Cristina Fernández de Kirchner enfrenta una nueva campaña electoral, donde Mauricio Macri, vuelve a ser su principal contrincante. Aunque esta vez, ella es la candidata, y Macri, el presidente de la Nación.
Ubicada en este nueva realidad, CFK no dudo en cambiar el traje peronista a un atuendo de “Unidad Ciudadana” y aggiornar la comunicación partidaria.
Y ordenó un manual para los militantes. El breve librito, conformado por 13 consignas, establece en líneas generales, lo que se debe y lo que no se debe decir durante la campaña.
En primer término define lo elemental. Que es Unidad Ciudadana y dice, “no es un frente político sino un grupo de ciudadanos”.
Después ahonda en una lógica común a Cambiemos, el contacto con la gente.
“Se busca la cercanía con la gente, hay que eliminar todo tipo de distancia” dice el texto.
Y se marca la necesidad de no mostrar proselitismo peronista. “Evitar actos grandes, grandes escenarios, inauguraciones de unidades básicas, y en caso de que se haga esto último no darle amplia difusión” se establece.
En la lista de lo que no se debe hacer, se instruye a evitar la dicotomía “Macri versus Cristina” o “pasado versus presente”. La lógica a utilizar es “Macri contra todos los ciudadanos”.
Y se indica como argumento a repetir, que “Macri le pega a todos los ciudadanos por igual sin importar sin son del PJ o de la UCR”.
“No hay que entrar en la discusión del pasado, siempre hay que hablar del presente, de la crisis actual” se indica.
También, entre los prohibidos, está hablar de la corrupción, “ni responder una pregunta relacionada a la corrupción” y se da como ejemplo a seguir “si se consulta sobre un tema de corrupción hay que decir que es un tema que del que se está encargando la justicia y marcar que lo que interesa es el sufrimiento de tal comerciante que padece determinada situación”.
En la lista negra no solo hay temas sino también personas, y Florencio Randazzo, candidato a senador nacional por el Frente Justicialista Cumplir, es el primero en la nómina.
“No hablar de él, y si preguntan, mencionarlo como un participante más de la elección” se indica en el instructivo.
En el mini manual de Cristina, se establecen además consignas ya anticipadas por la líder en su primera aparición pública, el pasado 20 de junio en Sarandí.
Allí, la ex mandataria habló de que Cambiemos había llegado para “desorganizar” la vida de la gente. Entonces, en el escrito, además de hacer marcar esta dicotomía entre la organización gestada por el kichenrismo y el desorden en la economía y la vida cotidiana generado por el nuevo gobierno, se recomienda “repasar el discurso de Cristina”.
“No se debe insultar a nadie porque eso lo usa cambiemos para decir que somos violentos” se explica. Y tampoco hablar de “echar” al gobierno, ya que eso “habilita que nos acusen de golpista”.
Se debe entonces proponer la intención de “frenar” al gobierno.
Y se insta a marcar la diferencia entre “la realidad que vive la gente y la esperanza” que quiere mostrar Cambiemos.
La esperanza de la que habla el gobierno, que alienta mirar cambios positivos a futuro contra “la realidad del día a día”.
El manual también reserva un ítem para la “autocrítica” aunque no muy enfático. Cuando se pregunte por lo negativo de la gestión, habrá que indicar que “nosotros hicimos autocrítica y por eso formamos una alternativa que es unidad ciudadana”.
Respecto a la ex mandataria, y principal candidata del espacio, no se deberá caer en la tentación de “endiosar a Cristina, ni hablar de ella como salvadora”.
Según el manual, CFK “es una mujer que está al servicio de los ciudadanos”.
Llama la atención que en ninguna de las tres páginas que ocupa el escrito se mencione a la gobernadora, María Eugenia Vidal, aun cuando la mandataria es la contrincante virtual de la ex Presidenta.
Sin embargo, Vidal es excluída en el manual, y ni siquiera aparece en la lista negra de los nombres que no deben mencionarse.