Entre otros dirigentes, a este frente lo impulsaron los referentes del Ateneo Eva Perón, Carlos Cottini, ex diputado randazzista, y Roberto “Pocho” Prandini, un histórico dirigente platense testeado en 2011 para ser candidato a senador y alguien muy tenido en cuenta por todo el arco político por su trayectoria como militante y por su impronta tendiente a la unidad.
Vetado del kirchnerismo por la ex Presidenta cuando abandonó la bancada en el Congreso y en la Legislatura bonaerense, el Movimiento Evita -que tiene un representante de la Octava en la Cámara baja, Gustavo “Tío” Di Marzio,- también se sumó a este acuerdo y cristalizó su respaldo a Randazzo en un encuentro de distintos sectores en Junín. Según supo este portal la idea de Di Marzio es renovar, pero está a la espera de las decisiones orgánicas. El objetivo de las negociaciones es mantener las tres bancas que tienen el Movimiento Evita en la Cámara de Diputados bonaerense.
También se sumó la diputada provincial Valeria Amendolara. La “prima” del ex intendente platense Pablo Bruera hace poco más de un año comenzó a blanquear su “despegue” de la familia que gobernó la ciudad capital durante ocho años, con pintadas con la leyenda "Vale" y “Valeria” con la V característica del peronismo, evitando el uso de su apellido, muy asociado políticamente al jefe comunal. De hecho, desde El Ateneo resaltaron que “hoy, está muy lejos de Bruera”.
La ecuación es simple: para poder proyectarse políticamente la diputada debe borrar parte de su pasado político, aunque su posición actual se la deba a la anterior administración municipal a la que defendió a capa y espada aún en el momento más crítico de la gestión, cuando fueron señalados por la inundación que dejó un centenar de muertos. De hecho, tras la tragedia, CFK se metió en el armado de listas y, luego de vetar el apellido Bruera de la nómina legislativa, propuso como cabeza de esa lista y como representante de ese sector a la legisladora provincial, que ahora pide lugar para renovar su mandato.
El acuerdo con el randazzismo también fue firmado por el ex diputado por el denarvaísmo y posteriormente funcionario sciolista Gonzalo Atanasof, quien en 2015 terminó acompañando la candidatura de Bruera. Tras haber incursionado en el deliberativo local, en la Legislatura provincial y haber probado suerte como candidato a intendente, el objetivo del ex titular de AUBASA es volver al Concejo y proyectar su imagen para competir por la intendencia en 2019. Por una bancada en este recinto también se mencionan las intenciones de Marcelo Leyría, un referente en la ciudad del Grupo Esmeralda, y de Federico Martelli, del Movimiento de Unidad Popular (MUP)
En este sector también comulgan algunos gremialistas, como el presidente del Concejo Deliberante durante los últimos años de gestión de Bruera, el concejal Pedro Borgini, secretario general de ATSA -y, por ese rol, muy cercano a Héctor Daer, diputado nacional del massismo- y apoderado del PJ provincial en representación del gremialismo. También el secretario general del Sindicato de Mensuales del Hipódromo, Omar Alegre, un gremialista que estuvo cerca de Victoria Tolosa Paz cuando irrumpió en la escena local, y representantes de la Asociación Argentina de Trabajadores de las Comunicaciones (AATRAC), el Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (SETIA) y el Sindicato de Choferes de la Administración Pública (SICHAP).
Un enigma es el rol que adoptará dentro del armado peronista Carlos Quintana, secretario general de la Unión del Personal Civil de la Nación, seccional Buenos Aires (UPCN). En el pasado, su estructura fue vital para los armados de Bruera cuando se postuló como candidato a diputado primero y a intendente después, tuvo un rol muy importante en los distintos actos organizados por el ex gobernador Daniel Scioli y prestó su logística para la candidatura a gobernador de Aníbal Fernández.
Las últimas jugadas que se conocieron del gremialista fueron haber encabezado un “acuerdo histórico” con el gobierno de María Eugenia Vidal al cerrar un aumento del 18% de aumento para todo el año 2017 y su participación en un acto que tuvo como protagonista a Sergio Massa y Margarita Stolbizer.
En escena también aparece Tolosa Paz, esposa de Enrique “Pepe” Albistur, secretario de Medios de la Nación durante la administración de Néstor Kirchner. Sin pasado por el Concejo Deliberante, busca un lugar en la nómina de diputados. Su irrupción en la ciudad de La Plata llegó con un despliegue importante de publicidad callejera y la inauguración de la Casa para la Victoria, denominada irónicamente por algunos armadores locales como la Casa de Victoria porque “pasó de encabezar un encuentro en el que reunió a montón de dirigentes peronistas importantes a quedarse sola”. “El problema es que aplicó una lógica que ha demostrado que no sirve: pensó que con plata podía armar una candidatura y en el peronismo hay que juntarse porque sin estructura no sos nada”, agregaron.
“Si juega Florencio, nos pondríamos en frente de Florencia”, anticiparon en un juego de palabras los randazzistas en referencia a la decana de la Facultad de Periodismo, la concejala kirchnerista Florencia Saintout, la figura que las organizaciones ultra K respaldan. “Es nuestra candidata”, aseguraron a este portal y agregaron: “Es una expresión de deseo y una proyección para 2019”.
