Santa Fe

Un triunfo ultra K

Rossi ganó las PASO y la interna del PJ sin renegar nunca de su condición kirchnerista, en una provincia históricamente adversa al sello K. Duro mensaje de Rosario al Gobierno provincial y nacional.

El peronismo se convirtió en el frente más votado en la provincia de Santa Fe en las PASO del domingo. El bloque de tres listas conformado por el victorioso Agustín Rossi, la ex jueza Alejandra Rodenas y Pablo Di Bert le ganó por menos de un punto (13.395 votos) al único candidato de Cambiemos, Albor Cantard. Pero en el nombre por nombre, el radical macrista sacó 489 mil votos y lo siguió el ex ministro de Defensa, que superó los 311 mil sufragios. El Frente Progresista, en una de las peores elecciones que se le recuerden, obtuvo casi 216 mil votos y quedó tercero cómodo.

 

Rossi completó una gran elección. El análisis es inexpugnable. No renegó de su condición ultra K y se abrazó a la idea de “ponerle un freno a Macri”. Se lanzó a la arena electoral del justicialismo solo con el apoyo de La Cámpora y optó por no responder ni uno de los varios dardos que le tiró Rodenas. Detrás de la debutante había senadores, intendentes y sindicalistas con peso territorial, un armado nuevo y seductor para el voto peronista, pero perdió sin atenuantes contra el “Chivo”.

 

Y en esa diferencia nace el primer gran enigma del proceso electoral santafesino de cara al 22 de octubre ¿Se trasladan directo los 176 mil votos de Rodenas a Rossi? ¿O parte del electorado que optó por la ex jueza no votaría jamás a un kirchnerista? Ante la victoria por partidos, ¿se encolumnará todo el PJ detrás de la candidatura del diputado por el Parlasur? ¿Qué hará el senador Omar Perotti, se sumará al tren en pos de un triunfo?

 

 

Rodenas se apuró y el mismo domingo a la noche dio un mensaje. Lo llamó por teléfono a Rossi, lo felicitó y le dijo que se ponían ya a trabajar codo a codo, los dos para triunfar. El ex ministro rescató la “hermosa charla” y avisó: “Uno de los puntos de coincidencia es la mirada alrededor del Gobierno nacional". A priori, ambos se comprometieron a trabajar unidos para consolidar el voto peronista ante el desembarco contundente de Cambiemos.

 

La sorpresa de la votación en la categoría diputados nacionales la dio el PJ en Rosario, el histórico bastión de un Frente Progresista en franco declive. El trío de candidatos justicialistas le sacó más de 7 puntos de ventaja a Cambiemos. Con los números en la mano, a los justicialistas no les llamó la atención que la carga de datos se haya demorada precisamente en ese distrito que no resultó tan amigable para el gobierno nacional como se esperaba.

 

Por ese motivo, Cantard fue prudente cuando le tocó subir al escenario en la noche de ayer. Celebró la elección de Cambiemos en Santa Fe, aunque habló de “paridad muy grande”. Más tarde, entrada la madrugada, se enteraría de la derrota el oficialismo nacional.

 

Confían en Cambiemos que Rossi no tendrá chances de quedarse con todos los votos de la PASO peronista. Incluso, deslizan por lo bajo que algunos votantes no justicialistas se metieron en la interna para elegir a Rodenas y perjudicarlo (sin suerte) al ex ministro. Pero, de modo ambiguo, no pierden de vista que Rosario y alrededores castigó a la gestión del presidente Macri. En definitiva, Rosario y provincia de Buenos Aires fueron los dos grandes llamados de atención para el gobierno nacional.

 

Una piedra en el zapato para Cambiemos es la elección de Jorge Boasso, a quien la junta electoral partidaria le impidió participar dentro de la PASO. El concejal radical de Rosario arañó los 100 mil votos y tiene mucho para crecer. Si Corral y compañía no le hubieran cerrado las puertas, Macri hubiera festejado una victoria en Santa Fe, seguramente.

 

Al igual que lo ocurrido en Córdoba y San Luis, el oficialismo provincial sufrió una dura derrota. En tiempos de nacionalización partidaria mediante el pleito Cambiemos versus PJ / kirchnerismo, pierden terreno las experiencias provinciales. Lo padeció el socialismo ayer que ni siquiera llegó al 12 por ciento con un ministro como candidato y todo el apoyo contenedor del gobernador Miguel Lifschitz. Luis Contigiani, de discurso anti macrista bien marcado, no estuvo entre las preferencias de los santafesinos, que en dicha franja de la torta electoral eligieron sin dudarlo al PJ.

 

Pero se suma también un rechazo al Frente Progresista y al socialismo en particular, como partidos político. La coalición progre entre socialistas y radicales lleva diez años en la gestión y tiene un desgaste, pero las esquirlas no alcanzan todavía a Lifschitz, que mantiene buenos número en términos de imagen. Sin embargo, quedó claro que Cambiemos y el PJ están un escalón por encima. Un escalón no menor.

 

La puja por quedarse con Vicentin
Mauricio Macri en Rosario, en el centro de escena de un acto bien político. 

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