Con la aguda pérdida del poder adquisitivo que se refleja aún más en los bienes durables, el sector automotriz atraviesa un panorama preocupante que podría generar suspensiones de personal en fábricas que abastecen al mercado local. De esto dio cuenta el CEO de Volkswagen Argentina, Hernán Vázquez, quien advirtió este sábado que la venta de autos atraviesa "el peor momento del año", mientras anticipó que se encuentra en negociaciones con el gremio Smata para concretar "algún día de suspensión" entre fines de 2018 o principios de 2019.
"Habíamos arrancado un año que iba camino al éxito absoluto y récord histórico", comentó para marcar que "lamentablemente, a partir de julio se dieron vuelta las cosas". En declaraciones a radio Continental, Vázquez sostuvo que "la situación de alarma del sector es importante", mientras analizó que la venta de autos "está pasando el peor momento del año".
Ya hacia finales de agosto, Dante Álvarez, titular de la Asociación de Concesionarios Automotores de la República Argentina (Acara), alertaba que la venta de autos 0 km en 2018 "será la peor de los últimos 15 años".
Por su parte, el CEO de Volkswagen Argentina observó que, a lo largo del año, “la tendencia ha cambiado de una forma radical” y subrayó que "la entrada de pedidos y las suscripciones de autoahorro están augurando que esto no paró y que va a durar estimamos".
"Estamos dialogando con Smata y estamos mostrando el panorama e intentando llegar a acuerdos para que a finales de año o principios del próximo, conjuntamente con las vacaciones, tengamos algún día de suspensión, pero que no sea nada dramático", remarcó y evaluó que "es una aterrizaje suave desde el punto de vista de producción".
Bajo este escenario, Vázquez estimó que en los planes de ahorro del rubro hay una baja de "un 60% en octubre con respecto al mismo mes del año pasado", mientras resaltó que si bien el nivel de mora "sigue siendo bastante bajo", la curva "tiende a empeorar de a poco".
Frente a ese panorama, indicó que "la primera estrategia en el corto plazo" adoptada por la empresa es "adecuar niveles de stock".
"Hemos cortado de forma dramática la importación y, lamentablemente, a nivel local en algunas de las fábricas que nutren el mercado argentino estamos viendo algún tipo de suspensiones y cosas por el estilo", apuntó, a la vez que resaltó: "Nos hemos encontrado con unos stocks que iban camino a un mercado de un millón de vehículos", mientras precisó que ahora va "a una media que augura que, al menos el primer semestre, tendrá un ritmo de 600 mil coches en el año".