La irrupción de la académica en la escena política llegó tras la trágica inundación de 2013, año en que La Cámpora se visibilizó como organización en la ciudad por el operativo de asistencia a afectados montado en la Facultad de Periodismo y la polémica colateral por el uso de pecheras identificatorias. El escenario cristalizó las diferencias con el bruerismo, sector con el que se terminó enfrentando al recibir el aval de CFK para jugar una colectora del Frente para la Victoria, el Frente Social, que logró el ingreso en el deliberativo local de Saintout y Guillermo “Nano” Cara, que se menciona como un posible candidato a renovar la banca.
Pero en el tablero del peronismo local hay una novedad. El ex intendente y ex ministro de Justicia Julio Alak está de vuelta en el territorio y encabeza la puesta en marcha de Juntas Promotoras del Peronismo en todas las localidades platenses y en el casco fundacional. Si bien su objetivo central es recuperar el control del PJ local -que celebra internas en 2018-, el paso intermedio es tener un amplio poder en el armado de listas locales, más aún si Cristina es candidata. Con este escenario, desde sus filas indicaron que reconoce a Saintout como figura para encabezar, pero no está dispuesto a entregar la lapicera: pretende colocar el segundo candidato de la tira de seis postulantes a diputados provinciales y dos o tres concejales, entre los que menciona Norberto “Chucho” Goméz, que ya fue candidato en 2013, y a Marcelo Iafolla. Si bien el ex ministro -fue titular de la cartera de Justicia entre 2009 y 2015- dice que no busca nada para él, desde su entorno entienden que con CFK candidata podría a pelear un lugar en la lista de candidatos a diputados nacionales.
Haciendo foco en un discurso que pregona la unidad del peronismo como plataforma indispensable para recuperar el poder en la ciudad, en la Provincia y en la Nación; el ex intendente (1991-2007) le habría hecho llegar un mensaje a Bruera: los apellidos de los dos últimos alcaldes peronistas de la capital provincial no deben estar en las listas. “Hay que renovar y unir”, indicaron a Letra P que habría dicho el ex funcionario nacional.
"Como en otras épocas, Alak no para", señalaron desde sus filas. Todos los miércoles reúne a una mesa chica de dirigentes y los jueves y los sábados inaugura las mencionadas Juntas Promotoras o simplemente charla con vecinos.
“¿Y Bruera?”, consultó Letra P a un histórico del peronismo platense. “Es una incógnita”, respondieron al hacer una radiografía de los distintos armados. “Algunos hablan de conversaciones con Florencia, pero también podría ir solo”, arriesgó sin precisiones. Desde el kirchnerismo, por su parte, apuntaron que “Bruera -hoy presidente del PJ platense- debe buscar su mejor referente, como en su momento lo hizo Alak, y no insistir con su nombre propio. Si no se apuesta a eso, es muy factible que nos encaminemos a una interna”.
El término “incógnita” para hablar de Bruera no solo alude a la posición dentro del peronismo local, sino al vínculo que lo acercó a Cambiemos cuando, en el marco de los acuerdos que el Grupo Esmeralda tejió con el oficialismo, desembarcó en el holding del Grupo Bapro tras ser derrotado en las urnas por el macrismo.
El escenario actual demuestra que un posible acuerdo entre el bruerismo y el kirchnerismo pende de un hilo, independientemente del trabajo en tándem que han desarrollado en los últimos quince meses. Mientras discursivamente se apuesta al diálogo para alcanzar la unidad, los hermanos del ex intendente ya hacen campaña por distintos barrios platenses.
“Nos empezaremos a reunir con mesas territoriales en cada una de las localidades para trabajar en una campaña permanente”, instruyó semanas atrás a un grupo de militantes el hermano menor del ex jefe comunal, Mariano Bruera, quien está acusado de pedir coimas, en el marco de una presunta asociación ilícita para habilitar lotes destinados al Plan Procrear y, además, se lo investiga por el delito de malversación de caudales públicos.
Por su parte, el concejal Gabriel Bruera apuntó en ese mismo encuentro, donde se presentó la plataforma “Ciudad para Todos”, que reúne denuncias de los vecinos y se ha configurado como una suerte de eslogan de campaña, que la pregunta en los recorridos debe ser “¿están mejor o peor que antes?”.
La indefinición de la dirigencia provincial, las ambiciones locales y la paridad de género anticipan un escenario dividido en agosto. “Dentro del paraguas del peronismo, muchas agrupaciones quieren participar pero no todas tienen el andamiaje, la estructura y la experiencia para hacerlo”, evaluaron desde un sector, haciendo un pronóstico sobre las dificultades de llegar unidos.
El mapa actual del Concejo
Esstá dividido en cuatro bloques y cuatro bancas unipersonales. Tres cumplen su mandato. Cambiemos tiene siete escaños –cuatro de la UCR, dos del PRO y una de la Coalición Cívica- y pone en juego uno. Los peronistas, divididos en dos bancadas, suman nueve escaños y a cinco se les vence el mandato. Los renovadores ponen en juego tres de los cuatros espacios.