La liberación de Cristóbal López y Fabián De Souza, consumada este viernes, terminó generando lo que se esperaba: un revuelo general dentro del Grupo Indalo ante la intención del tándem –adelantada por Letra P- de retomar el control de los medios y el resto de las empresas. “Si Cristóbal López pretende volver, nos vamos: no somos testaferros”, advirtió a este portal un hombre cercano al financista Ignacio Rosner, uno de los titulares del grupo OP Investments, que le habría comprado a López - De Souza el conglomerado que incluye la petrolera Oil, una constructora, los medios de comunicación y empresas de alimentos.
Si bien se esperaban en OP una movida semejante, conmocionaron los dichos de López tras ser liberado. En una entrevista con movileros en Puerto Madero, cerca de su departamento, el empresario patagónico aseguró: “No vendimos” Indalo. Y lo fundamentó asegurando que “el juez Julián Ercolini había inhibido los bienes”. Sintéticamente, reconoció que hubo un compromiso, pero no una venta, porque era imposible desde lo técnico. En torno a Rosner afirman que “la venta se hizo, aunque formalmente Ercolini nunca transfirió las acciones. No hay alternativas”.
La idea de retomar el manejo del Grupo se craneó en la cárcel: López partiría al sur, a una especie de retiro, mientras De Souza se haría cargo de los medios, su mayor obsesión.
El próximo lunes, se realizará una asamblea de accionistas, donde reaparecerá el tándem en cuestión. Los alcances de ese encuentro son un misterio. En paralelo, las especulaciones corren como reguero de pólvora. No son pocos los que sostienen que Rosner fue el brazo ejecutor del achicamiento del holding, una especie de preparación del terreno para una liquidación menos costosa. El problema radica en que, detrás de esta movida, hay casi dos mil familias que desde que Rosner llegó a Indalo tienen inconvenientes para cobrar los salarios y han perdido cualquier señal de seguridad laboral.
López y De Souza fueron encarcelados por haber evadido 8.000 millones de pesos en impuestos a la Transferencia de Combustibles a través de la empresa Oil. Y en las últimas horas fueron liberados en un fallo de cámara con dos magistrados a favor y uno en contra. Apenas vio la luz, López disparó contra todos: a la Justicia por considerarse “secuestrado” por 87 días; a los dueños de los medios y hasta habló de persecución política a todos los que están cerca del kirchnerismo.