El recálculo de la meta inflacionaria, los tarifazos, la escalada del dólar y las tensiones que ya se avizoran en las incipientes negociaciones paritarias, son algunas de las recientes señales que dan cuenta de un 2018 en el que la agenda económica tendrá central presencia. En esa línea va el analista y consultor político Ricardo Rouvier, quien, en diálogo con Letra P, consideró que el factor económico marcará este año el termómetro de la relación Gobierno-sociedad, a la vez que adelantó que en enero la imagen de la administración Macri profundizará la caída registrada en diciembre al calor del ajuste previsional.
En tanto, subrayó que “no hubiera recomendado” al Presidente que se tome tres semanas de vacaciones, al argumentar que “la situación hoy de la sociedad requiere del Gobierno que dé muestras de austeridad” y que gestos como ese “indudablemente no son las más convenientes”.
BIO. Ricardo Augusto Rouvier es consultor político. Licenciado en Sociología (UBA), Doctor en Psicología Social (Universidad de Belgrano), Maestrando en Epistemología (Universidad de Tres de Febrero y profesor universitario. Es titular de R.Rouvier & Asociados, empresa abocada desde 1992 al campo de la investigación de mercado y de opinión pública.
La relación entre el discurso de lucha contra las mafias sindicales y la reforma laboral; el factor CFK y los desafíos de la oposición, son algunos de los temas abordados con el titular de Rouvier & Asociados, quien resaltó que, post reforma jubilatoria “la imagen del Gobierno registró caída en diciembre, ha bajado seis puntos aproximadamente y todavía está bajando. Nosotros estamos terminando ahora la medición de enero y lo que estamos viendo es que ha seguido bajando un poco más, o sea que seguramente el resultado de enero va a ser negativo”.
"La mayoría de la población empieza a sufrir cierto desencantamiento con respecto a la expectativa que tenía del derrame económico".
-¿Por dónde van a pasar las cuestiones primordiales para la opinión pública en 2018?
-Cada vez más la cuestión clave pasa a ser a medida que pasan los días, la relación de la economía con la sociedad, que lo que presenta son algunas situaciones muy puntuales de recuperación económica, en el caso de la obra pública que la actividad inmobiliaria se está moviendo un poco más, la venta de algunos productos, sobre todo de alta calidad o precios como en el caso de autos o motos de alta cilindrada, la soja obviamente, pero el resto de la actividad económica en general muestra signos de recesión y esto indudablemente afecta a la mayoría de la población que empieza a sufrir cierto desencantamiento con respecto a la expectativa que tenía del derrame económico. La gente empieza a pensar que eso no se va a producir.
-Entonces, ¿considera que la constante reminiscencia del Gobierno a la “pesada herencia” va a ceder en 2018 ante el factor económico?
- Lo económico va ir tomando cada vez más importancia, cada vez va a tener menos importancia la herencia pasada del Gobierno de Cristina, y cada vez más importancia lo que vaya ocurriendo en el día a día de la política económica actual del Gobierno. Por lo tanto, la referencia al pasado va a ser cada vez menor, más débil.
- ¿El Gobierno va a profundizar desde lo discursivo la lucha contra las mafias sindicales? ¿Es un telón del fondo para avanzar en una reforma laboral?
-Sí, puede ocurrir y ocurre que el Gobierno presenta otros costados en los cuales puede compensar esta pérdida por la cuestión socio-económica o por la cuestión previsional y esos otros costados tienen que ver con la lucha contra la delincuencia, contra las mafias y demás. Eso el Gobierno lo presenta como un resultado positivo. Veremos. Indudablemente todavía falta mucho para la competencia electoral del 19, vayamos viendo cómo en las encuestas una cosa que significa una pérdida de puntos para el Gobierno, la otra cosa significa una ganancia. Vamos a ver cómo va quedando la situación. Pero indudablemente el 2018, sobre todo a partir de junio, la mirada va a estar puesta en las candidaturas para 2019.
"Hoy lo predominante en la discusión dentro del peronismo es si uno está a favor de Cristina o en contra".
-El factor CFK, ¿cómo va a jugar en la búsqueda de unidad peronista?
-Eso va a jugar en términos de que Cristina Kirchner es una figura indiscutible dentro del peronismo pero es una figura discutida en términos de su proyección futura y eso está en cuestión, y hay sectores del peronismo que no quiere que participe en las discusiones de unidad, otros que sí. El peronismo está conversando para volver a unirse pero esa unión va a ser difícil, complicada, habrá que seguirla atentamente porque no es sencillo teniendo en cuenta que la posición favorable y desfavorable respecto a Cristina son posiciones predominantes. O sea, hoy lo predominante en la discusión dentro del peronismo es si uno está a favor de Cristina o en contra.
-Y desde la oposición, ¿cuáles son los desafíos para este año? ¿La unificación del discurso opositor a las medidas de Macri fue un espejismo durante la reforma previsional o puede consolidarse la unidad de criterio?
-Yo creo que habrá gestos de unidad en el ámbito legislativo, sobre todo en Diputados, de distintos sectores del peronismo en función de leyes específicas, se va a discutir caso por caso. No va a haber alianzas generales sobre cualquier ley, sino que va a haber alianzas sobre cada ley específica. Es indudable que todavía hay desconfianza entre los sectores peronistas que van a tener que ir limando con las conversaciones y el diálogo. Por eso el diálogo va a ser difícil, complicado y va a requerir bastante tiempo.
De todas maneras, se puede suponer que el kirchnerismo piensa que a medida que se acerque la fecha electoral, la unidad va a ser más factible en términos de la necesidad de unión para ganar las elecciones. Personalmente, creo que eso puede ocurrir a medida que se acerque la fecha pero me parece que todavía las grietas que hay dentro del peronismo son importantes.
"El exceso de consumo o de vacaciones o posiciones que puedan ser vistas como no austeras, indudablemente no son las más convenientes".
-¿Impacta en la imagen del Presidente que se haya tomado tres semanas de vacaciones?
- Yo no se lo hubiera recomendado, pero tampoco lo medí como impacto. Pero en mi opinión, como consultor, no hubiera recomendado eso, teniendo en cuenta que la situación hoy de la sociedad requiere del Gobierno que dé muestras de austeridad. El Gobierno debe dar muestras de austeridad pero muestras claras, concretas, no expresiones de deseo, no palabras, sino decisiones alrededor de la austeridad.
Por ejemplo, en el DNU que se acaba de emitir con tantas modificaciones de leyes, una cosa que puede ser bien vista es que los coches o vehículos oficiales ya no tienen libre estacionamiento. Ese es un gesto de la política que seguramente va a ser bien recibido por la población en general. Pero el exceso de consumo o de vacaciones o posiciones que puedan ser vistas como no austeras, indudablemente no son las más convenientes.