El mayor botín electoral

La tensión por la puja del territorio matancero dominó un fugaz encuentro

En su discurso, Macri apuntó contra “la Argentina del atajo”. Risas irónicas y aplausos escuetos de Magario con pases de factura ante Dietrich. Pantalla para el candidato de Carrió.

Los fuertes cruces que venían como historial previo se hicieron sentir en un breve acto por la inauguración del Metrobus en La Matanza que estuvo dominado por los gestos y señales de tensión entre la intendenta local, Verónica Magario y el tándem oficialista conformado por el presidente Mauricio Macri y la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal que desembarcó –una vez más- en el bastión clave para inclinar la balanza electoral en la jurisdicción etiquetada como “la madre de todas las batallas”. No faltaron los dardos solapados hacia la pasada gestión K, de un lado, ni las risas irónicas y los pases de factura, por el otro.

 

“Si dejamos de lado las diferencias políticas y nos ponemos a trabajar para la gente, este tipo de cosas son las que se logran”, deslizó el jefe de Estado, flanqueado por el ministro de Transporte Guillermo Dietrich y la mandataria bonaerense. Allí, Macri apeló a poner la “energía en construir y no confrontar”.

 

Sin embargo, de inmediato, comenzó a sacar su habitual repertorio de reminiscencias críticas a la pasada administración kirchnerista. Así, habló de “pasar de una Argentina del atajo a una Argentina del trabajo” e instó a que las obras públicas “nunca más” sean un símbolo “de corrupción”.

 

A un costado, Magario tomó las declaraciones del Presidente con risas irónicas, aplausos escuetos y vociferaciones que el ministro Dietrich buscaba amortiguar con sonrisas cómplices.  

 

Quien mostró mayor entusiasmo al lacónico discurso presidencial fue el lilito Héctor “Toty” Flores, el cual, pegado a la gobernadora, comenzó a mostrarse como uno de los candidatos de Cambiemos de cara a la próxima ronda electoral. El dirigente matancero del oficialismo ya se había fotografiado en el Metrobus semanas atrás en el marco del último timbreo realizado por el frente de Gobierno y que marcó el debut en esta modalidad de la Coalición Cívica.

 

“Es un día de fiesta, no para estar discutiendo”, remarcó el ministro Dietrich, cuando tomó la posta, ya sin Macri y Vidal que se habían retirado del acto tras las selfies de rigor y un seco saludo con la mandataria matancera.

 

Luego de responder el funcionario macrista algunas preguntas de la prensa, llegó el turno de Magario, quien apareció en escena para apoderarse del micrófono que aferraba Dietrich entre sus manos. Una vez logrado el cometido, no perdió la oportunidad de realizar algunos pases de factura en la cara del ministro. “Estamos muy contentos, es una obra que esperábamos hace muchísimo tiempo. Pero necesitamos completarla”, marcó de arranque.

 

Enseguida, y tras recordar que “hay muchas cosas que tenemos que terminar”, Magario reclamó obras para la Universidad de La Matanza e insistió: “Le pedimos al Ministro y al Presidente que completen la obra del metrobus para que llegue a Capital Federal y que la podamos disfrutar todos los matanceros”.

 

“Acá ni siquiera se hizo la mitad de la obra, se hizo un tercio. No soluciona lo que integralmente tiene que solucionar”, espetó la jefa comunal en declaraciones posteriores a la señal A24.

 

En un contexto donde la jefa comunal matancera suena con una potable jugadora del peronismo en estas legislativas de no presentarse Cristina Fernández de Kirchner, la puja por el territorio matancero flotó en el ambiente de un acto tensamente compartido.

 

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