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Cautela con Brasil: Macri no quiere repetir el error que cometió con Hillary

En el Gobierno defienden las declaraciones de Faurie sobre Bolsonaro e interpretan que Haddad habló de Macri para seducir a sus votantes. Las internas del Palacio San Martin sobre el enfoque oficial.

La relación bilateral con Argentina se coló en medio de la cuenta regresiva final para unas de las elecciones más polarizadas en la historia del Brasil a partir de las declaraciones que lanzó el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, quien definió al presidente Mauricio Macri como "un amigo personal”. Lo hizo basado en la relación que cultivaron ambos políticos cuando conducían las alcaldías de San Pablo y de Buenos Aires, pero el mensaje le quitó el velo a los discretos pero febriles movimientos que realiza la administración de Cambiemos con los ojos puestos en el derrotero electoral del gigante amazónico.

 

Las declaraciones del candidato petista, que reemplaza al detenido Luis Inacio Lula Da Silva, fueron interpretadas en la Casa Rosada como un mensaje más concentrado a “seducir a la clase media brasileña, que no quiere más populismo y valora a Macri”, que a endulzar los oídos porteños sobre el futuro del complejo vínculo político y comercial que administran los dos socios mayores del Mercosur. Sin embargo, el futuro del Mercado Común del Sur no pasa inadvertido para el Palacio San Martín, que instruyó a la embajada en Brasilia para desarrollar contactos informales con el equipo del ex militar y candidato de ultra derecha Jair Bolsonaro.

 

“Es un militar brasileño y su política respecto al Mercosur todavía es una incógnita, aunque es posible que tanto él como Haddad mantengan la misma política de Brasil de negarse a facilitar acuerdos comerciales del bloque con socios extra regionales”, confió a Letra P una fuente diplomática que se mostró más segura de un posible acuerdo de Argentina con la Unión Europea que del Mercosur con los firmantes del Tratado de Maastricht.

 

 

 

A diferencia de esa lectura, proveniente de las entrañas del Servicio Exterior, cerca del canciller Jorge Faurie negaron que la política de Brasil obstaculice la firma de un acuerdo con la UE, pero no desmintieron el interés argentino por avanzar igual con la administración de Bruselas.

 

“Nuestra economía y nuestro proceso productivo están estrechamente ligados no sólo por el Mercosur, sino porque es nuestro principal socio de referencia en la región. Puede sonar a frase hecha, pero realmente es sustancial para nuestra economía que Brasil tenga una economía sólida”, contestó una alta fuente cercana al canciller, que este martes definió a Bolsonaro como “un candidato de centro derecha”, una caracterización que cosechó duras críticas locales por omitir las declaraciones misóginas y racistas del ex militar.

 

 

 

Los voceros de Faurie le bajaron el tono a los dardos que recibió por esa declaración. “Fueron del micro mundo organizado de Twitter. Su respuesta fue clarisima y orientada a dar una respuesta responsable relativa al cargo que tiene. No le corresponde nunca a un canciller hacer valoraciones de la elección de otro país a días de ocurrir”, atajó un portavoz oficial y se limitó a dibujar una cautelosa caracterización de los comicios brasileños. “El punto es que un candidato ha hecho una campaña con ideas que uno podría decir más de izquierda y otro más de derecha, pero por fuera de eso, nosotros mantenemos pleno respeto por el pueblo brasilero y por quien elijan los brasileros”, redondeó la fuente para asegurar que la Argentina buscará mantener “una excelente relación política y comercial con cualquier candidato que ocupe la presidencia”.

 

 

 

Detrás del mensaje diplomático que ofrecen desde el piso 13 de la Cancillería, otros funcionarios del mismo palacio consideraron el mensaje de Faurie como “un sincericidio innecesario” para congraciarse con un candidato “muy de derecha, al que salieron a caracterizar a último momento, en medio de una elección determinante para Brasil”.

 

“Hay que recordar que es el mismo gobierno que hace tres años le permitió a varios funcionarios, incluido el Presidente, mostrar sus preferencias por la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, poco antes de que se impusiera el republicano Donald Trump y quedaran todos boquiabiertos y sin iniciativa”, espetó un embajador de carrera.

 

 

 

Ante las consultas de Letra P, en la Casa Rosada explicaron que “hay un seguimiento cotidiano sobre el desarrollo de la campaña y la evolución de la economía brasileña después del lunes”, en referencia a cómo reaccionarán los mercados de acuerdo al desenlace de los comicios entre el petista Haddad y Bolsonaro, considerado un representante de la "extrema derecha" por buena parte del arco político argentino, salvo por Cambiemos. 

 

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