Horas después de culminada la visita del vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence a la Argentina, el gobierno de Donald Trump confirmó que le aplicará importantes aranceles a la importación de biodiesel nacional.
Lo llamativo es que hace unos días el Departamento de Comercio estadounidense había mencionado una demora en la resolución del conflicto hasta octubre. Vale recordar que en marzo pasado, la National Biodiésel Board (NBB) denunció al biodiésel argentino por supuesto dumping, además de por "prácticas desleales" por la presunta aplicación de subsidios, y pidió una investigación a las autoridades norteamericanas.
Más allá de lo prometido, Estados Unidos, por medio de su Departamento de Comercio, decidió aplicar aranceles provisorios de entre 50,29 y 64,17% (con un promedio del 57%), argumentando que las ventas argentinas están subsidiadas. Más adelante debería aplicar un derecho definitivo.
En 2016, las importaciones de biodiésel de Argentina e Indonesia fueron de unos U$S 1.200 millones y U$S 268 millones respectivamente, según Departamento de Comercio.
Todo esto ocurre horas después de que el Gobierno de Mauricio Macri diera vía libre al ingreso de cerdos desde Indiana, en el marco de lo que consideró un acercamiento importante en el marco de la relación comercial bilateral.