BAJO LA SOMBRILLA. MIGUEL BAZZE

“Esperar resultados a dos años era voluntarismo; la demora es lógica”

El diputado dice que la UCR tiene “la obligación de garantizarle a la sociedad” que tendrá la respuesta que espera del Gobierno. Afirma que el Ejecutivo “está lejos” de querer cerrar el Congreso.

La semana arrancó con la confirmación oficial de la sospecha que tenía la mayoría de los diputados: tras un diciembre intenso y complejo para el oficialismo en términos de acuerdos parlamentarios, el Gobierno anunció que no llamará a sesiones extraordinarias en febrero. Sin urgencias para Cambiemos – mega DNU mediante -, el receso legislativo se extenderá hasta el 1 de marzo. “Se trabajó mucho a fin de año y avanzamos en todos los instrumentos legislativos que el Gobierno va a necesitar en 2018”, dice el radical Miguel Bazze del otro lado de la línea telefónica, desde sus vacaciones en Mar del Plata, donde descansa junto a su familia.

 

Una de los diputados más experimentados de Cambiemos, referente del radicalismo en la provincia de Buenos Aires, Bazze confronta las denuncias de la oposición de que el Poder Ejecutivo pretende “clausurar” el Congreso y asegura que el Poder Legislativo tiene “un rol fundamental” en el esquema político actual. Habla de la responsabilidad de la UCR dentro del Gobierno y asegura que tiene “la obligación de garantizarle a la sociedad” que tendrá la respuesta que espera. En sintonía con lo dicho por Ernesto Sanz y Alfredo Cornejo, afirma en diálogo con Letra P que es tiempo de mostrar “resultados”.

 

DE VACACIONES. Pasó tres días en Mar del Plata, volvió a su ciudad, La Plata, para mantener reuniones políticas y regresó este viernes a la ciudad atlántica para pasar unos días junto a su esposa y su familia. “Me encantan las playas de la provincia de Buenos Aires. Voy siempre”, cuenta. En enero, aprovechó para leer el libro póstumo de Zygmunt Bauman, “Retrotopía”, y algunos cuentos de autores argentinos. Bauman lo “obligó” a repasar “Homo Deus”, el libro del autor israelí Yuval Harari, y en los próximos días se sumergirá en textos más ligados a la economía. Le gusta salir a caminar y, cuando puede, también juega al fútbol con sus cinco hijos varones. “Por supuesto que paso vergüenza”, bromea.

 

-¿Qué evaluación hace del anuncio de que finalmente no va a haber sesiones extraordinarias en febrero?

 

-Es más o menos lo que esperábamos, porque en el Congreso trabajamos mucho en diciembre y avanzamos en todos los instrumentos legislativos que a nuestro juicio va a necesitar el Gobierno para 2018. Quedaba alguna cuestión que en todo caso podíamos analizar en febrero, pero nada urgente. Se trata, simplemente, de postergar el tratamiento unas semanas más. Lo que se necesitaba se aprobó en diciembre.

 

-¿La postergación de la reforma laboral tiene que ver con el temor a que se complicara conseguir consenso, como sucedió con la previsional?

 

-Sí. Son debates que hay que abordar con mucha responsabilidad, porque tienen que ver con el futuro del país, con los sectores que están en una situación muy complicada, que están sin trabajo o tienen trabajo en negro. Todo es parte de un debate profundo. En la Argentina, hay que replantearse muchas cosas y generar las condiciones para el crecimiento económico y el desarrollo social. Lamentablemente, hay sectores que tienen una actitud reaccionaria frente a la posibilidad de analizar esto en profundidad.

 

 

Bazze descansa en Mar del Plata junto a su familia. (Foto gentileza)

 

 

-¿Qué opinión le merece el mega DNU de “desburocratización” del Estado que dictó el Presidente? ¿Son temas de necesidad y urgencia? Ricardo Alfonsín lo criticó en duros términos.

 

-La utilización de los DNU de manera exagerada termina siendo negativa. Pero, en definitiva, todo esto va a ser analizado en el Congreso. En concreto, la mayoría de los temas que están incluidos en este DNU no tiene ningún tipo de importancia institucional. Tiene que ver con una administración más eficiente del Estado.

 

-Pero el DNU incluye una modificación de la Ley de Contrato de Trabajo, por ejemplo.

 

-Sí. También hay temas más importantes que inevitablemente van a terminar siendo tratados en el Congreso, ya sea por el DNU o porque se debata cada uno de estos temas en particular, con proyectos de ley generados incluso por la oposición. De ninguna manera esto clausura el Congreso. Si hay algo que está claro es que el Congreso hoy tiene una presencia importantísima en la política institucional del país. Cambiemos no tiene mayoría en ninguna de las dos cámaras y también tiene predisposición para que las cosas se debatan. Una parte de la oposición ha contribuido en la misma dirección. En Argentina estamos muy lejos del peligro de que el Poder Ejecutivo pretenda funcionar sin el Congreso. Al contrario, el Congreso ha tenido una participación muy activa en este proceso político que vivimos desde 2015.

 

"Estamos muy lejos del peligro de que el Poder Ejecutivo pretenda funcionar sin el Congreso. Al contrario, ha tenido una participación muy activa en este proceso político." 

-En los últimos días, Ernesto Sanz y Alfredo Cornejo coincidieron en la idea de que Cambiemos ganó las elecciones 2017 por expectativa, pero que tiene que empezar a mostrar resultados. ¿Coincide con esa idea?

 

-Absolutamente. Sin que esto signifique cargar sobre el Gobierno una responsabilidad que desde mi punto de vista no tiene. Era bastante lógico que en dos años no íbamos a tener los resultados que esperábamos, porque la situación del país es muy compleja desde el punto de vista económico y social. El nivel de producción de la industria argentina es bajo, las finanzas de Estado están complicadas, hay un déficit alto. Y, desde el punto de vista social, las condiciones de pobreza, desocupación y trabajo en negro muestran que hay una situación difícil. Entonces, esperar resultados en poco tiempo era voluntarismo puro. Era natural que se tardara en alcanzar soluciones. Ahora, la principal preocupación de todo Cambiemos y del radicalismo en particular tiene que ser garantizarle a los argentinos que tengan la respuesta que esperan. No podemos estar frente a una nueva frustración.

 

-Hacia adentro de Cambiemos, ¿cómo ve posicionado al radicalismo para 2019 en lo que respecta a la pelea por lugares en las listas?

 

-La principal preocupación del radicalismo tiene que ser cómo le va al país con el gobierno de Cambiemos. Por supuesto, nosotros vamos a demandar espacios en las listas como hicimos en 2017. Pero el radicalismo no es una agencia de colocaciones. Es un partido político que, a lo largo de la historia, pretendió hacer lo que la sociedad le demandaba. Y lo que hoy la sociedad demanda es que la UCR sea una garantía dentro de Cambiemos para que se le dé la respuesta que espera, que mejore la situación económica y social. Y estamos haciendo las cosas para avanzar en esa dirección.

 

Victoria Villarruel, vicepresidenta de la Nación.
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