En medio del conflicto que afecta a 100 mil pasajeros por el paro de la UTA en la Línea 60, representantes de la empresa y el gremio se reunieron este martes por la tarde-noche en la sede de la cartera laboral. Sin embargo, al no encontrarse puntos de encuentro para destrabar la problemática durante tres horas de “arduo intercambio de opiniones”, las autoridades del Ministerio de Trabajo de la Nación decidieron pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo viernes 21 a las 11 horas ante la impasividad de encontrar una fórmula conciliatoria del presente conflicto”.
Vale señalar que delegados gremiales impulsaron el cese de los servicios aduciendo faltas de seguridad e higiene “que ponían en riesgo a los trabajadores”.
Sin embargo, la representación empresaria manifestó en la audiencia su rechazo a las actas aludidas por la representación sindical en lo que refiere a que las mismas importen algún actual incumplimiento de las condiciones de seguridad e higiene, “aún ante el desconocimiento de su contenido, lo cual queda ratificado con el resultado de las inspecciones del 13 de julio pasado”.
Sobre esto, la empresa manifestó estar apegada "absolutamente a las normas, reiterando que el 13 de julio pasado se realizaron sendas inspecciones de fiscalización, no encontrando las autoridades "motivo alguno de clausura, y habiendo dado en aquellos casos menores en que se encontraron falencias plazos para su adecuación".
"La obligación de la empresa es la de la presentación del servicio público con regularidad y continuidad y se encuentra impedida de hacerlo por esta injustificada y forzada medida de acción directa”, sostuvieron desde Monsa.
