"Lo único que tenemos confirmado es el almuerzo en la Casa Blanca con Donald Trump, pero la agenda se extenderá durante todo el día", contó a Letra P un funcionario de la canciller Susana Malcorra, luego de la reunión que mantuvo este miércoles con el presidente Mauricio Macri para organizar los detalles de la visita de Estado que realizará en Washington los días 27 y 28 de abril. En los planes oficiales se trata del plato fuerte de la gira, pero no del único hito de la visita, porque los asesores presidenciales incluyen una reunión con representantes y senadores del Congreso de los Estados Unidos, un conclave con empresarios en la embajada argentina en Washington y una condecoración para el ex presidente James Carter por su "lucha en defensa de los derechos humanos" durante la última dictadura militar en Argentina. La hoja de ruta podría incluir encuentros con think thanks, como el Atlantic Council o la Carter Foundation.
Los detalles y los asistentes para los eventos previstos por fuera del almuerzo con Trump "serán definidos en los próximos días", pero detrás del armado de la agenda presidencial los interrogantes son políticos y económicos. "Tenemos dos ejes delicados: reabrir el ingreso de limones y hablar de las exportaciones argentinas de carne y biodiesel. El otro es explorar la continuidad del diálogo de alto nivel que firmamos con Obama", explicó una fuente de la Casa Rosada. Los puntos también fueron informados por la Casa Blanca en un comunicado, donde anunció que "ambos líderes dialogarán sobre una diversidad de cuestiones bilaterales y regionales tales como la expansión del comercio, la colaboración en el sector de la seguridad y el deterioro de la situación en Venezuela".
"Antes de irse, (el renunciante embajador argentino en Washintgon Martin) Lousteau sabía claramente que la orden de Trump a sus funcionarios es cumplir con las promesas de campaña, especialmente con los sectores proteccionistas, y eso es la confirmación de que será muy dificil para Argentina retomar la agenda comercial firmada con Obama", evaluó a Letra P un empresario argentino residente en Washington, que critica duramente a la gestión de Guga, casi con el mismo tono que utiliza la canciller Malcorra para referirse al ex embajador, cuyo puesto ya tiene una lista de reemplazantes, aunque la designación ocurrirá en mayo, cuando Macri ya esté de regreso en Buenos Aires. "No esta definido el sucesor: estamos conversando con el Presidente porque queremos entender cuál es el mejor perfil. Por eso vamos a esperar a que se realice la visita y de lo que salga de esa agenda vamos a ver qué perfil conviene mas. Por eso nos vamos a dar unos dias para tomarnos una pausa y tomar la mejor citacion posible", informó Malcorra en un reportaje concedido a un canal de televisión de Rosario, su tierra natal.
Sombras comerciales y militares
Los nubarrones comerciales no se han disipado. El 21 de marzo la embajada estadounidense en Buenos Aires informó la segunda suspensión por 60 días a la importación de limones tucumanos, ordenada por el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) del Departamento de Agricultura (USDA). Cuando Macri sea recibido en la Casa Blanca todavía quedarán 30 días de restricción de ingreso al mercado estadounidense para los cítricos argentinos y es posible que ese freno se extienda por más tiempo, a pesar de la visita oficial que encabezará Macri, la primera dama Juliana Awada, el jefe de Gabinete Marcos Peña, la canciller Susana Malcorra y el secretario de Asuntos Estratégicos de Fulvio Pompeo. Junto a Trump se espera la presencia del secretario de Estado Rex Wayne Tillerson, el yerno del presidente Jared Kusher y consejeros de la Casa Blanca en materia de seguridad nacional y hemisférica. Fuentes oficiales agregaron que esta semana hubo una gestión del ministro de Producción Franciso Cabrera con la secretaría de Comercio de Estados Unidos para evitar que las suspensiones lleguen al biodiesel argentino, pero se desconoce el resultado de esos intercambios.
Aunque faltan dos semanas para que se concrete la reunión bilateral, la vertiginosidad de los 100 primeros días de la administración Trump auguran un escenario más tenso en materia militar, especialmente en Asia y Lejano Oriente. El presidente nortamericano ya envió al grupo de barcos de combate Carl Vinson hacia el mar de Corea y ordenó bombardeos en Siria y otros "no nucleares" sobre Afganistán contra presuntas posiciones de la organización Estado Islámico. En ese contexto llegará Macri, donde le espera un desafío aún mayor: hasta ahora la mayoría de las reuniones que compartió con sus pares han sido ásperas e imprevisibles. El mandatario argentino podría pasar por el mismo cedazo, aunque en la Casa Rosada dicen que cuentan con un as en la manga, gracias a los acuerdos en materia de seguridad y cooperación militar que estan en marcha.
Fuentes de la cancillería confiaron a Letra P que los temas acordados entre Macri y el ex presidente Obama serán revisados, de acuerdo al nuevo perfil de la administración republicana. Casi un tercio de los puntos abordados en el Diálogo de Alto Nivel entre Argentina y Estados Unidos están referidos a cuestiones ambientales, cambio climático y energías renovables que posiblemente sean descartados de la agenda posterior a la cumbre del 27 de abril. Misma suerte pueden correr los referidos al diálogo comercial y acuerdos económicos, cuyo destino está atado a las negociaciones que habilite la Casa Blanca en forma bilateral con Buenos Aires, regional con el Mercosur o de relanzamiento del Area de Libre Comercio (ALCA), como plantea el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Los temas que tienen una gran perspectiva de prosperar, son los puntos acordados en materia de narcotráfico y terrorismo, operaciones de mantenimiento de la paz y defensa, donde ya se reactivó el Grupo de Trabajo Bilateral entre el Pentágono y el ministerio de Defensa argentino. Uno de los avances más firmes en ese campo es el acuerdo de cooperación firmado entre la Guardia Nacional del Estado de Giorgia y la cartera que conduce el riojano Julio Martínez. En ese marco, el renunciante embajador Lousteau presentó al Senado estadounidense el interés argentino por realizar una multimillonaria compra de armamento estadounidense para modernizar a las fuerzas armadas locales. Desde Balcarce 50 relativizaron la dimensión de la posible adquisición, en la Cancillería negaron que se fuera a realizar y Lousteau confirmó la existencia de la petición que lleva su firma.
Más allá de las especulaciones, el cuestionado interés criollo por el armamento "made in USA" no cayó mal en Washington, como tampoco el rol que juega Malcorra en la presidencia pro tempore del Mercosur respecto a Venezuela, la máxima prioridad para Trump en América del Sur y un tema que podría poner a la administración de Cambiemos en un lugar de aliado privilegiado. Tal sitial tendrá un costo que posiblemente incluya el regreso criollo a las misiones internacionales que promueva Estados Unidos en distintas partes del mundo.