A 36 horas de que la Justicia Electoral cierre la inscripción de candidatos para las PASO se registran tembladerales inesperados alrededor de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, que concluyó el jueves con la designación de Esteban Bullrich como primer candidato a senador nacional, pero empezó este viernes con el renunciamiento de su funcionario Facundo Manes a integrar la lista de diputados, porque no le garantizaron el primer lugar.
La victoria inicial del jueves por la noche y el retroceso de este viernes por la mañana dejaron a la mandataria, que por su condición de figura mas taquillera de Cambiemos iba a ser la gran electora del oficialismo, en una incómoda posición dentro de la mesa chica que rodea al presidente Mauricio Macri. Fuentes oficiales confirmaron a Letra P que las definiciones siguen a cuentagotas, en base a un borrador con los casilleros llenos para el Senado y con los primeros cinco candidatos a diputados nacionales. "Esperamos terminar todo esta noche", confió a este portal un alto funcionario bonaerense que administra el cuentagotas electoral del distrito donde el oficialismo se juega su futuro, ante la posible competencia con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Aunque la información es preliminar y todavía no implica una lista cerrada, fue confirmada a Letra P por la mesa chica del PRO: junto a la candidatura de Bulrrich, irá la interventora de la Acumar, Gladys González, elegida como "un clon" de Vidal, de acuerdo a las recomendaciones del consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba, que no logró vetar al ministro de Educación como primer candidato nacional para la Cámara alta. Para Vidal, significa ceder: el plan de la gobernadora era colocar a González al tope de la nómina para la Cámara baja. El segundo casillero de la lista para el Senado no le garantiza entrar a la funcionaria. Para que eso ocurra, Cambiemos tiene que ser la fuerza más votada.
Para Diputados, la primera candidata es la ex ministra de Salud de CFK, bautizada "la hormiguita", Graciela Ocaña, que entró a la alianza oficialista por la ventana y -otra vez, en otra formación- terminó quedándose con uno de los dos trofeos más preciados.
A la ex interventora del PAMI la secundará Héctor "Toti" Flores, impulsado a pedido de la diputada y jefa de la Coalición Cívica Elisa Carrió. El tercer puesto es para el embajador argentino en Uruguay, Guillermo Montenegro, que dejará su cargo diplomático para transformarse en un "insumo" de la campaña bonaerense en materia de seguridad. El cuarto sitial está reservado para la dirigente de la CC Marcela Campagnoli, que ahora cumple funciones como secretaria de Educación del municipio de Pilar, conducido por el macrista Nicolás Ducoté.
En la quinta silla aparece el ignoto abogado Fabio Quetglas, "especialista en planificación, políticas públicas y estrategias de desarrollo territorial", que está a cargo de la maestría en Ciudades de la Universidad de Buenos Aires. La inclusión del letrado también habría sido impulsada por su presencia mediática como columnista del programa televisivo que conduce el periodista Alfredo Leuco junto a su hijo, Diego.
El primer conteo de nombres arroja una inesperada composición que no reflejaría las aspiraciones de la gobernadora Vidal. Sin Manes en las primeras filas y con Gladys González relegada a secundar a Bullrich, el único cercano a la mandataria es Montenegro, rodeado por dos "lilitos" y un técnico.
CÓMO FUNCIONA LA MESA CHICA. El espacio de definciones electorales del PRO tiene una composición cerrada, integrada inicialmente por Macri, Vidal y el alcalde Horacio Rodríguez Larreta, que reciben análisis y recomendaciones del consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba. Junto a ellos, trabajan el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis; el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, y el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai. Estos dos últimos funcionarios son jefes de campaña de sus respectivos distritos y responden directamente a las tres cabezas de gestión en las que se sostiene el PRO. Por debajo, hay un equipo de coordinación de campaña que reporta a la mesa chica, donde trabajan el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; su vice, Sebastián García De Luca, y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, junto al titular del PRO a nivel nacional, Humberto Schiavoni, y al legislador porteño, jefe partidario en la Ciudad y secretario general del partido, Francisco Quintana.