Tras una semana en la que se conoció que la inflación se disparó un 4,2% en el primer bimestre, y en medio de rumores que abrieron un manto de duda sobre su continuidad al frente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger reapareció en escena tras varios días de silencio. Lo hizo en el Instituto Internacional de Finanzas, en el marco de las reuniones preliminares del G-20. Allí, buscó descomprimir las alertas generadas ante los números dados a conocer por el INDEC, al afirmar que “no hay perspectiva” de que el tipo de cambio “se mueva en el resto del año". Con promesas de dólar controlado, el titular del BCRA aseguró que "el proceso de desinflación se hará más evidente a partir de mayo o junio". Para esto, ponderó “el anclaje en los salarios” en torno a la meta de 15%: “Eso va a ayudar muchísimo".
En ese contexto, aludió a las recientes intervenciones del BCRA sobre el tipo de cambio y dijo que se debieron a que en la entidad tienen una "percepción distinta a la del mercado" y prometió que, en adelante, "la nominalidad" del tipo de cambio va a estar mucho más controlada: "En las últimas semanas estuvimos interviniendo, mientras que en los últimos dos años lo habíamos hecho esporádicamente. Lo que veíamos es que la percepción del mercado no coincidía con la del Banco Central, y habiendo existido una depreciación muy fuerte del peso en los últimos tres meses, nos pareció un buen momento para dar una señal", aseguró.
Al advertir que "no hay nada de particular o extraño" en las recientes intervenciones de la autoridad monetaria, en las que vendió reservas en el mercado mayorista para evitar un salto en la cotización, Sturzenegger recordó: "En las últimas semanas intervenimos como lo hicimos esporádicamente en los dos últimos años".
En materia inflacionaria, el titular del BCRA defendió la política monetaria "más restrictiva" de este año, y ahondó: "El segundo elemento en esta materia es el anclaje en los salarios, ya que hubo mucha coordinación, tanto en el sector privado como en el público, en torno a la meta de 15% y eso va a ayudar muchísimo". En tercer lugar, el funcionario señaló el ajuste de los precios regulados que concluirá en pocas semanas más, por lo que en este punto, prometió no agregar “presiones inflacionarias". También, hizo foco en la reducción de las transferencias del Central al Tesoro, que habían llegado a 5% del PIB en 2015 y bajaron a 1,5% en 2017. "El objetivo pactado con Hacienda es reducir esas transferencias a 1% del producto este año, recortarlas a 0,5% en 2019 y eliminarlas en 2020, con lo cual se elimina este factor de inflación residual".
“La desinflación está claramente en las expectativas de los analistas y va pareja con el crecimiento de la economía, que será de 3% este año y el próximo, lo cual tiene que ver con las reformas estructurales en sectores como la agricultura, la ganadería, la energía y las finanzas, entre otros", aseguró Sturzenegger para contabilizar: "Llevamos siete trimestres de crecimiento, mientras en los últimos seis la suba rondó el 1% y no hay ningún atisbo de que ese ritmo se esté desacelerando, como lo demuestra la fuerte expansión en el último cuarto del año pasado".