Este último fin de semana, la policía bonaerense detuvo en la localidad de Jáuregui a un dirigente de un club del ascenso porque hizo pasar a la barra en la previa de un partido. Sucedió en el enfrentamiento entre Flandria y Douglas Haig de Pergamino. El titular de la Aprevide, Juan Manuel Lugones, resaltó el trabajo hecho por las fuerzas de seguridad y denunció a quienes les abrieron las puertas a los violentos: "ayudamos a los dirigentes para terminar con el cáncer del fútbol que son las barras bravas, pero si hay un dirigente que se comporta como barra, los vamos a tratar como tal”.
Se trata del vocal del Club Flandria, Diego Agustín Moronta, que fue detenido por la policía del ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, antes de aquel partido, por la fecha 45 del Nacional B. Según informaron desde el gobierno bonaerense de María Eugenia Vidal, se detectó que el mencionado dirigente estaba permitiendo el acceso al estadio de barras bravas.
La Aprevide había dispuesto un operativo en el que, luego de comprobar que los barras no tenían entradas para acreditar su ingreso a la cancha, se los dejaba fuera. Sin embargo, intentando eludir la acción policial, este dirigente abrió otro portón y por ahí dejó que varios barras pasasen.
Al advertir la situación, la policía detuvo a Moronta –a quien otros empleados del club señalaron como el jefe de seguridad- aplicando el artículo 5 de la ley 24.192 del Régimen Penal para la prevención y represión de la violencia en espectáculos deportivos.
“No tenemos complicidades con nadie", dijo Lugones, y agregó: "sea barrabrava, dirigente, control de entradas, o lo que fuere, nosotros actuamos igual. Ayudamos a los dirigentes para terminar con el cáncer del fútbol que son las barras bravas, pero si hay un dirigente que se comporta como barra, los vamos a tratar como tal”.
El tema continuó en las redes sociales porque el funcionario encargado de la organización de los operativos de seguridad en espectáculos deportivos tuiteó, como lo hace habitualmente, cada vez que comunica alguna acción concreta contra los barras. Muchos hinchas y socios relacionados con el día a día de aquel club situado en Luján acusaron a Lugones de "montar un show para las cámaras".
Semanas atrás, la policía había dado un golpe contra la barra Sacachispas. Lo mismo había sucedido en Racing, encarcelando a once barras que portaban armas de fuego en la previa de un partido en Avellaneda, a punto de ingresar a la cancha. Algo similar había ocurrido con integrantes de las parcialidades de Independiente, Almirante Brown y Temperley, entre otros.