Un 4,2% de inflación en el primer bimestre. La cifra dada a conocer este miércoles por el INDEC ya carcomió el 28% de la meta inflacionaria recalculada por el Gobierno para 2018 y no tardó en disparar planteos de re-reformulación por parte de dirigentes sindicales al calor de la discusión paritaria. En este marco, el 15% proyectado –y aún defendido- por la administración central despierta un creciente descreimiento en los economistas, entre ellos, el ex ministro de Economía bonaerense Jorge Sarghini, quien, en diálogo con Letra P, no dudó: “Cualquier cosa que se piense por debajo del 20% es de muy difícil cumplimento”. Con esa premisa, consideró que la búsqueda oficial de cerrar paritarias sin cláusula gatillo “es una forma de trasladar el costo inflacionario a lo salarial”.
El también ex titular de la Cámara baja bonaerense, hoy alejado del Frente Renovador y de la actividad política, evaluó que lo que el Ejecutivo no tiene en claro “es un plan económico integral” y que la férrea determinación de no ofrecer una actualización salarial automática en las negociaciones paritarias responde a “una decisión política” acerca de “quién paga los costos”.
-Con los números que dio a conocer el INDEC del 4,2% en el primer bimestre, ¿se pone en jaque la meta inflacionaria del 15%?
-Absolutamente. El Gobierno tiene la visión de que la inflación es un tema exclusivamente monetario. Sin duda, si no hay convalidación monetaria en el mediano y largo plazo, la inflación se ubica en los niveles que tenemos, pero son muchos los factores que influyen y entre ellos está la expectativa inflacionaria que el Gobierno manejó pésimamente. Ha manejado muy mal las expectativas y, cuando hay determinadas políticas inducidas por los desequilibrios macroeconómicos, es muy difícil bajarla.
-¿Qué números maneja de proyección inflacionaria para este año?
-Es muy difícil pensar cualquier número por debajo del 20%. En un 20% como piso. Cualquier cosa que se piense por debajo es de muy difícil cumplimento y eso se ve en las dificultades para cerrar las discusiones paritarias en general. El propio Gobierno no cree (en la meta del 15%) porque no quiere aceptar la cláusula gatillo.
"Es el Gobierno el que elige qué cosas indexa y qué no, porque hay otras variables que está indexando".
¿Cree que el principal freno inflacionario que pretende aplicar el Gobierno está en los salarios?
-Sin dudas. La búsqueda de cerrar paritarias sin cláusula gatillo es una forma de trasladar el costo inflacionario a lo salarial. En lo inmediato, querer cerrar paritarias en el 15% sin cláusula gatillo es decirles a los trabajadores ‘en el corto plazo ustedes van a tener ajustes salariales que ni siquiera compensarán algo de lo perdido’.
-¿En qué se está equivocando el Gobierno a la hora de intentar controlar la inflación?
-No hay una receta única. Lo que el Gobierno no tiene en claro es un plan económico integral que encuentre la forma de ir equilibrando o resolviendo los desequilibrios macroeconómicos que heredó y que ha mantenido y en algunos casos ha agravado. En la medida en que no tenga un plan económico claro, creíble, donde se puedan manejar expectativas reales, va a seguir sosteniendo el desequilibrio macroeconómico y va a seguir sin poder resolver la inflación.
"Lo que el Gobierno no tiene en claro es un plan económico integral".
-En el marco de la paritaria docente, el ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza, dijo que "si se aplica la cláusula gatillo de manera estricta, se generaliza el impulso inflacionario, porque es un instrumento indexatorio". ¿Qué opinión le merece?
-Pero es el Gobierno el que elige qué cosas indexa y qué no, porque hay otras variables que está indexando. Si uno ve lo que está pasando con el tema tarifario, con la emisión de títulos ajustados a la inflación; si uno ve la política impositiva de algunos impuestos de base fija, claramente hay muchas variables de la economía que se están indexando. No hacerlo en el salario es corroborar que hay una decisión de quién paga los costos. Claramente, es una decisión política.