A días del cierre de listas para las primarias de las elecciones legislativas, pocas dudas quedan acerca de que Florencio Randazzo será uno de los candidatos del peronismo. De hecho, este martes su jefe de campaña, Alberto Fernández, presentó 30 mil avales para anotarlo en las PASO. Pero donde todavía es difícil descifrar la estrategia del ex ministro es en las redes sociales. Especialmente en Twitter, plataforma predilecta de los políticos para difundir sus actividades, captar seguidores y convertirse en tendencia para los usuarios de la web.
Su cuenta oficial en la red del pajarito es @RandazzoF, que era la utilizada por el dirigente durante su gestión como ministro del Interior. Tiene más de 465 mil seguidores, pero se encuentra inactiva desde hace un año. Esto tendría su explicación si el objetivo fuera despegarse de su gestión en el anterior gobierno. Sin embargo, suena contradictorio, ya que en la mayoría de los spots publicitarios que difunden sus aliados se encarga de destacar lo hecho como funcionario K.
Al comienzo de este camino rumbo a las legislativas, Randazzo eligió -o le eligieron- dos cuentas no oficiales para volver al centro de la escena. @Randazzo2017 y @EquipoRandazzo fueron las pistas por las que hizo -o le hicieron- circular sus primeras apariciones, pero ambas cuentan apenas con un promedio de 1.500 seguidores. También se les sumaron @Randazzoyvos y @RandazzistasAD, que poseen menos adeptos que las anteriores.
También se reactivaron infinidades de cuentas en diferentes localidades de la provincia de Buenos Aires y del país. En su mayoría, se encuentran en un estado peor al detallado anteriormente y todas son meramente para replicar y no para producir contenidos. A este panorama se le suma la dificultad lógica para unificar hashtags, algo que también le juega en contra a la hora de instalarse como tendencia. De esta manera, al precandidato le suceden cosas como las de este martes en la presentación de los avales, un acto que podría haber sido el centro de la escena en Twitter y prácticamente pasó desapercibido.
Randazzo, en este aspecto, parece ser la excepción dentro del ámbito político, o, por lo menos, en el grupo de potenciales candidatos para las legislativas. Acaso sea cuestión de tiempo. Cuesta creer que vaya a prescindir de una herramienta fundamental en las campañas modernas.
