Hubo un tiempo no muy lejano en que el Frente para la Victoria padecía una sensación de desamparo. Cristina Kirchner no aparecía en la escena política y más de un diputado ya planificaba su futuro puertas afuera del Congreso. En el ámbito privado, algunos, en la simple militancia, otros. Hubo también quienes se imaginaban con un perfil exclusivamente mediático. Sin lugar en las listas de un peronismo en plena renovación, las elecciones parecían conducir a la extinción del cristinismo. Pero esos tiempos de orfandad quedaron atrás.
La irrupción de Cristina en el tablero electoral -primero, con la inscripción del frente Unidad Ciudadana, y luego, con el acto en Arsenal- revivió los ánimos de los diez diputados por la provincia de Buenos Aires que terminan sus mandatos en diciembre y ya estaban listos para decir adiós. Se trata de los legisladores que ingresaron al Congreso de la mano de la lista encabezada por Martín Insaurralde, el intendente de Lomas de Zamora, en la elección donde se impuso el Frente Renovador de Sergio Massa.
A dos días del cierre de listas, esta decena de diputados espera con ansiedad el veredicto final de la ex presidenta. Eso no se discute: Cristina fue y es quien arma las listas, con el condimento de una expectativa que promete extenderse hasta el filo del cierre del plazo, este sábado a las 24. Desechada la interna con el ex ministro Florencio Randazzo, la ex mandataria allanó el camino para confeccionar su propia nómina de diputados en el principal distrito del país, donde ella misma quedó a un paso de competir por una banca en el Senado.
Héctor Recalde, Gustavo Arrieta, Carlos “Cuto” Moreno, Diana Conti, Carlos Kunkel, Teresa García, Luis Cicogna, Edgardo Depetri, Juliana Di Tullio y Dulce Granados son los diputados del FpV por Buenos Aires que concluyen sus mandatos en diciembre.
La lista de diputados que esperan renovar mandato empieza por Héctor Recalde, jefe del bloque del Frente para la Victoria-PJ desde diciembre de 2015. El abogado laboralista no sólo encarnó la oposición más dura contra el gobierno de Mauricio Macri, sino que también tuvo que lidiar con diferencias internas en su propia bancada, algunas indisimulables. Con esos antecedentes, cerca del diputado dan por hecho que será bendecido para integrar la lista, aunque nada está dicho.
Otros de los legisladores de la vieja guardia kirchnerista con chances de ser candidatos nuevamente son Juliana Di Tullio y Carlos “Cuto” Moreno. La primera presidió el bloque K entre 2013 y 2015, cuando cedió el lugar a Recalde. El segundo supo integrar también la mesa chica de decisiones, aunque siempre con un perfil bajo, fuera de los micrófonos y los sets de televisión.
Se define también el futuro de Teresa García, secretaria parlamentaria del bloque. Con ese cargo, la diputada se puso al hombro la misión de conseguir el quórum propio para cada sesión durante los años de mayoría kirchnerista en la Cámara baja. Un verdadero trabajo de hormiga al que sumó un protagonismo creciente en la Comisión Bicameral de Fiscalización y Control de los Organismos de Inteligencia, que llegó a presidir. Su cercanía a Cristina quedó en evidencia cuando apareció nombrada en las escuchas telefónicas que este año salieron a la luz.
Diana Conti, otra kirchnerista de paladar negro, también termina su mandato, al igual que Carlos Kunkel. La lista se completa con el “dipusindical” Edgardo Depetri, el matancero Luis Cigogna, Dulce Granados -esposa del intendente de Ezeiza, Alejandro Granados- y Gustavo Arrieta -ex intendente de Cañuelas-. El caso de Depetri es emblemático, pues asumió por primera vez como diputado en reemplazo del ex presidente Néstor Kirchner y luego Cristina le renovó su voto de confianza. “Si entro (en la lista), es por las mismas condiciones”, dijo a este medio. Y sostuvo que la conformación de Unidad Ciudadana “es la definición más estratégica que tomó Cristina”.
El nuevo frente, por afuera del Partido Justicialista, promete penetrar en el Congreso con un golpe de muerte al Frente para la Victoria-PJ, que volverá a rearmarse. El bloque vivió un año de fracturas, primero con la fuga de más una decena de diputados -con Diego Bossio a la cabeza- y luego con la partida de seis integrantes del Movimiento Evita. Hoy, con 70 miembros netos más dos aliados, la bancada conducida por Recalde sigue siendo la primera fuerza de la oposición. Habrá que ver qué pasa después de octubre.