Concepción y ex vicegobernador provincial, Eduardo Lauritto, del Frente para la Victoria, concentra el 71,7 % de imagen positiva. Martín Piaggio, intendente de Gualeguaychú, del mismo signo que Lauritto, tiene el 62,7 % de imagen positiva. Enrique Cresto, dos veces intendente de Concordia por el peronismo tiene una positiva del 55 %. El radical Sergio Varisco, como intendente de Paraná tiene una imagen positiva del 42 por ciento de los encuestados.
En los años no electorales, los elementos de mayor ponderación pasan por las imágenes de gestión y la percepción del impacto económico, dos cuestiones donde Cambiemos aparece relegado. Sin embargo, el estudio preguntó a los encuestados por quién votaría si las elecciones para gobernador fueran ahora. El 36,7% opinó que lo haría por el actual ministro del Interior Rogelio Frigerio, oriundo de esa provincia; el 28,4% insertaría la boleta de Bordet, el 20,5% lo haría por otras fuerzas que la encuesta no menciona y hay un 14,4% de indecisos.
Sin embargo, en Paraná, que es la única ciudad provincial de envergadura donde gobierna Cambiemos, el candidato del peronismo aparece beneficiado. Un 31,2% dijo que votaría por Adán Bahl, aspirante del PJ, que se impone sobre Varisco que llega al 26,7 %, otras fuerzas políticas consiguen el 25 % y los que no saben suman el 17,1 %. Concordia, por el contrario, revela otra geografía electoral. Se trata de un lugar donde siempre ganó el peronismo desde 1987, pero si los entrerrianos votaran hoy, ganaría como intendente de Concordia Roberto Niez, de Cambiemos, que suma el 34,3% de opciones. Atrás queda el peronista Cresto con el 32,8%.