Congreso Nacional

Diputados reemplazó el mega DNU por tres leyes y la sesión terminó en escándalo

El FPV y el massismo plantearon rechazar el decreto en el recinto antes de comenzar con el debate. El Bloque Justicialista incorporó cambios. Cambiemos dejó la sesión sin quórum para evitar el revés.

En una sesión que terminó en escándalo, Diputados aprobó este jueves por la madrugada las tres leyes que reemplazaron al mega DNU de "desburocratización del Estado" que dictó el presidente Mauricio Macri, y que había sido rechazado por la oposición en el seno de la comisión Bicameral de Trámite Legislativo. Mientras el kirchnerismo y el massismo pidieron votar el dictamen de rechazo en el recinto antes de comenzar con el debate de los proyectos, el interbloque Argentina Federal negoció con el oficialismo que se incluyera una leyenda sobre la derogación en los tres proyectos, que salieron con modificaciones, y ambos bloques dejaron la sesión sin quórum antes de que el recinto se pronunciara en contra del decreto. 

 

Al comienzo del debate el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, planteó la necesidad de alterar el plan de labor acordado para la sesión, para adelantar al primer lugar la "declaración de validez del decreto 27 de fecha 10 de enero de 2018", que votó la Bicameral de DNU a principios de febrero.

 

Ese día, la oposición en pleno acompañó el dictamen de rechazo al decreto. El texto llevó las firmas de los diputados Marcos Cleri, Máximo Kirchner (FPV) y Pablo Kosiner  (interbloque Argentina Federal) y de los senadores Anabel Fernández Sagasti (FPV), María Teresa González, Daniel Lovera y Guillermo Snopek (interbloque Argentina Federal) y María Fiore Viñuales (Partido Renovador de Salta). Pero aunque el dictamen que se pronunció por la validez del decreto también contó con ocho firmas, todas de Cambiemos, se transformó en el de mayoría, por tener el apoyo del presidente de la Bicameral, el radical Luis Naidenoff.

 

 

Monzó con Rossi, Moreau y Cristina Álvarez Rodríguez, durante la sesión (Télam)

 

 

El rechazo que suscitó la norma en la oposición hizo que, apenas iniciada la reunión de la Bicameral, Naidenoff anunciara que el Gobierno enviaría al Congreso tres proyectos para reemplazar el polémico decreto de necesidad y urgencia, algo que finalmente derivó en la presentación de tres iniciativas que presentaron los diputados oficialistas el 20 de febrero, y que llevan el nombre de ley de simplificación y desburocratización para el desarrollo de la infraestructura, de simplificación y desburocratización de la Administración Pública Nacional y de simplificación y desburocratización para el desarrollo productivo de la Nación.

 

 

 

Una vez ingresados al Congreso, los proyectos sufrieron algunas modificaciones fundamentales, impuestas por el interbloque Argentina Federal, que responde a los gobernadores, como la eliminación de los cambios previstos en el DNU para el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) y del artículo que permitía la embargabilidad de las cuentas sueldo. Además, modificaron el artículo por el cual el oficialismo buscaba imponer la factura electrónica, perjudicando a los usuarios de servicios sin acceso a internet.

 

Sobre el final de las leyes, incluyeron una leyenda en la que se especifica la derogación de los capítulos del DNU que se correspondían con el proyecto aprobado.

 

"Teniendo la posibilidad de ordenarnos parcialmente, derogando ese DNU, para después plantear el tratamiento de las leyes, no lo hacemos: nos proponen un tratamiento de atrás para adelante”, planteó Rossi, que calificó la jugada como "un mamarracho parlamentario".

 

Rossi pidió, primero, que se votara la inclusión de los proyectos que reemplazaban el DNU y que habían sido incluidos en labor parlamentaria sin que hubieran pasado los siete días que el reglamento exige para que sean llevados al recinto. Para eso se requiere una mayoría de dos tercios. El oficialismo estuvo a solo nueve votos de que se cayera la sesión, que se salvó porque el peronismo dialoguista y el Frente Renovador acompañaron a Cambiemos.

 

 

El interbloque Argentina Federal negoció cambios en el texto de las tres leyes. 

 

 

"No queremos ser responsables de que se caiga la sesión", dijo la presidenta del bloque massista Graciela Camaño, quien sin embargo acompañó la otra propuesta de Rossi: adelantar el tratamiento de los dictámenes de la Bicameral para luego pasar a la discusión de las leyes. Camaño afirmó que el oficialismo debía aceptar tratar el tema en primer lugar "mínimamente por vergüenza ajena". La votación terminó con 150 votos negativos y 88 afirmativos, del kirchnerismo y el massismo.  

 

 

Camaño advirtió sobre los riesgos de no votar el rechazo al DNU. (Télam)

 

 

Pese a eso, el DNU fue destrozado por toda la oposición durante toda la sesión. " Lo correcto hubiera sido primero votar el rechazo y después avanzar sobre las tres leyes", opinó el massista Marco Lavagna. "Con el argumento de una situación de `necesidad y urgencia´, el Gobierno no sólo pretende saltear el debate desconociendo el rol del Congreso, sino que promueve iniciativas que afectan derechos", planteó Diego Bossio.

 

 

En tanto, el salteño Javier David, del Bloque Justicialista aseguró que la oposición ya está "cansada de arremangarse para arreglar estas cosas", que envía el Ejecutivo y el presidente de la bancada, Kosiner, ratificó su rechazo al DNU por razones constitucionales. "Este DNU no es necesario para el Gobierno, es conveniente, porque salta el tratamiento ordinario de formación de las leyes (...) Promovemos la derogación del DNU y su rechazo", dijo. "El Gobierno impone un decreto, los opositores nos quejamos y después vienen las negociaciones. Esto ya es una metodología", remarcó el diputado del Movimiento Evita Leonardo Grosso.  

 

La defensa del proyecto estuvo a cargo del oficialista Daniel Lipovetzky, que aseguró que "cada uno de los proyectos está destinado a simplificar y mejorar el funcionamiento de la administración pública y reducir trabas burocráticos para mejorar la competitividad de la Argentina".

 

 

 

"No es lo mismo derogar el DNU tal cual se está expresando en las leyes que abocarse al rechazo. Con la derogación le estamos dando la posibilidad del tiempo de la promulgación y de vetos parciales", advirtió rápidamente Camaño, quien señaló a los diputados que expresaron su opinión contraria al decreto que "lo saben muy bien".

 

Pero a pesar del rechazo generalizado, una vez aprobadas las tres leyes, la Cámara no se abocó al tratamiento de los dictámenes de la Bicameral de DNU, que figuraban en el último punto del orden de labor, sino que Cambiemos dio por terminada la sesión, dejándola sin quórum cerca de las tres de la mañana, lo que provocó un escándalo. El peronismo "dialoguista" también dejó el recinto.

 

"Es imposible construir un trabajo parlamentario de esta forma. Usted incumplió con el reglamento. Fue cómplice de esta maniobra. Son una porquería como bloque oficialista. No tienen límites", le gritaba Rossi a Monzó mientras los diputados del oficialismo dejaban la sesión sin quórum. "Han derogado leyes que están modificadas por un DNU que tiene plena vigencia hasta que el presidente promulgue las normas. No dimensionan lo que están haciendo. Acá la República no existe más", agregó Camaño. La izquierda, el Movimiento Evita, el socialismo y el bloque Unidad Justicialista, de San Luis, se sumaron al repudio a la metodología. "Avisele a la diputada (Elisa) Carrió que con este esperpento que hicieron hoy la Republiquita se transformó en la novia de Chucky. Rompieron todos los acuerdos de labor parlamentaria. ¿Cómo vamos a seguir trabajando?", planteó la diputada Araceli Ferreyra.

 

 

 

Por lo tanto, el mega DNU seguirá vigente hasta tanto se promulguen las leyes, ya que para que cesen sus efectos debería ser rechazado por ambas Cámaras, tal como establece la ley 26.122.

 

El único antecedente de un rechazo en el recinto de Diputados a un DNU, según consta en los registros de la Dirección de Información Parlamentaria, fue el 13 de abril de 2010, cuando la Cámara votó en contra del decreto 298, por el cual Cristina Fernández de Kirchner creó el Fondo de Desendeudamiento Argentino. Ese día, con Eduardo Fellner como presidente y el denominado “Grupo A” en la oposición, el recinto rechazó el decreto de la ex presidenta con 140 votos en contra y 93 a favor, en sintonía con el dictamen de la Comisión Bicameral.  Sin embargo, el DNU nunca fue rechazado en el Senado, por lo que siguió vigente.

 

 

 

Esta fue la primera sesión ordinaria en Diputados desde 2016 ya que, como publicó Letra P, Cambiemos esquivó durante todo 2017 las reuniones de tablas, para evitar el tratamiento en el recinto de los decretos de necesidad y urgencia (DNU) del presidente Mauricio Macri que tenía dictamen de rechazo en la Bicameral de Trámite Legislativo.

 

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Martín Menem 

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